Capitulo 4

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Hola! gente sexy y bonita :D ya otro capítulo! Lo sé estoy muy atrasada D: pero no he podido escribir :( espero, este fin subir otro capítulo, un POV de Diego, porque sabemos que tiene muchos momentos que nos llegaran directo en los feelings! :( Bueno espero este capítulo les guste! 

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POV Diego 

¿Porque todo tiene que ser tan difícil? Me preguntaba mientras caminaba por la acera camino a la "casa de la cultura", y es que no entendía porque a pesar de todos mis esfuerzos aun no conseguía acercarme a la familia de Leonardo, bueno mas específicamente a su madre. Después de la manera en la que me corrió, no me quedaba otra duda sobre su desprecio hacia mí, pero eso no era importante ahora, más bien lo que deseaba era poder hablar con Leo sin interrupciones. 

Solté un pequeño suspiro cuando me encontré por fin enfrente de la entrada de "la casa de la cultura". No tarde mucho en encontrarlo ya que por la hora, sabia que ya habían terminado sus clases. Camine un poco, viendo como salían sus alumnos y por ultimo venia él, estaba algo distraído así que al verme pareció asustarse o sorprenderse. 

Como ya era costumbre habíamos comenzado a platicar, pero de un momento a otro su madre lo había llamado, reclamando que necesitaba un favor y nuevamente yo había quedado desplazado a segundo plano. Sabía que su madre lo necesitaba, pero había cosas que me perturbaban, como el hecho que siempre lo necesitaba cuando estaba conmigo, o la manera tan cortante en la que Leonardo se marchaba, pero ¿Qué podía hacer? 

Miles de dudas pasaron por mi cabeza, pero ninguna solución o explicación que me hiciese sentir mejor. Comencé a caminar de regreso a la entrada, cuando un repentino sentimiento de molestia me invadió. Muy bien Leonardo podía irse, pero no de aquella manera. Sin pensarlo, mis piernas se movieron solas y comencé a correr en la dirección en la que él se había marchado.  

Por suerte aun no había llegado a la puerta, y pude alcanzarlo. No lo llame, no grite su nombre, simplemente lo tome del brazo, dándole la vuelta para tenerlo de frente, creo que no medí mi fuerza porque pude escuchar un pequeño quejido de reproche o tal vez de susto, no me importo, ni tampoco le di tiempo de seguir quejándose, porque rápidamente lo empuje contra la pared más próxima. Nos cubrían algunos árboles y un muro, la luz del sol daba de lleno en su rostro que se encontraba tan cercano al mío, pude observa sus ojos con detenimiento, pude apreciar el color marrón, su brillo debido al reflejo del sol. Abrió ligeramente los labios, seguramente para decir o reclamarme algo, pero no lo hizo, solo le temblaron un poco. Sin esperar más junte mi boca con la suya, primero un poco torpemente solo haciendo presión, pero conforme sentí que su cuerpo fue relajando entre mis brazos, suavice el contacto, haciéndole abrir un poco los labios. Su respiración era tranquila, su pecho subía y bajaba junto al mío, pose una mano detrás de su cabeza para profundizar el gesto, y otra en su pecho en forma de caricia. Cuando mi lengua hizo contacto con la suya, sentí como su cuerpo se estremeció y un ligero quejido salió de sus labios, eso me incito a continuar con el juego de nuestras lenguas. Antes de separarnos mordí delicadamente su labio inferior.  

Leo no dijo nada, parecía apenado porque sus mejillas estaban demasiado sonrojadas, baje la vista y note que sus labios eran de un color muy rojo. Nuestras miradas volvieron a encontrarse, y no pude evitar sonreír ante la imagen de un Leo demasiado despeinado y desaliñado. Ante su mirada de sorpresa intente arreglarle la camisa, el se dejo sin mover un solo musculo.  

- Bueno creo, que debes irte ¿No?- dije divertido, él solo asintió con la cabeza. Me hice a un lado para que pudiera salir, él siguió con su vista fija en mi, dio unos cuantos pasos hacia la salida y no me aguante gritarle.- ¡Leo, no vuelvas a irte sin despedirte! 

¿Una vida juntos? - LiegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora