Subterra| En edición|

Prólogo

Washington D. C 1960
El salón estaba repleto.

Los principales mandatarios de cada nación habían asistido a la magna reunión que el presidente de los Estados Unidos de América convocó con carácter de urgente. El objetivo: informar sobre el nuevo proyecto de seguridad el cual debía ser tratado como secreto internacional. Asistieron los jefes de estado de más de 150 países. Estando todos reunidos se hizo una proyección de los planos.
-Compañeros, majestades, presidentes, jefes de estado y demás mandatarios es mi deber anunciarles el nuevo proyecto que mi país propone para la seguridad de toda la humanidad. Como bien saben la última guerra nos dejó daños devastadores e incontables perdidas humanas. Nos sentimos culpables por ser causantes de muchas de ellas, por eso hemos creado, junto con el centro de inteligencia nacional, el proyecto subterra- dijo el hombre alto de cabellos blancos y traje tomando la palabra.
"Este proyecto consta de mansiones subterráneas con el blindaje suficiente para evitar cualquier tipo de amenaza. Cada una de estas casa tendrá capacidad desde 80 y hasta 100 personas, con todo lo necesario para sobrevivir durante 10 años o más dependiendo de cuanto dure la guerra.
Sabemos que son muy costosas en cuanto a construcción por lo que mi país está dispuesto a absorber todos los gastos necesarios, sólo les pido su permiso para construir debajo de sus países"

La enorme sala quedó en silencio, todos procesaban la información que este hombre les acababa de trasmitir.
-¿Y quienes serán los dueños de estas... cosas? - preguntó incrédulo el presidente Argentino, que se había puesto de pie entre los asientos.
-Muy buena pregunta y te daré una mejor respuesta. Serán seleccionados los dueños por su personalidad. Deberán ser personas leales, valientes, solidarias pero sobre todo honestas y dispuestas a salvar vidas.
-¿Y por que no a nosotros que estamos aquí? - preguntó uno de los jefes de estado europeo.
-Sin ofender pero eso seria muy injusto y las personas de otra clase social no tendrían oportunidad. El objetivo de este proyecto es dar la oportunidad a personas de todas las clases sociales, sin importar sexo, religión, color de piel, orientación sexual o cultural. Su único fin es dar seguridad y resguardo a las personas que lo ocupen. En pocas palabras, preservar a la especie humana- la mirada del hombre brillaba, tal parecía que este proyecto le había tomado años de planeación.

-Es importante recalcar que esto debe quedar completamente en secreto. La construcción de este proyecto podría llevar años y años por lo que pedimos su discreción y paciencia- comentó una de las mujeres de la mesa del presidio poniéndose de pie, tenia una mirada fuerte e intimidadora.

Después de una larga explicación por parte de los arquitectos e ingenieros en jefe encargados del proyecto el hombre de cabello blanco volvió a tomar la palabra.

-Por favor los que estén de acuerdo con este proyecto levanten la mano-todos levantaron la mano, incluso el rey de España y el presidente de Argentina que aún tenían sus dudas-Perfecto. Sólo les pedimos por último que pasen a firmar el convenio. Gracias por su atención y asistencia- terminó diciendo el hombre de traje y dedicó una silenciosa mirada la mujer que anteriormente había hablado.

Pasaron todos a firmar y después a disfrutar del banquete preparado todos se retiraron. Sin embargo, el ambiente era lúgubre y tenso, nadie sabía a ciencia cierta si iba a funcionar.
La construcción del subterra era un proceso muy lento. Tardaron casi 10 años en entregar la primera, nadie además de los asistentes supo de la existencia del proyecto. Todos ignoraban lo que sucedía bajo sus pies y el proyecto subterra fue un total secreto.