Capítulo 5.

203 3 3
                                    


-Hugo, Hugo, venga, levanta, tienes que ir al colegio. Como venga tu papá y te vea en la cama se va a enfadar mucho. A demás es tu primer día, no te conviene llegar tarde. –Le dice Gin a gritos desde la cocina para que vaya a desayunar.

-Valentina, ¿Ya estás lista?-Le dice Babi a su hija mientras le prepara el desayuno.

-Sí, mamá. No quiero llegar tarde a mi primera clase. ¿Me va a tocar ir andando? –dice Valentina, casi sollozando.

-No cariño, Aitor te llevará. A demás, tiene que pasar a por un compañero suyo antes, así que se lleva el coche.

Valentina, va tranquila durante el trayecto, cuando llegan, Aitor toca el pito y la puerta se abre. Valentina, no puede parar de pensar en el chico que le ha llamado sosa. El amigo de su primo sale y se van hacia el colegio.

Valentina entra a clase y reconoce a la chica alocada que se encuentra sentada encima del respaldo de un sillón del salón de actos. Es Estrella, su mejor amiga. Es un tanto olvidadiza, casi siempre es Valentina la que le salva de sacar suspensos, pero al final, no pueden estar la una sin la otra.

La presentación empieza y el nuevo director del centro, empieza a nombrar a los tutores de los nuevos cursos. Valentina y Estrella, van a la misma clase. Algo tendrá que ver, que el padre de Babi, sea el vicerrector de la escuela. Pero para sorpresa de Valentina, entre una de las alumnas, se encuentra una llamada Babi. No sería muy extraño de no ser, porque no se conocen muchas con ese nombre.

-¿Babi? ¿Se llama como tu madre? –Dice sorprendida Estrella.

-Si, me parece muy extraño. Según mi mamá, no es un nombre muy común, ya que viene de Francia.

-Preguntemosle. A lo mejor sois familia lejana o algo. –Dice Estrella, mientras se mete un chicle de clorofila en la boca.

Se levantan las dos y se disponen hacia donde está la chica sentada, esperando a que su nuevo tutor se dirija hacia la clase.

-¡Hola! Soy Valentina Montero Alcázar y ¿tú? –Dice Valentina, con una grandísima sonrisa.

-Hola, yo soy Babi Mancini Herreruela. Encantada.

-Vamos juntas a la misma clase. Si quieres te puedes venir con nosotras. También estamos solas. –Dice Valentina, mientras se dirige hacia la clase y le da un codazo a Estrella que no se está enterando de nada.

-Ah, sí. Por supuesto. Si quieres puedes compartir pupitre con nosotras tres. –Dice Estrella, complaciendo a Valentina.

-¿Eres de aquí? No me suele haberte visto nunca. –Dice Valentina, cuando ya están sentadas en sus pupitres.

-No, nací en Barcelona, pero vivo aquí ahora. De hecho mi mamá vino a este colegio.

-¿Sí? ¡Dios! ¡Que casualidad! Mi mamá también estudió aquí. Llámame loca, pero tú y yo tenemos muchas coincidencias. Y tú nombre es uno de ellos. Mi mamá se llama Babi, como tú.

-¡No me lo puedo creer! Tengo que decírselo a mi madre cuando llegue a casa.

-¿Y no tendrás un seudónimo para poder diferenciarte de ella? –Dice Valentina.

-Me puedes llamar monilla, me lo llama mi primo, porque dice que ese nombre no le gusta.

-Pues dile a tu primo, que no sabe nada de lo que es bueno o feo.

Las dos se echan a reír. Que se llame igual que su madre, hace que haya un lazo muy fuerte entre ellas dos. Tras meses y meses juntándose, las tres amigas se habían hecho inseparables, iban a todos lados juntas, hacían los deberes juntas, pero nunca, Valentina y Babi, habían ido a sus respectivas casas. Pero un día las tres quedaron con sus mamás para ir a casa y Babi, con Hugo para venir a recogerla.

-Oye, Babi, ¿te gustaría conocer a mi mamá? Somos amigas mucho tiempo y todavía no hemos coincidido. Así hacemos tiempo hasta que venga tu primo. Las dos se acercan al coche donde se encuentra Babi y Valentina decide presentarle a su amiga.

-Mamá, quiero presentarte a alguien. –Dice Valentina con una sonrisa de oreja a oreja.

-Hola señora, mucho gusto conocerla. –Dice Babi cortésmente.

-El gusto es mio señorita. Me gusta mucho tu nueva amiga cariño. –Le dice sonriendo a Valentina.

-Pues más te va a gustar cuando te diga que se llama Babi Mancini Herreruela.

-Oh, pues yo me llamo igual, pero Babi Alcázar. Debemos de tener familia en Italia, por llamarnos así. ¿Por qué te llamó así tu mamá? –Le pregunta Babi a la amiga de su hija.

-No sé, ella dice que siempre le ha gustado ese nombre. No me ha dicho por qué.

-¿Has vivido siempre aquí? –Le pregunta Babi dudosa.

-No, yo he vivido siempre en Barcelona, pero mis papás se separaron y mi mamá y yo nos vinimos al otro apartamento que tiene mi tío aquí.

-Bueno, después de toda la conversación. Hemos pensado que podíamos llevarla a casa, para comer con nosotras.

-Pero hija, tenemos la casa patas arriba. A lo mejor tu amiga va a sentirse mal. –Dice Babi. Se habían comprado una buena casa, como condición de Roberto por separarse. Él y Daniela no se llevaron bien nunca y con tal de que su hija no se relacione con su tía, fue capaz de comprarles una de las mejores casas de la urbanización. Casa que se encuentra en frente de la de su tía Daniela.

-No, señora. Mi casa en estos momentos está igual o peor que la suya. –Le dice Babi la hija de Katina a Babi.

-Pues entonces, móntense en el coche y vamos a preparar la comida.

De camino a casa, Babi, nohace nada más que pensar en la nueva amiga de su hija, que por si no fuerapoco, le recuerda a alguien. De pronto, le llega un flash de ella con su amigaKatina, antes de una fiesta, en la que Katina, le decía que si ella tenía unahija la iba a llamar como ella, Babi. 


Cuando Me Necesites.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora