Voces del Viento

Capitulo 11: Tóxica distracción

Al llegar a casa, veo el auto de papá estacionado. Suelto un largo suspiro y salgo de mi coche, esta será una conversación intensa. Digo, mi mamá sabía lo que papá estaba haciendo, pero no estoy seguro de si sabía que la persona con la que él la engañaba era Hana.

Entro a mi casa y ahí está mi familia, los tres sentados en los sillones que están en la sala. Sin saludar, me doy paso y me sitúo al lado de mi hermano, Travis luce tenso y supongo que yo igual debo verme así, puedo ver que mamá trata de no romperse en frente de todos nosotros, también puedo ver el remordimiento en los ojos de mi padre.

Realmente creo que hubiera sido mejor si mi madre solo le dejaba los papeles de divorcio en cuanto se enteró y no esperar hasta esto, y no digo que quiero esto, pero mi padre realmente la cagó.

-Ya lo sabía –mi madre tiene la mirada perdida mientras habla –Sabía que era alguien de tu trabajo, solo... solo no sabía quién era.

-Todo realmente tiene una explicación, pero entendería si ninguno de ustedes quiere escucharla –mi padre mira a mi madre buscando su mirada, luego posa su mirada en Travis y, por último, se detiene en mí, para luego volver a mi madre.

-Yo quiero escucharlo –Travis suelta una risa amarga.

Nuestro padre suspira y frota sus sienes. Sin hacer contacto visual con nadie presente en la sala.

-Querida, tu sabes que hace tiempo tenía planeado unirme Hoffman's Enterprise. Ya sabes, las cosas en mi empresa no estaban yendo bien y en cualquier momento iban a declarar la empresa en banca rota, sin pagarnos nada –se detiene un momento –Yo ya había hablado con el presidente de Hoffman's, tenía todo planeado, pero nadie podía enterarse, porque si lo hacían, me despedían y eso no me convenía. Un mes antes de que nos trasfirieran aquí, Hana se enteró y me amenazó. Yo estaba anonado, ella siempre me pareció una buena mujer –niega con decepción –Ella tenía todas las pruebas de lo que yo estaba haciendo para obtener mi puesto en Hoffman's.

-Traicionabas el lugar donde trabajas–espeta mi hermano.

-Solo no quería quedarme desempleado, no voy a negar que soy codicioso. El punto es que Hana lo sabía y ella podía hundirme.

- ¿Ahora nos vas a decir que ella hizo que seas su amante y así no diría nada sobre ti? –hable yo. Esto suena patético.

-Leo –advirtió mi madre y yo no pude evitar rodar los ojos.

-Es algo más complicado que eso –mi padre rasca su nuca en ademan nervioso –Y realmente ese no es un tema para hablar con ustedes –mi madre por primera vez le dirige la mirada a mi padre y asiente.

-Niños, deberían dejarnos a su padre y a mí a solas.

-Todo lo que me queda por decir ahora, es que lo siento de verdad –nos mira a Travis y a mí. –Entiendo que estén enfadados conmigo y espero puedan perdonarme algún día –Travis y yo nos levantamos del sofá, para irnos escaleras arriba.

-Es mejor si van a dar una vuelta por la ciudad y nos dejan a mí y a su padre –mi hermano y yo nos miramos raro –Tomen –me entrega dos billetes de veinte.

Me despido con un asentimiento y salgo por la puerta, con Travis siguiéndome por detrás.

Subimos a mi auto y sin decir ni una palabra lo pongo en marcha, alejándome de nuestra casa. ¡Demonios! Todo es un maldito desastre. Algo ocultan mis padres y odio ser curioso, ¿Qué puede ser tan malo que no lo pueden decir en frente de sus hijos? Vamos, Leo, piensa.

Demasiado inútil para pensar.

Tus padres no te quieren, solo querían sacarte de ahí.