Mansión

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La vida esta llena de responsabilidades que debemos cumplir, algunas mas grandes que otras pero todas implican un nivel de madurez suficiente para aceptarlas.
Ya no podía aplazarlo más. Después de desayunar, incluso aún sin haberme quitado la pijama, fui corriendo a mi habitación por la lámpara. Mi madre se había ido hacia pocos minutos y volvería en la noche. Era la oportunidad perfecta.
Baje por las escaleras. Mi corazón amenazaba con salirse a cada paso que daba, la emoción me consumía. Llegue al espejo y coloque mis pies en el lugar correspondiente, presione las luces y una vez mas la pequeña pantalla surgió pidiéndome la contraseña.
-Pandemónium- la pequeña pantalla regreso a su lugar y entonces tome un largo respiro. Había llegado la hora.

Lentamente acerque mi mano y traspasó el cristal ahora convertido en una especie de cortina de agua. Me sobresalté y quité la mano rápidamente. "No seas gallina" pensé para mis adentros, "ya estamos aquí, hazlo". Cerré los ojos y pase el resto del cuerpo. Fue como entrar al agua por un segundo y salir de golpe al aire de nuevo. Una sensación helada me recorrió el cuerpo y lentamente abrí los ojos, todo estaba oscuro y no podía ver casi nada. Encendí la lámpara. Di un pequeño paso y las luces se encendieron, tanto que me encandilaron. En cuanto me acostumbre puede ver donde me encontraba.
Frente a mi una gran sala circular rodeada por cristal se imponía con una elegancia excepcional, a su lado dos pasillos la rodeaban. Me acerque a la entrada y baje los escalones de piso de mármol. Una gran cantidad de sillones de todos tamaños estaban acomodados de manera perfectamente circular. Al frente una gran televisión se hallaba colgada a la pared de cristal, bajo ella unas pequeñas repisas sostenían, a la derecha, una consola de videojuegos, y a la izquierda, una gran cantidad de controles del mismo. Al centro una mesa circular de piel contenía un florero con una orquídea púrpura y un extraño aparato parecido a un celular. Estuve un rato observándolo todo detenidamente, apreciando cada bello detalle de esta arquitectura. Me acerque a los sillones y los recorrí lentamente. Todos estaban tapizados en piel color negro. Había además unos cuantos puffs del mismo color. No podía creer que esto se encontrará bajo mi casa. ¿Cómo era posible que jamás nos habíamos dado cuenta? Tal vez los antiguos propietarios la construyeron y jamás nos avisaron. Pero esto era muy moderno a comparación del estilo de la casa. ¿Y si ni ellos mismos lo sabían? No pudo haberse construido sola. ¡Debía haber un responsable de tal obra de arte! Pero quien seria tan tonto como para vender una casa con un secreto así. Me acerque a la mesa central. Alrededor los pasillos iban a tres pasillos más. Tome el extraño aparato y lo encendí.
-Iniciando-una voz de hombre se escucho por todo el lugar y di un salto de la impresión-bienvenida señorita mi nombre es Nick y seré su mayordomo electrónico, soy la computadora principal de este lugar y estaré a sus ordenes. Su nombre es...
-Re... Rebeca-no podía creer que la casa me hablara, esperaba que alguien saliera de algún lado. Revise el lugar pero no había nadie solo la extraña voz de Nick.
-Hola Rerebeca.
-No. Es Rebeca - aclaré poco mi voz - pero solo dime becca.
-Claro señorita becca. La noto confundida-no entendía como podía verme.
-Si un poco lo estoy.
-Pues me diseñaron para resolver todas las dudas que tenga así que puede preguntar lo que sea.
esto era muy raro, pensé, pero creí que sería peor quedarme con las dudas. - ¿Donde estoy? ¿Qué es este lugar? - mi confianza era poca mas de cuando llegue pero aun así no me atrevía a moverme.
-Esta usted en un subterra señorita- dijo la voz amablemente.
-¿Un que? - dije incrédula.
-Esto tomará un poco de tiempo por favor tome asiento-lentamente me acerque a un sillón negro cerca de mi y me senté, era realmente cómodo. La televisión se encendió y imágenes comenzaron a aparecer - Hace algunos años hubo una reunión sumamente importante, y secreta, entre los mandatarios de todo el mundo. En ella hablaron sobre las guerras y quisieron buscar una forma de salvar vidas humanas mientras ocurrían. Así que crearon estas mansiones con todo lo necesario para sobrevivir en caso de guerra. Pero muy pocos saben de ella y usted fue elegida para ser la dueña de esta.
No daba crédito a lo que mis oídos captaban.¡Una mansión! ¡Era dueña de una mansión subterránea! Nunca lo hubiera imaginado. Ahora entendía que los anteriores dueños no tenian ni idea de esto.
-Pero...¿Por qué yo Nick? Es decir ni siquiera soy mayor de edad.
-Ellos vieron algo especial en usted señorita, algo que nadie mas tiene. Solo se les dan a personas que son diferentes.
-¿Pero quienes son ellos?
-Los creadores del proyecto. Son los encargados de ver que todo se cumpla y se use responsablemente-aparecieron muchas opciones en el televisor - ahora permitirme explicarle las funciones del lugar. Como puede observar es enorme y no creo que pueda recorrerla en un día. Lo que tiene en sus manos es un control general de la casa por el cual podrá acceder a toda sus funciones. La estructura es de tres pasillos y una sala central. El de la derecha es el de las habitaciones para mujeres y consta de 20 cuartos dobles y la habitación principal que es para usted. En el izquierdo hay lo mismo solo que para hombres. En el principal tenemos la cocina, el comedor, la biblioteca - mi mente no podía dar crédito a todo lo que estaba viendo, este lugar era inmenso- estudio, gimnasio, laboratorio, el simulador, la enfermería, los salones para estudio y la sala de juntas. Se que tiene curiosidad de conocerla pero deberá volver después pues ya es tarde y su madre regresara de trabajar.
Observe mi reloj y me sorprendió todo el tiempo que llevaba aquí.
-¿Cada cuando podré venir Nick?
-Cada que se le apetezca señorita. Puede llevar el control con usted.
Lo puse en mi bolsillo y camine hacia el espejo suponiendo seria la salida.
-Nos vemos Nick
-Hasta luego señorita.
Traspase de nuevo el espejo y ya fue un poco menos extraña la sensación. Me di un pellizco con el miedo de estar soñando. Pero si esto es un sueño no quiero despertar.

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