Gar Strauss tenía un secreto que no podía revelar a nadie o sino, lo mataban. Quizás ya se habrán dado cuenta con su extraña manera de actuar. Después de que tuvo el accidente con la Morfina, él no ha parado de inyectársela para disfrutar de horas de éxtasis y alucinaciones que lo mantenían eufórico y luego tranquilo.
No sólo la Morfina lo ponía loco, la Anestesia también lo hacía delirar en ocasiones pero no muy seguidas porque era la sustancia química que más usaban en los laboratorios, curiosamente en los prisioneros no. Todas las cirugías que realizaba al Doctor Mengele a sus "pacientes" eran sin anestesia, si la utilizaba era a modo de droga para algunos experimentos varios.
El rubio se alejó de todos sus amigos porque ya había encontrado algo mucho más satisfactorio: la droga.
Mientras tanto, en el polémico asunto de la explosión... resultaba ser que los mismos judíos en una de las cámaras hicieron desmanes y hubieron fallos que causaron las extrañas explosiones. El problema es que después de que varios empleados fueran a ver el accidente, otra explosión más ocurrió, dejando a David Müller con quemaduras no muy graves en la sala de enfermería, en cama.
- ¿Cómo estás, hombre? -consultó Clifford entrando al área- Contigo, son tres heridos de seis, eh.
- Al menos lo mío fue un accidente y nada intencional -reprochó David a su vez que rodaba los ojos-. Estoy bien y de milagro, seguro entre hoy y mañana regreso a laborar.
- Es un gusto que estés bien -comentó y pensó mejor lo que escuchó antes-... Lo de Gar también fue un accidente, por si no sabías.
- La primera vez sí... lo de ahora es de cagado de la cabeza -bufó con orgullo.
- ¿De qué hablas? Él no ha vuelto a parar a estas salas.
- Pero si a inyectarse mierda, ¿por qué crees que ya no está con nosotros y se volvió un esbirro de Mengele?
Burmeister se quedó en silencio, impactado.
- No te creo nada de lo que me dices.
- Um, bien por ti -el pelirrojo pretendió insensibilidad ante la actitud de su amigo.
- Iré a merodear, ojalá que te den de alta pronto -murmuró entretanto se acercaba al marco de la puerta.
- Claro -contestó frívolo.
El castaño se retiró de allí, salió al patio, se situó frente a la puerta de una cámara de gas, lugar de dónde emergieron las explosiones, las paredes estaban algo destrozadas y gastadas. Por curiosidad entró para saber más del panorama, el tema ya había sido solucionado con respecto a las explosiones, no iba a sufrir ningún daño si entraba.
Admiró las marcas de rasguños hechos por prisioneros desesperados por escapar, sintió mucha pena. A pesar de que contribuyó en España en la matanza de republicanos, ésto era diferente. Antes él elegía por votación con sus compañeros a quiénes matar. Aquí era ver morir sin excepción alguna, le daba pena tener que oír a diario los gritos agonizantes de las víctimas.
Con delicadeza acarició las marcas de la pared. Recordó diferentes historias de prisioneros mientras acariciaba la muerte impregnada allí. Se sobresaltó de manera exagerada, la puerta se cerró de golpe por el viento. De inmediato corrió hacia ésta para tratar de abrirla: imposible, desde adentro esas opción no existía. Empezó a golpear como podía mientras gritaba por ayuda, a ver si alguien se motivaba a ver qué ocurría.Para su mala suerte:
La jornada laboral para James Hemmer había comenzado, entró a la sala en que accionaba las palancas y botones que controlaban la salida de gas en las cámaras. Había un pequeño monitor que mostraba las grabaciones de cámaras de seguridad en las áreas. No quiso prestar atención porque estaba harto de presenciar siempre tanta agonía.
Hemmer accionó la primera palanca que daba la salida de metano, que era el gas con que calentaban motores, luego de eso abrían la puerta para meter a prisioneros y él se encargaba de accionar la salida de gases más peligrosos y mortíferos.
Sin embargo, se impresionó al oír una voz familiar proveniente del monitor que mostraba lo que grababan las cámaras de seguridad. Echó una ojeada rápida y reconoció de inmediato a su amigo, abrió los ojos como platos y volvió a observar para comprobar si era cierto lo que contemplaba: así era. Trató de cortar la salida de gas, sin embargo, no podía, sólo se podía cortar una vez que se accionaran todos los gases, y no se arriesgaba a hacer todo eso, cortar el flujo, correr al patio y entrar al lugar porque Clifford ya estaría muerto a esas alturas.
Sin decir nada más, dejó el primer gas accionado y salió de su puesto de trabajo, él iba a arriesgar todo por entrar al cuarto y salvar a su compañero.
ESTÁS LEYENDO
Take no prisoners? TAKE NO SHIT! (Metallica, Megadeth)
FanficFanfic de las bandas Metallica y Megadeth ambientado en los campos de concentración del holocausto en la segunda guerra mundial.