Última Salida

59 4 1
                                    

Tenemos tanto por decir, tanto por hacer, tantos libros por leer, tantas personas por conocer, tantos lugares a los que viajar, tantos errores por cometer, tantas lecciones por aprender para que en un par de segundos la vida se te vaya sin permitirte cumplir todo esto, dejándote como iniciaste, sin nada.

Todo se movilizó al instante, los gemelos ya estaban listos como si siempre lo estuvieran esperando, Saul se puso en acción al instante y Engel, aunque un poco distante, nos ayudo también.

Nos reunimos en el laboratorio para hacerle unos ajustes a los uniformes de manera que soportaran ciertas temperaturas o nos cubrieran de ciertos impactos en caso de explosión. Nos dedicamos a esto la mayor parte de la noche y dormimos solo 3 o 4 horas.

Al despertar y después de darnos una ducha vino la peor parte, o al menos para mi, las vacunas. Tenemos que ser inmunes a la mayoría de los virus. Nick intentó combinar algunas para no tener que sufrir tantos piquetes pero eran por lo menos 5 y casi salía corriendo de la enfermería. Por suerte eran todas en el brazo y solo nos tenían que sacar una muestra de sangre.

Los gemelos se pusieron al lado de mi, en parte para darme apoyo y en parte para evitar que saliera corriendo, y pude estar tomando sus manos mientras soportaba las inyecciones. No pude evitar que uno que otro grito saliera de mi con cada una y luego me arrepentía pues ellos se burlarían de esto después. Para la prueba de sangre pedí que me dieran un poco de tiempo y no fuera junto con las vacunas. Por lo que pasaron primero todos los hombres.

Hubo un momento en el que quede a solas con Engel en la sala de espera, reina el silencio y no quiero romperlo. Miro distraída al piso mientras me masajeo los brazos para bajar un poco lo adolorido. Él esta serio, pensativo y mira al techo. Rompe el silencio.

-¿Estas bien?- parece preocupado.

-Si solo me duelen los brazos.

-Ven yo te ayudo.

Me acerco dudosa y me siento junto a él. Comienza a masajearme un brazo de manera horizontal y en círculos. Mis músculos se relajan y el dolor disminuye considerablemente. Quedo sorprendida. Repite el procedimiento con el otro brazo.

-¿Dónde aprendiste a hacer eso?- digo cuando termina y por fin puedo estirar los brazos.

-Solía ser muy enfermizo de pequeño y me enseñaron esta técnica para soportar mas vacunas.

-Gracias, es muy buena técnica- digo aun tímidamente.

-Si de nada.

Otra vez quedamos en silencio mirando a ningún lado en especifico, solo intentando no cruzar miradas.

-Joven Engel es su turno- Nick rompe con el momento incomodo y se lo agradezco inmensamente.

Vuelvo a ponerme nerviosa al recordar que sigue mi turno para la prueba de sangre. Creo que es a lo que mas le temo. Quince minutos después vuelven a llamarme, todos me esperan adentro para ayudarme pero eso me pone mas nerviosa.

-Chicos son geniales, pero todos aquí adentro me esta dando claustrofobia.

-Yo me quedo contigo- dice Saul.

-Nosotros mejor- dicen los gemelos.

-Yo estoy mas calificado que ustedes para esto.

-Nosotros la ayudamos en las vacunas, ya tiene confianza con nosotros- reclama Fredd.

-¡Silencio!- dice Engel y calla a todos- salgan, me quedaré yo.

Los tres voltean a mirarme y cuando asiento salen lentamente.

Subterra| En edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora