El primer dia de trabajo

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Al dia siguiente voy a firmar el contrato de trabajo. Estoy ilusionada y nerviosa. Igual con un poco de suerte, me encuentro con él. No, Laura. Para. No sigas por ahí. Si es el jefe de Marta, ahora también va a ser el tuyo.
La señora Jertrudis me presenta al departamento.-
- Le presentaría al señor Ruiz, pero está fuera en una reunión.
- No pasa nada,no se preocupe.
- Pues hasta mañana, señorita Palácios.- Me siento un poco decepcionada cuando me monto en el ascensor y él no está ahí. Nose lo que me pasa con ese desconocido. Hace mucho tiempo que no me sentía así. Mi deseo murió hace siete años. No he tenido relación alguna. Pero al parecer mi deseo se ha despertado. Pero con la persona equivocada.
Marta y yo vamos juntas al trabajo, la dejo en su despacho y yo me voy al mio. Está en frente del despacho del señor Ruiz. No hay nadie. Me pongo a trabajar con ganas. Solo levanto la mirada del ordenador cuando noto movimiento delante de mí,en el despacho del señor Ruiz. Mierda. Es él. Habla en la puerta con Jertrudis. No me mira. No me ha visto. O pasa de mí,pienso. Jertrudis se aleja a su despacho, él se queda en la puerta viendo como se aleja y de repente me mira. Otra vez tengo el corazón a mil por hora. Su mirada de hielo me quema. Se acerca. Oh,no.-
- Hola. ¿Usted,es...?
- Laura Palácios,señor.- Me extrecha la mano y efectivamente, me quema.-
- ¿Es su primer día? .- Que voz tan sensual.-
- Eh... si, señor.
- Es un placer,yo soy Héctor Ruiz,estaré ahí en frente, por si necesita ayuda de algún tipo. Bienvenida a mi empresa.- Oh,Dios mío.-
- Gra...gracias, señor.- sonríe con superioridad y se marcha y cierra la puerta. Porfín respiro. No se si he hecho bien en coger este trabajo. A la hora de comer viene Marta a por mí y vamos a un restaurante que hay al lado. Nos sentamos en una mesa cercana y pedimos la bebida y la comida.-
- Bueno Lauri, ¿Qué tal tú primer día?
- Bien, la verdad. Todos han sido muy simpáticos y amables.- Y me acuerdo de él, ofreciéndome su ayuda,si la necesito...-
- ¿Qué te pasa, estás bien?
- Si, si...perdona.- Siento que me arden las mejillas.-
- Estás muy rara...- Mi amiga mira por encima de mí. Me doy la vuelta y a mis espaldas aparece el señor Ruiz y Jertrudis.-
- Buen provecho, señoritas.- Su voz es música para mis oídos. Veo a Marta con la boca abierta y me da una punzada de celos. Le doy una patada por debajo de la mesa.-
- Auh...- Se espera a que pasen, y se sientan unas tres mesas por delante de nosotras. Él se sienta en frente de mí.- Joder, que bueno está...
- Marta...- Le riño pero es verdad. Está muy bueno.- Aunque tienes razón, está muy bueno.- ¿Lo he dicho en voz alta?.-
- ¿Como? ¿Laura Palácios admite que el jefe está tremendo? No me lo puedo creer...- Se está mofando de mí.-
- No estoy ciega.
- Pues yo ya pensaba que sí...después de siete años ¿Te gusta?
- ¡No, claro que no! Pero eso no quita que sea guapo. Sus ojos son bonitos.
- Y su culo.
- ¡Marta,porfavor!
- Venga Lauri,no me digas que no se lo has mirado.- En ese momento, la cara vuelve arderme. Sí que se lo he mirado.-
- Voy al baño, enseguida vuelvo.- Me hecho agua en la cara e intento calmarme. ¿Pero qué diablos me pasa? Vuelvo con Marta y comemos en silencio. Pido los postres-
- Es recíproco.- Suelta Marta.-
- ¿Como?
- Qué es recíproco. Que él te mira de la misma manera que tú a él. Es obvio que le gustas.
- No digas tonterias...
- Míralo, no ha dejado de mirarte desde que se ha sentado. Y apuesto a que se ha sentado justo en frente de tí, para poder verte bien...- Mi cara arde de nuevo. Y por un momento, quiero creer que es cierto.-
- Aunque así fuera, que no lo es. Jamás pasaría nada entre él y yo.
- ¿Porqué?
- Por que es mi jefe.
- No por que no te guste...- Marta es imposible.-
- No. Me gusta. Es verdad. Lo admito.¿Contenta? .- Sonríe de oreja a oreja la muy cretina.-
- Mucho. ¿Sabes porqué? .- Niego con la cabeza.- por que te quiero con toda mi alma. Eres como la hermana que nunca tuve. Porque hace siete años te rompieron por dentro. Porque yo ya había perdido la esperanza de verte cambiar, y volver a ser la misma persona. Abandonar el miedo. Y ahora lo has hecho, as admitido que te gusta y aunque no pase nada entre el señor macizo y tu, estoy tranquila por que se que poco a poco vas a volver a ser tú.- Mis ojos se han inundado de lágrimas sin darme cuenta. He roto en llanto en silencio. Abrazo a Marta,y la aprieto fuerte junto a mí.-
- Gracias. Gracias por no haberte separado nunca de mí. Por haberme apoyado todos estos años. Estoy segura que sin tí no hubiera podido soportarlo...- Se me quiebra la voz.-
- chiss...no digas nada más.Nunca,óyeme bien. Nunca, me voy a separar de tí. Jamás.- Nos abrazamos de nuevo. Intento serenarme. Miro hacia donde está el señor Ruiz y me parece ver una mueca de disgusto. Aparto la mirada. Pedimos dos cafés con leche para llevar y volvemos a la oficina.
Estoy concentrada en mi trabajo cuando llega el señor macizo, digo el señor Ruiz, maldita Marta...-
- Hola, señorita Palácios.
- Hola, señor. ¿Necesita algo?
- ¿Está bien?.- La pregunta me deja confusa.-
- Sí,señor.
- ¿Ha tenido algún problema con alguien? ¿La han tratado mal? ¿Alguien de la empresa?.- Me mira con su mirada de iceber y yo comienzo a quemarme.-
- No. No,todos han sido muy simpáticos y amables,señor.
- ¿Y entonces?
- ¿Entonces qué,señor?
- La he visto llorar en el restaurante, señorita.
- Es un asunto personal,señor. No tiene nada que ver con la empresa.
- De acuerdo. Si necesita algo ya sabe donde encontrarme.
- Gracias,señor. Muy amable.
- Esto... una pregunta más. ¿Conoce personalmente a la señorita Pérez?
- ¿Ha Marta? Claro...es mi amiga,vivimos juntas.¿Porqué lo pregunta, señor?
- No, por nada. Simple curiosidad. Buenas tardes.- Se va y cierra la puerta de su despacho. Siento una punzada de celos. Seguro que me ha preguntado si conozco a Marta,porque seguro es ella la que le gusta y no yo. Parezco una adolescecente, montándome esas películas. Eso es. Eso es lo que era, una adolescente cuando me rompieron. Cuando aquel bastardo me arrebató mi vida. Pienso en él, y me da un escalofrío. Hace una semana que salió de la cárcel. Aunque me he mudado,sigo sintiendo miedo. Nadie sabe lo que estube apunto de hacer. Cuando pasó aquello pensé en el suicidio. Lo pensé varias veces. Pero soy demasiado cobarde. A las 18:30 voy al despacho de Marta.-
- Cariño, vas a tener que volver sola. Tengo que quedarme.
- Vale no pasa nada, nos vemos en casa.- Miro por la ventana y está lloviendo a mares.Vaya por Dios. Cogo mis cosas y me marcho, abajo en recepción, pido porfavor que me llamen un taxi. La mujer de mediana edad llama y yo estoy atenta.-
- Sí. Claro. Ajá. Sí. Vale. Sí. Adios. Lo siento señorita, va a tener que esperar. Me han dicho que entre el tráfico y la lluvia tardará almenos una hora o hora y media...
- No se preocupe señorita Palácios, yo la puedo acercar a su casa.- Doy un respingo, no sabía que el señor macizo estaba detrás.-
- Oh, no porfavor. No se moleste. Puedo esperar.
- Insisto, señorita, sería un placer.- La recepcionista se ríe y la fulmino con la mirada. No tengo más remedio que aceptar. Me tiemblan las rodillas mientras espero en la puerta, a que él vuelva del aparcamiento. Madre mía, que coche... es un audi negro, no se que modelo,porque no entiendo nada de coches, pero si duda es un coche caro.-
- Bonito coche, señor.- Digo mientras me siento.- él sonríe. Los hombres y sus juguetitos...-
- ¿Adonde vive,señorita?.- Le doy mi dirección y hacemos el camino en silencio. Estoy incómoda. Verlo conducir me excita. Me cuesta reconocerlo, pero es la verdad. El parece darse cuenta, porque cuando lo miro veo sus manos aferradas al volante, y está apretando tan fuerte, que sus nudillos estan blancos. Su mandíbula se tensa. Y siento un pinchazo en el vientre...
¿Porqué me pasa esto? Estamos yegando,y me pongo nerviosa. Él se da cuenta,me mira. Yo me muerdo el labio inferior. El aire se ha tensado. Y siento que me estoy ahogando. Respiro con dificultad y me tiemblam las manos y las rodillas.-
- ¿Se encuentra bien señorita?
- Si, estoy bien.
- ¿Tiene frío? Está temblando.
- Sí, un poco.- Él parece decepcionado con mi respuesta.- Es aquí,señor. En este edificio.- Asiente y se hacerca a la acera, pero no aparca.- Gracias, señor. Y disculpe las molestias.
- Como le dije antes,es un placer, señorita.- Lo miro por última vez y hago ademán de salir.- No,espere un momento.- Se baja del coche, lo rodea y me abre la puerta para que salga. Ami me parece el gesto más bonito y caballeroso del mundo.-
- Gracias, señor. Bueno...hasta mañana.- Le extrecho la mano y me la aprieta fuerte. Con el dedo gordo me acaricia la superficie de la mano. Yo la quito enseguida, porque su caricia me ha quemado en lo más profundo de mi ser.-
- Hasta mañana, señorita Palácios...- Él se espera hasta que entro en el bloque, lo veo subirse al coche y marcharse...

Secretos Del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora