Capitulo 15

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Ok! Ya estoy aquí, si lo sé, tarde demasiado, no sé ni que decir para disculparme, enserio, me siento super mal por haberme tardado la vida entera, y es muy triste porque yo inicie esta historia con muchas ganas, y aun las tengo, pero lo que me falta es el tiempo. Entre a la uní y ahora también hago servicio en las mañanas, y no es pesado, pero me quita tiempo, y no me dan ganas de escribir si hay gente alrededor viendo lo que hago. Y en las tardes pues voy a clases, y llego tarde y ya no puedo hacer mucho. En verdad lo siento.

Quiero agradecer a quienes han seguido la historia y mil gracias más a quienes aun piensan seguirla, porque yo seguir mientras les guste….

Bueno no hay más que decir más que gracias y lo siento.

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Diego POV

La luz de la luna volvía sus ojos más brillosos que de costumbre, el miel de sus pupilas era más intenso. Pude percibir un ligero temblor en su labio inferior, a pesar de la oscuridad también pude notar un tono rosado sobre sus mejillas. Durante los siguientes minutos Leo no había apartado la vista de la caja, era como si no creyera que fuera eral, como si fuera un productor de su imaginación. No quería imaginar lo que pasaba por su cabeza.  ¿Y si la regué?

-          Leo.- intente llamar su atención, parpadeo un par de veces y subió su mirada cruzándose con la mía.

No pude más, así que abrí la pequeña cajita. Sentía que mis manos temblaban, temía que por mi torpeza su contenido cayera en el suelo y se perdiera en la oscuridad. Dentro, las pequeñas piedras azules brillaron con intensidad. El anillo lo había comprado hace unas semanas con lo que había logrado ahorrar de mi trabajo, había pasado días pensando que regalarle a Leo, sabía que él podía tener lo que quisiese, así que quería darle algo que no se le hubiera ocurrido comprarse ya, algo que fuera de su estilo, pero que también lo hiciera recordarme. Lo vi en el aparador de una tienda lujosa del centro, a primera vista me llamo la atención, era un anillo de plata con pequeñas piedras color azul. Al ver el precio supe que era perfecto, pero que también estaba un poco fuera de mi alcance, aun así me decidí a entrar, pedí que me lo mostraran y al sentirlo entre mis dedos, pequeño y elegante, supe que no deseaba otra cosa más que ver a Leo usándolo. Me dispuse a comprarlo, no solo tuve que trabajar horas extra, si no también vendí algunas de las pocas pertenencias de valor que tenia, así logre comprar el anillo.

Leo pareció no reaccionar, su ojos no se despegaban del objeto, tenia los labios ligeramente separados, y las palabas parecían no salir de su boca. Con delicadeza lo tome entre mis dedos, tome la mano de Leo entre la mía, sin darme cuenta lo estaba haciendo con mucho cuidado, como si él pudiera deshacerse entre mis dedos. Con suavidad coloque el anillo en su dedo, rogando porque le quedara, volví a respirar cuando note que le embonaba a la perfección, durante todo el proceso fui vigilado por sus ojos, aun estaba conmocionado, apreté un poco su mano tratando de hacerlo volver en sí.

-          ¿Te gusta?- pregunte nervioso.

-          Si.- dijo apenas perceptible.- Pero…

-          Es para cuando me vaya pienses en mí….

-          Es demasiado.- no entendí sus pablabas. Leo negó con la cabeza y sus cabellos se movieron por sus ojos.- No, bueno, es hermoso pero…

-          ¿No te gusta?- pregunte colocando una mano en su barbilla para hacerlo mirarme.

-          Me encanta.- admitió volviendo a sonrojarse, bajando la vista al adorno en su dedo.- Pero, no era necesario.

¿Una vida juntos? - LiegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora