Un Mar de Posibilidades

14. Sky Evans

Estaba muy contenta. Volveria a participar en peleas y competiciones de boxeo. El boxeo era una parte fundamental de mi vida, amo ese deporte a pesar de quien me lo enseño.
Mucha gente dice que bailar les relaja, pues a mi dar puñetazos y sudar como un cerdo me tranquiliza, llamadme rara si quereis.
A los cinco años aprendí lo basico del deporte, fue mi padre el que nos lo enseño a mi hermano y a mi.
Es lo unico que aborrezco de todo el boxeo, aprendimos gracias a los golpes de nuestro padre y sus amigos.
Acabamos en el hospital varias veces con huesos rotos, incluso mi hermano quedo en coma tras una gran paliza.
Despues de eso no fue el mismo.

Hoy era Viernes y no me apetecia ir a clases, le dije a Hel que le avisase al profesor de que me encontraba mal, una mentira muy vista pero no se nos ocurrió nada mejor.
Además tenia que preparame mentalmente para hoy a la noche, después de varios años volveria a ver a mi padre y no me hacia ninguna gracia.

Nadie lo sabia excepto Alex que insistió en ir aunque yo me negase.
No queria meter a nadie en mis problemas, por otro lado me sentia mas segura de tener un apoyo alli.

Me habia mandado un mensaje a la mañana con la direccion de su casa, no quedaba muy lejos de aqui, con salir diez minutos antes bastaba.

Esa mañana la dedique a descansar y prepararme para la noche. Ya tenia decidido el vestuario, unos leggins de cuero, un top planteado, mis tacones negros de 10 cm y la chaqueta de cuero de mi hermano.

Me puse varias películas para matar el tiempo, una de ellas fue El viaje mas largo, cuando vi esa pelicula por primera vez me encanto, me da igual el tipo de película que sea (miedo, humor, ficción...) me encanta cualquiera.

Cuando acabo la pelicula me prepare la comida y puse otra, esta se llamaba If I stay... era bastante triste, era una de esas peliculas que te recordaba que la vida no es un cuento de hadas, unicornios y colores; mas bien era lo contrario.
El movil me sacó de mis pensamientos, me estaban llamando desde hacia un rato pero yo estaba enfrascada en mis cosas.
Lo cogí sin mirar quien era.

-¿Si?- tardaron un rato en responder, hasta que oí su caracteristica voz.

-Hola pequeña, ¿No has guardado mi numero?- se hizo el enfadado

-Creí que no eras lo suficientemente importante- si hay algo que duele, es que te den en todo el orgullo.

-Has cometido un grave error, entonces- podia notar la sonrisa que estaba apareciendo en su rostro- Queria pedirte un favor pequeña.

-Tu dimelo y ya vere yo si me apetece hacerlo.

-Necesito que vengas un rato antes a mi casa porfavor, es importante.

-¿Porque? Ya se lo que pasa, me hechas de menos y quieres estar mas tiempo conmigo ¿A que si?

-¿Sabes donde queda el cielo?, pues tu ego anda por ahi suelto, yo que tu lo bajaria un poco por si acaso, no vaya a irse mas lejos.

-Muy gracioso, ¿A que hora voy a tu casa?

-Te veo a las nueve, pequeña- dicho eso me colgó.

A parte de eso la tarde paso normal, no tenia nada que hacer ya estaba peinada, maquillada y vestida, solo tenia que esperar.

Eran las nueve menos diez cuando decidí salir de casa, me lleve el coche por si acaso queria Alex venir conmigo.
No me llevo mucho tiempo encontrar la casa, por fuera era bastante bonita, era azul celeste, no era muy grande y tenia un jardin muy cuidado.
Me acerque a la entrada y toque el timbre. La puerta se abrió mostrando a una niña de nos mas de 6 años.

-Hola, princesa. ¿Esta Alex?- le pregunte poniendome a su altura.

-Si, esta en el baño. ¿Como te llamas?
¿Eres su novia?- puso sus manitos en mis hombros, girandome para verme por todos lados- Eres muy guapa.

-No princesa, soy una amiga. Me llamo Darelle ¿Y tu?

-Me llamo Sky y Alexito es mi hermano. Ven pasa- me cogió la mano y me llevo al sofa donde me empujo para que me sentase- ¿Te gustaria ver Frozen conmigo?.

-Me encantaria- Sky se levantó del sofa a poner la pelicula.
Se escucharon unos pasos bajando por la escalera dando lugar a Alex.
Cuando me vio sonrio y me guiño el ojo, yo rode los ojos por fastidio.

-Hola, pequeñas- le dio un beso a su hermana en la mejilla y otro a mi tomandome, por sorpresa- Gracias por venir, necesitaba ir al supermercado y no tenia con quien dejarla.

-No hay problema, vamos a ver Frozen, asi que vamos a estar entretenidas. Puedes ir tranquilo, yo la cuido- le di mi sonrisa mas sincera para que viese que hablaba enserio.

-Muchas gracias de verdad, pequeña- me dio un ultimo beso en la mejilla y se levanto del sofa- Vuelvo en media hora. Adios- dijo saliendo por la puerta.

-¿Ya has visto Frozen?- me pregunto Sky sentandose al lado mio.

-Si y muchas veces, mi personaje favorito es Olaf- y es cierto, ese muñequito de nieve me ha hecho sacar varias carcajadas- Me ha hecho reir muchas veces, asi mira- empeze a hacerle cosquillas por la tripa y los pies, ella no paraba de revolverse y reir a todo pulmón.

-Para, para...- deje de hacerle cosquillas, la pelicula iba a empezar- Me duele la tripa de tanto reir- me dijo con una sonrisa, mientras se acostaba en el sofa dejando su cabeza en mis piernas y acurrucandose junto a mi.
La pelicula ya estaba por acabar, se me había pasado muy rapido.
A pesar de que la habia visto varias veces, siempre conseguia sacarme una sonrisa.

Cuando acabo la pelicula, miré a Sky haber como estaba y si necesitaba algo. La princesa se habia quedado dormida en mis piernas mientras le acariciaba la cabeza. Se parecia mucho a su hermano, tenia los mismos gestos, el mismo color de ojos. Era una Alex en versión femenina y pequeña.

La puerta se abrió, mostrando a un Alex cargado hasta arriba de bolsas de la compra, se nos quedo mirando con una sonrisa muy tierna.
Dejó las bolsas en el suelo, sacó el movil y nos sacó una foto.

-De ahora en adelante, esta sera mi foto preferida- recogió las bolsas y las dejó en la cocina, cuando volvió al salón, cogió a Sky en brazos- La llevare a su habitación. No lo entiendo siempre le cuesta quedarse dormida, nunca lo habia conseguido tan rapido.

Empezó a subir las escaleras, al cabo de cinco minutos bajó solo.

-Ya podemos irnos.

-¿La vas a dejar aqui sola?- no me convencia la idea.

-A mi tampoco me gusta la idea, pero cuando no puedo quedarme en casa, le dejo una nota en la cocina diciendole que volvere en un rato.
Normalmente llegó antes de que despierte, pero mas vale prevenir que curar.

-Acepto tu opinión pero no la comparto, que te conste- entiendo que a veces no pueda estar con ella, pero nunca me ha gustado dejar a niños solos desde lo que pasó aquella noche.

-Yo tampoco estoy de acuerdo, pero no tengo otra opción- abrió la puerta y me espero en ella- ¿Vamos?

-Vamos- le conteste seriamente.
Solo pensar en que veria a mi padre, me entraba dolor de cabeza.