Capítulo 13+Epílogo: Take no prisoners? TAKE NO SHIT!

76 14 3
                                    

Comenzó a sonar una alarma que hizo a Lars despertarse de su repentino trance. Aquella alarma significaba que algún trabajador ha fallecido. Abrió los ojos como platos por ello, lanzó al suelo su cigarrillo, lo pisoteó para apagarlo y comenzó a caminar con lentitud en dirección al salón principal, por dentro se estaba preocupando demasiado porque podía tratarse de algún compañero suyo, porque en todos esos meses que lleva de trabajo los que mueren, siempre eran los de su grupo, cosa que podría resultar sospechosa para los jefes (cosa que era así).

De la nada, al castaño lo agarraron de ambos brazos, en contra de su voluntad lo arrastraron hasta la sala del laboratorio de Mengele, donde también estaba David esposado y con la mirada dirigida al suelo. Entretanto, en el suelo estaba tendido el cadáver de Gar, manchado por su propio vómito y saliva, junto con otros fluidos como sangre que comenzó a emerger después de perecer.

- Ustedes, imbéciles -llamó uno de los jefes-. ¿Tienen algo que ver con su muerte?

Ambos se miraron en sumo horror.

- Para nada -mintió con enorme orgullo el pelirrojo-. Seguro se drogó hasta morir y ya. Ni idea con ese idiota, pff -rió en voz alta.

- Claro que sí -contradijo el de baja estatura-. Quisimos prestarle ayuda, sin embargo, nunca la aceptó -explicó, hablando extremadamente rápido, su vez que sus manos temblaban-. Solía drogarse con mucha frecuencia, desde que le atacaron no ha dejado la morfina, aunque ya la consumiera en Nueva York... ¡Fanden! -exclamó al percatarse de su error.

David Mustaine abrió los ojos como nunca, notó que nadie lo estaba represando, la salida estaba cerca.

- ¿Qué haz dicho? -consultó sacado de onda uno de los jefes, fulminándolo con la mirada.

Toda la atención se posó en Ulrich.

Entretanto el otro chaval aprovechó para huir como podía por esa puerta, ya fueron descubiertos, nada más se podía hacer excepto correr por su vida.

- Fortæl min mor jeg elsker hende!(¡díganle a mi madre que la amo!) -gritó mientras se echaba al suelo a llorar, cubrió su rostro en vergüenza- Fortæl min mor jeg elsker hende!! (¡¡Soy un mentiroso!!)

Los sujetos presentes no lograban captar ese idioma, observaron que el otro chico ya no estaba, pensaron en la poca experiencia y en los funestos finales de todo ese grupo de seis hombres. Aquel diálogo... ¿Por qué Gar consumiría Morfina en Nueva York? Captaron que se trataba de una mentira, que no eran alemanes de raza pura, o sino... ¿por qué habría huido David apenas vio peligro y en las otras ocasiones de alto riesgo afrontaba la situación como un hombre de verdad?

Un jefe que cargaba un arma, sin miedo a nada, la alzó y apuntó hacia el danés, dirigió la mirada a sus compañeros, quiénes le otorgaron el permiso de disparar varias veces con ira hasta asegurarse de que la sangre los salpicara lo suficiente y cerciorarse de que fue un asesinato muy bien justificado.

Llamaron al escuadrón especializado, ellos cogieron sus fusiles y corrieron a toda velocidad, sabían que el pelirrojo llevaba días sin dormir, por eso tan rápido no podía correr, que su cuerpo no resistiría tanto. A las fueras del campo, estando a dos metros de distancia suyo, apuntaron y dispararon toda la munición cargada, causando heridas gravísimas en toda la anatomía del fugitivo, la sangre volaba por los aires al igual que los cartuchos de balas usadas, hasta que se aburrieron y contemplaron el ahora cadáver. Ya no existían más falsos seguidores de Hitler, no más herejes.

Demasiado tarde se dieron cuenta los fallecidos que... jugar con fuego es divertido, sólo hasta cierto limite que no lograron evitar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 09, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Take no prisoners? TAKE NO SHIT! (Metallica, Megadeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora