Cuando Me Necesites.

Capítulo 21.

Roberto y Moni cada vez quedaban más, se veían más a menudo, Moni ya se lo había contado a Katina, la cual no le dijo nada, porque de nunca le ha gustado interponerse en los amoríos de su hija. Pero estaba claro que no veía del todo bien aquella relación.

-Hola Roberto, ¿Qué vamos a hacer hoy? –Dice Moni abrazándolo.

-Pues he pensado que podíamos ir a pasear un rato, tengo algo muy importante que decirte.

Moni que no sabía lo que era, se asustó. Llegaron a una zona de jardín donde muchas parejas se tumbaban.

-Bueno, sé que es muy pronto para decirte esto, pero no he estado tan seguro como ahora de lo que voy a decirte. Babi Mancini Herreruela, ¿Quieres casarte conmigo? –Dice Roberto sacando un anillo de su bolsillo.

Moni que no tenía ni idea que decir se quedó patidifusa. El hombre que le estaba pidiendo matrimonio le sacaba 20 años. Que su mamá supiese que estaban juntos tenía un pase, pero esto... Aun así, Moni ciega de amor aceptó.

-¿Y cómo lo vamos a hacer? Es decir, ¿Con qué dinero vamos a pagar la boda?

-Nena, no te preocupes por eso, está todo controlado.

Esa misma noche, se reunieron todos en la casa de Katina para decir que se casaban, Babi y Roberto desde su separación habían tomado otra clase de relación, solamente y exclusivamente por su hija y claro está ya no había nada que los ataba.

Pasaron los meses y llegó la boda de Roberto y Moni, ella iba estupenda, con un vestido corte sirena, con un recogido que dejaba entrever su maravillosa espalda y él iba con un traje propio de novio.

En la boda asistieron Valentina que iba en compañía de Hugo, Babi y Hugo que después de jurarse el amor eterno estaban más felices que nunca, y Katina, que era la madrina ya que el papá de Moni no asistió. El banquete se celebró en la casa de Roberto, la que se compró cuando se separó de Babi.

Las copas ya hacían mella en todos los invitados y Hugo con la valentía que el vino y unas cuantas copas le daban, se levantó de la mesa y dijo unas palabras dirigidas para su amada Babi.

-Óiganme. Hoy estamos en una boda en la que muchos nos ha sorprendido, ni siquiera sabíamos de su existencia, pero ¿Saben qué?, que eso da igual. Dos personas que son felices juntas, tienen derecho a todo. ¿Por qué fastidiarlo? Quien me iba a decir a mí que iba a estar hoy, aquí, en la boda del exmarido de mi amada, somos mayores y hay que aceptar cuando las cosas siguen ahí y hay que ir a por ellas. Por eso, como dicen que de una boda, sale otra boda, me gustaría saber si, ¿Me harías el honor de convertirte en mi mujer, Babi Alcázar?

Todos se quedaron boquiabiertos, Valentina y Hugo se quedaron atónitos cuando oyeron aquello, pero estaban felices. Por fin estaban donde querían. Al lado el uno con el otro.

Babi se levanta y se abalanza sobre Hache. –Claro amor mío, he estado deseando este momento toda mi vida. Por fin se cumple. –Ríen mientras se comen a besos.

Todos estaban cansados de la boda, así que cada uno se iba para sus casas.

-Mamá, hoy duermo en el piso con Hugo, no me esperes. –Dice Valentina.

-De acuerdo, pero con protección, no quiero ser abuela antes de tiempo.

-Pues serías una abuela fantástica. –Le dice Hache al oído.

Babi estaba extasiada, había sido el mejor día de su vida, la relación con su ex marido había mejorado un poco y por fin iba a ser la mujer de Hache. Como Gin dijo. Pero algo le atormentaba.