One Shots ||Narry||

Point Of No Return

Se giro, destapándose de la sabana. Tal parece que estaba sudando. Mucho.
Su cabello estaba pegado a su frente, y era desagradable.
Al revisar la hora se dio cuenta de que era demasiado temprano para estar despierto. Pero aún así tomaría una ducha y volvería a dormir... Esta vez afuera.
Camino a la cocina y el estaba allí, con solo unos boxers puestos, cocinado algo en el sartén.

Te podrías quemar bebe.-
Y lo dice porque esta cocinando algo sin camisa, una chispa podría quemarle. El se preocupa por su bebe.

Lo abraza de espaldas y baja un poco para besar su cuello, logrando que el rubio tiemble.
Estaré bien.-

Buen día.-

Buenos días.-

Y es que una de las cosas que le encanta de Niall es que el rubio siempre estará en la mañana para el, apenas tenían dos meses saliendo, pero sentía que lo conocía de toda la vida.

Pero era Niall el que aseguraba tener suerte de tener a Harry en su vida. El lo había conocido cuando creyó que el amor era una mierda sin remedio alguno.

Llegó Harry ese otoño bien abrigado con una sonrisa y lindos hoyuelos a poner su mundo de cabeza. Justo cuando estaba dándose por vencido.

Se volteo, quedando frente al rizado, detalló un instante sus verdes ojitos y dejó un ligero beso en sus labios para volver a preparar el desayuno-almuerzo.

Durante la comida Harry charlaba alegremente acerca de su mama y su viaje a Las Bahamas, que debían ir y todo eso. Y es que cada vez que Harry reía por cualquier cosa el corazón del rubio daba vuelcos. Había algo en la voz del mas pequeño que le inspiraba tanto amor que podría pasar todo el día pegado a el escuchándole hablar.
Cuando Niall término con su novio de dos años porque el daba por hecho
-Y luego descubrió-
que lo engañaba
-Y para empeorar todo era con una chica-
Su corazón se había roto en tantos pedazos que dolía. Y se emborrachaba todas las noches y lloraba todas las mañanas. Hasta que conoció a Harry y empezó a sentir de nuevo, a ser entusiasta, a sonrojarse cuando el rizado besaba sus mejillas y le hacia algún cumplido. Y supo que había algo en el. Supo que debía tomar el riesgo de conocerlo, tal vez saldría algo bien, y tenía razón. Harry era lo que estaba buscando y por fin encontró. Y el rubio estaba mas feliz de lo que acaso podía expresar con palabras.

Después de una ducha rápida y una sesión de besos un poco calientes con su novio, de lo mas casual mientras buscaba las llaves del auto en su bolsillo se despidió.

Adiós bebé.-

Nos vemos en la noche Ni.-

Es un trato, te amo.-

Se dio cuenta de lo que dijo y se preocupó cinco segundos, pero después le resto importancia, estaba feliz y un poco nervioso de haberlo dicho, pero si lo sentía, así que no había problema... De igual modo, estaba en un punto sin retorno, sin marcha atrás y estuvo bien con eso hasta que escuchó...

Oh... Gracias.-

Y el rubio sintió una bofetada emocional... Literalmente.

Ahm... Ok, bueno... Adiós.-

Dijo el rubio un poco confundido saliendo de la casa dejando a Harry tras el. Y le resto importancia, tal vez Harry no estaba listo para decirlo, no iba a presionarle.
Lo que si le preocupo es que el rizado no le escribió, llamo o envió una nota de voz durante los siguientes cuatro días. Y eso aparte de ser injusto era inmaduro.

[*]

Saliendo de la tienda con las bolsas en mano y al tope sintió vibrar su teléfono. Pero no le reviso... Ninguna de las tres veces que vibro. Apenas llego al auto revisó su teléfono, era Harry. Mierda. Le llamo de nuevo y a la segunda contesto.

Bebe.-

Hola bebé, ¿Estas bien?.-

Si... Si, te estaba llamando porque vamos a salir esta noche y no sabia si querrías venir.-

Escucho vacilación en su voz pero decidió pasarlo por alto.

Claro, si quieres que este allí, allí estaré.-

Vale, te envió la dirección mas tarde.-

Se despidió y se quedo de pie frente al auto unos segundos. Si, no había nada de malo en ir... Y después de todo, el llamo primero.

[*]

La música al tope, el lugar atestado de gente, olor a sexo y tekila, sonrió para sus adentros, se divertíria esta noche. El rizado sentado junto a sus amigos con una bebida en mano y una gran sonrisa, era sumamente sexy a los ojos del rubio.

Hola chicos.-

Hey Niall.-

Saludaron los chicos

Haz.-

Sonrió con cariño.

Ni, ¿Que tal?.-

Le dedicó una sonrisa tímida.

¡Y lo peor fue que me multaron!.-

Exclamó uno de los chicos indignado por lo que le había ocurrido esa mañana. Harry y Niall rieron ante la su cara de indignación.

Justo del otro lado, al salir, hay unos bancos, y un clima mas fresco ¿vienes conmigo?.-

Claro, vamos.-

Le dijo el rubio al oído del rizado por sobre la música.
Y cierto era que el moreno quería hablar del pequeño y bochornoso momento que debía haber sido romántico. Pero el no sabía exactamente que decir. Aún así, se lleno de valor y tomo de la mano al rubio para sacarlo de allí. Afuera, estaba más fresco y gracias a Dios, solo.
Harry se volteo y se encontró con unos grandes ojos azules en el, observándole dulcemente. Acaricio sus mejillas.

Harry ¿puedo decirte algo?.-

Lo se. Yo... Lo se, y lo lamento.-

Niall esperó a que él mas alto se explicará, pero este no sabia ni cómo respiraba en ese momento.

Se que dijiste que me amabas, y yo te dije gracias ¡pero que idiota! Yo que tu me pateaba el culo.-

Dijo realmente frustrado haciendo reír al irlandés, que tomó las manos de Harry entre las suyas y lo acerco a el.

Que no me respondieras de vuelta no me ha molestado, que no me escribieras los siguientes cuatro días si, porque yo no salgo con ningún crió -Le reprendió- y no hay apuro. Más bien lamento si te incomode.-

Harry no sabía que jodida cosa había hecho para merecer a ese ángel.

No me incómodaste, solo me tomaste fuera de base, lo lamento.-

Susurro mientras besaba sus manos que aún estaban entrelazadas. Aun sin embargo el castaño no estaba listo para decirlo, pero su corazón lo quería con cada latido.

Bueno eso no importa ya, mas bien quería preguntarte si quieres ir a cenar con mis padres el jueves, cuando vengan.-

El pobre Harry se sintió desfallecer, el quería dar pasos de bebé, pero Niall al parecer estaba listo para la maratón. Respirando profundo, le explicó.

Amor mio... que te parece si hacemos un trató en vista de qué conocer a tus padres me aterra por pesar que el plato principal podría ser yo, y empezamos a dar pasos de bebés.-

El mas pequeño estuvo a punto de protestar, pero decidió mejor besar los labios del moreno, disfrutando de como sus manos acariciaban su cintura. Asintió pero advirtió con voz sería.

Eso si, la próxima no hay miedo que te salve Harold.-

Eres un sol bebé, te amo.-

Y sin dejarlo pensar mucho sabiendo que ya estaba en un punto sin retorno tomo sus labios con los suyos y les besó esta vez con malicia y pasión.