Capítulo 8.

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Al siguiente, Valentina, se despierta demasiado tarde como de costumbre. Su madre que está haciendo la colada como cada sábado pasa a su habitación y le pregunta:

-¡Buenos días Vale! ¿Qué tal la noche de ayer? Tuvo que ser muy buena porque Monilla no ha parado de llamar al teléfono. ¿Ha pasado algo? –Dice Babi, con la esperanza de que su hija le diga algo.

-No, mamá. Sólo que era nuestra primera fiesta y nos lo pasamos bien. Las chicas de mi edad, quedan al día siguiente para contarse lo que ha sucedido en la fiesta. –Dice Valentina mientras se viste adecuadamente.

Babi se va de la habitación sabiendo que no es verdad lo que le está contando su hija. Ella también pasó por la edad. Valentina se sienta en su escritorio para estudiar sobre el examen de historia que tiene el martes, cuando de pronto, su teléfono empieza a sonar.

-¿Qué pensabas que no me ibas a decir lo que pasó ayer? –Dice Monilla.

-Ay Moni, no pasó nada. Sólo que el estúpido de tu primo me encerró en una habitación y nos tuvimos que meter debajo de una de las camas para que no supiesen que estábamos allí. Y me besó y mucho. Pero nada más. Yo no le gusto, no quiero hacerme ilusiones.

-¿Qué te besó? ¿Y eso para ti no es nada? Jolin Valentina, ya te lo pasaste mejor que yo. La verdad que no sé muy bien que decir. Mi primo la verdad que no ha durado mucho con las mujeres, siempre tiene una cada fin de semana, pero que te besase así...la verdad no sé porque lo hizo. ¿Quedamos esta noche?

-Muchas gracias por tus ánimos. –Dice irónicamente. –No puedo, mejor me quedo estudiando, y tú, deberías hacer lo mismo. Esta vez no me voy a jugar la nota por ti.

-Anda, no seas sosa. Si mi primo seguro que estará por allí, tiene que  explicarte lo que pasó ayer.

-Moni, sabes igual que yo que tu primo no es de dar explicaciones. Simplemente se aburría y decidió tontear con una cría y ya está.

-Bueno, bueno, haz lo que quieras. Hoy viene un DJ súper conocido a los aros del puerto, yo voy a ir, si quieres ir, llámame y paso a recogerte.

Babi colgó el teléfono y siguió estudiando, ella no pintaba nada en ese sitio. A demás tenía que hacer un examen muy importante, tenía que estudiar.

Después de unas cuantas horas, sintió como la necesidad de ir a esa fiesta. Así que llamó a Monilla.

-Sabía que ibas a venir. Me paso en una media hora a por ti. No tardes.

Valentina se puso unos pantalones ajustados, los que mejor silueta le hacían, una camisa holgada como a ella le gustaban, unas sandalias y llevaba una chaquetita por si refrescaba. En media hora llegó Monilla, pero para su sorpresa, ésta no iba sola.

-Mamá, voy a salir con Moni. Te dejo el teléfono de la madre de Monilla, por si tienes que llamar para algo. Yo tengo mi móvil sin batería y Moni lleva el de su madre.

-Ten cuidado hija. –Dice Babi mientras ve a su hija marcharse en aquel coche con Moni y otro chico.

-Le he dicho a mi madre que podía llamarte a ti, porque mi móvil no tiene batería. –Le dice a Moni.

-¡Oh! ¡Mierda! Me he dejado el móvil en casa. No podemos ir a por el. Espero que no llame.

-Espero que no.

Llegan a los aros del puerto y se bajan del coche. Hugo que sale el último, coge del brazo a Valentina.

-¿Qué? ¿Suplicando otro beso? –Le dice Hugo a Valentina acercándose a su boca.

Cuando Me Necesites.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora