Capítulo 1.

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Volver. Volver a ese momento en que estaba sentada justo a su lado. Le podía ver feliz. Le podía oír, le veía sonreír. Ahora mismo quisiera cojer un reloj del tiempo y volver justo a ese momento donde pudiera estar con él. Me gustaría volver a sentir que alguien me ama. Volver a sentir la felicidad en mi. ¿Sabéis?, en ese preciso momento me estaba cogiendo de la cintura. Me estaba sujetando la persona más importante de mi vida y no lo sabía. Supongo que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. ¿Por qué no puedo retroceder en el tiempo y cambiar todas las cosas que hice mal? ¿Por qué la gente se cansa de amar? Volver. Volver a cualquier momento a su lado.

Deslizo el ratón del ordenador lo máximo posible hasta que la flecha de la pantalla se ponga encima del botón "Aceptar" y apretó el botón izquierdo dos veces.

Dirigo mi vista hacia la ventanita en la que solo pone un simple "Mensaje enviado" , por último, cierro sesión en el blog y apago el ordenador.

Suspiró pasando una de mis manos por mi pelo castaño junto a sus puntas quemadas y me levantó de la silla.

Segundos después, suena el molestoso ruido del móvil, indicandome que me acaban de enviar un mensaje.

Oh vamos, Ana, eres
más vaga que mi abuela,
levanta tu hermoso culo
y sal de tu casa, te llevo
esperando 10 min. 8:13 a.m.

Que pesada, ya bajo
joder.
8:13 a.m. ✅✅

Me miro al espejo como cuál manía que tengo antes de salir a la calle, cojo mi mochila y me la cuelgo.

Vamos a por otro asqueroso día

Me encuentro con la mirada seria de Raquel, lo cual me extraña.

-Vamos, llegamos tarde y esta Miriam sola, si no llegamos es por tu culpa.

-Vale Doña Amargada.-bromeo causando que Raquel me fulmine con la mirada.

El resto del camino hacia al instituto nadie de las dos habla, hoy el rey solo es el silencio.

Me da a mí que hoy no va a ser mi día.

Nada mas pasar me encuentro con la rubia oxigenada de Miriam, segundos después, veo alejarse a las dos perritas falderas dejándome sola entre todo el mundo, esto ya se hace costumbre.

Camino hacia mi clase y me siento al lado de mi mejor amigo, se podía decir que es el único amigo verdadero que tengo.

Dirijo mi vista a la profesora de inglés, la cual sigue igual de amargada como siempre, entrando a la clase dispuesta a soportarnos cincuenta y cinco minutos más a la semana.

Y eso que somos unos angelitos.

-Chicos, callaros.-ordena consiguiendo que todos nos mantengamos en silencio.-Os presento a dos nuevos alumnos, supongo que os costará diferenciarlos. Pasad.

De repente, abro los ojos como platos al ver a dos fotocopias idénticas delante de la clase.

Dios mío de mi vida.

-Hola, yo soy Jesús.-saluda con su acento sevillano el gemelo más alto.

-Y yo soy Dani.-sonríe el gemelo restante.

-Y somos gemelos.-hablan al unísono provocando la risa de todos, menos a mí.

Joder, ¿por qué mierda me tenía que tocar a mi?

-Vale chicos, sentaros detrás de las señoritas Raquel y Miriam.-señala a las dos chicas sentadas detrás de mi y Javier.

Giro mi cabeza viendo las caras de las desesperadas, babeando por los gemelos, provocando mi risa.

No saben vivir sin una polla entre sus piernas.

-Oye niña, ¿tú de qué te ríes?-se queja mirándome la rubia.

-De tu cara de perra asquerosa, ¿contenta?-le señalo el dedo girándome hacia en frente provocando los típicos gritos de admiración, incluyendo los gritos de los gemelos.

Sonrío al saber que no obtengo ninguna respuesta.

Já, en tu maldita cara plástica.

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«ANA EN MULTIMEDIA»

hola beibis.
¿os gusta cómo va?

todavía no entendereís la queja
de Ana al ver los gemelos.

tranquilas, pronto lo sabréis.

Like y Coment y sigo.❤✨

Seré tu cielo si quieres volar. «jd»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora