- Que puta mierda que se haya matado el marica éste -comentó de mala gana David Müller.
- Y tanto cariño que le tenías -bromeó Clifford Burmeister-. Ahora lo quieres más, eh -alzó una ceja en modo de burla.
- Claro que no, imbécil, ¡que puta rabia!
- ¿Y por qué tanto escándalo, Dave? -Gar Strauss soltó una carcajada.
- ¿No leíste su puta carta en el tablero de noticias? -gruñó con impaciencia.
- No -Strauss hundió los hombros sin intención de pronunciar algo más.
- Yo sí -interceptó James Hemmer, levantándose de la silla en que estaba sentado-. Y no es la gran cosa. No nos delata en nada, sólo dice que es judío, eso es todo.
- Pero está orgulloso de ser la mierda, es una mierda y se enorgullece de aquello, ¡qué desgraciado! -exclamó en un tono de voz que hacía sentir incómodos a los demás.
- Pff, gran cosa -Lars Urlacher bufó y luego rió-. Al menos agradece que no nos ha delatado en nada y se suicidó sin más. Ahora hay que ver cómo lo quemarán.
- En todo caso -le dio la razón Burmeister.
Los jefes al enterarse del suceso de inmediato llamaron a los cinco hombres, porque el que falleció pertenecía al mismo grupo que ellos, curioso es que varios eran de diferentes ciudades, de todas formas, les parecía sospechosa la mierda que había entre ellos.
Todos estaban de acuerdo con que Friedman tenía los reconocibles rasgos judíos, por ello se dieron el tiempo de analizar los cuerpos de los cinco hombres con tal de asegurar que fueran de raza pura, raza aria y no una vulgar mezcla. Les miraron hasta las raíces de los vellos para comprobar que ninguno llevara cabello teñido ni decolorado. Que fuera todo natural, los hicieron leer textos confusos en voz alta para oír si era un acento natural alemán.
Los mentirosos encubiertos no lograron ser capturados en sus fechorías, en ningún momento los nervios los traicionaron a pesar de que la culpa los comía por dentro, lograron disimularlo ya que estaban acostumbrados en España de estar en situaciones así.
Revisaron los papeles que entregaron antes de unirse al Campo de Concentración, no hallaban ningún fallo en ellos, por tanto, supusieron que sólo Marty era el infiltrado. No llegaron a esa conclusión hasta hacer una revisión intensiva con TODOS los trabajadores de ese campo. No podía permitirse que ese asunto se repitiera.
Serían más cuidadosos a la hora de aceptar nuevos trabajadores y...Todos admiraron a modo de espectáculo, como si de un programa de televisión se tratara, ver como quemaban el cadáver en la hoguera que formaron en el patio trasero, incluso algunos judíos lo admiraban a modo de venganza, ya nadie, ni los propios judíos querían a Friedman. Lanzaron insultos y se deshicieron de las cenizas.
Aquel asunto de tener a un judío de empleado se queda como un secreto entre los pertenecientes al campo, no debía salir de allí bajo ninguna circunstancia a menos que quisieran que el Führer clausurará aquel famoso campo. A nadie le convenía eso, excepto a los prisioneros.
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Take no prisoners? TAKE NO SHIT! (Metallica, Megadeth)
FanfictionFanfic de las bandas Metallica y Megadeth ambientado en los campos de concentración del holocausto en la segunda guerra mundial.