Capítulo 2.

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-¿Cuántas veces te voy a decir que no quería a Roberto? Tú eras la que se quería casar con él, no yo. Ya me condicionaste la vida una vez, no quiero que me lo hagas otra vez. No me extraña que papá se fuese. -Le dice Babi a su madre, cuando ésta, está haciendo las maletas. 

-¿Todo esto lo haces porque aún sigues queriendo al motero asqueroso ese, no? ¡Di la verdad! Recuerda que tienes una hija con Roberto. -Le dice con furia en la mirada. 

-¿Y si lo hago qué? Roberto y yo hace mucho que no nos comportamos como tal, estoy harta de aparentar cosas que no soy. Soy bastante mayorcita como para saber lo que hacer y lo que no. 

Babi era la gerente de la empresa de los papás de Roberto. 

-Me voy mamá, me voy con Daniela. Cuando llegue, te aviso. 

Monta en el Mercedes que Roberto le compró por regalo de pedida, pone en su navegador la dirección de Daniela y minutos después llama. 

-¿Hola? -Dice Daniela. 

-Hola hermanita. ¿Te acuerdas de mí? -Dice Babi con lágrimas en los ojos. 

-Claro que me acuerdo de ti. ¿Cómo no me iba a acordar de ti? ¿Qué es de tu vida? 

-Primero quería pedirte un favor, ¿Podría irme a tu casa a pasar unos cuantos días? Por lo menos hasta que encuentre otro piso por allí. 

Daniela se queda sin habla, pero le falta tiempo para decirle que es su casa y que la están esperando con los brazos abiertos. Una hora después se encontraba deshaciendo toda la ropa en la habitación de los invitados. Daniela, se había quedado con la casa de la familia, después de que su padre se hubiese ido con la camarera y su madre con Babi y Roberto. La habitación de Babi estaba igual que como la dejó. Pero no se acordó de quitar una cosa. Los recuerdos de Hache.

-¿Cómo puedo olvidar a Hache, Daniela? –le dice a su hermana hundiéndose en su regazo.

-¿Sigues enamorada de él?

-Mucho. No sabes cuánto. Fue por él, por lo que dejé a Roberto. Creo que he hecho mal, debía de haber seguido con Roberto.

-¿Y qué? Si hubieses elegido quedarte con él, habrías elegido mal, Babi. Tú no querías a Roberto, nunca lo has querido. Sólo que mamá te obligó y tú pensaste que era mejor casarte con él, para olvidarte de Hugo. Bueno, mira, vamos a hacer una cosa, ¿por qué no dejamos esto para luego y vamos a tomar unas tortitas como las que comíamos antes?

Se preparan, dejan a Valentina con Aitor, jurándole que no iban a tardar mucho en llegar. Cuando están sentadas, algo en la acera de enfrente, le resulta familiar a Babi, no sabe muy bien que es. Justo llega su hermana con las tortitas y prefiere olvidarse.

-Bueno, Babi, antes que nada, tenía qué decirte algo que me ha pasado esta mañana cuando estaba en la cafetería Roswell.

Justo entonces, ve salir de la floristería de enfrente a Hache. Babi, sale corriendo de la cafetería con la esperanza de poder ver a Hugo, pero cuando sale, es demasiado tarde. Hugo ya se ha subido a su moto y se dirige a su casa.

-Babi, sobre él te quería hablar. Esta mañana me lo he encontrado y me ha preguntado por ti. No sé por qué, pero creo que aún sigue enamorado de ti.

-Daniela, no digas estupideces, ¿Cómo va a seguir enamorado de mí, si está con Gin?

-Igual que tú has estado casada con Roberto y has estado enamorada de él, hermanita.

Las dos se dirigen todo el camino en silencio. Daniela, no se atreve a hablar de nada, por miedo a como reaccione Babi. Y Babi, se siente muy avergonzada de como se ha puesto en la cafetería.

-Dani, no me esperes para la cena, no tengo hambre. Me voy a dormir un poco, para descansar.

-¿Estas segura, Babi? Es muy temprano para meterse a la cama. Si te pasa algo no dudes en llamarme, ¿vale?

Babi, se mete en su habitación, se tumba en su cama, que tenían otras sábanas diferentes, y mira hacia todas partes. Mira como siente que siendo esa su habitación, no la encuentra como suya. No puede aguantarse y va hacia su armario, encuentra la maraña de foto, que unos años antes arrugó para intentar olvidarse de él. No sabe por qué, pero coge su móvil e intenta llamar a Hugo.

-¿Hola? –Dice Hugo que está a medias de afeitar.

Babi no se atreve a decir palabra, por lo que decide cortar la llamada.

Se echa a llorar, sin saber lo que de verdad está haciendo, así que piensa que lo mejor que puede hacer para que este día infesto, acabe, es durmiéndose.



Cuando Me Necesites.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora