Capítulo seis

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No he pegado el ojo en toda la noche, ¿como puedo sentir algo tan fuerte por una persona si solo he hablado con ella nada más que 5 palabras? esto me resulta muy lejano, en mi vida había sentido algo así.

Esta mañana no me fui con Tessa y Dess hacia el instituto.

Estoy muy preocupada, ¿y si no me perdonan? ¿y si no me hablan más? joder, vaya paranoias me monto yo sola en mi cabeza, ellas no son así, seguro que me perdonarán.

Suena el timbre para el recreo y bajo al banco en el que siempre estamos. Las espero y no vienen.

Hasta que por fin las veo a lo lejos, y además se están acercando hacía mí.

—Chicas, yo lo siento de verdad, espero que me perd...—

Dess me corta.

—Lux, no te preocupes, claro que te íbamos a perdonar pero, cuentanos lo que te pasó, necesitamos saberlo—.

—Vale, bien, eh... a ver como empiezo— esto es algo nuevo para mí —¿visteis ayer al dependiente de la tienda, no?—

—¿El chico rubio de ojos azules?— pregunta Tessa.

—Si, pues creo que... — hago una pausa —me gusta. Aunque no sé si me gusta, es raro que me guste, ¿o yo sólo lo veo raro? joder chicas, no sé que me pasa—.

—Vale, puede ser que te sientas atraída por él— responde Teresa.

—Espera, ¿entonces por qué querías irte de la tienda?— pregunta Desi.

—Me sentía muy rara y confusa, y la verdad no estaba para ponerme a ver vestidos como comprendereis. Cuando le miraba a los ojos sentía como si pudiera estar el resto de mi vida mirándole— respondo.

—El chico estaba para darle, pero... ¡tranquila! ¡todo tuyo!—.

—Entonces... ¿os importaría volver a acompañarme?— pregunto con la esperaza de que me digan que sí.

—Pues claro, pero... ¿te parece que vayamos a otra tienda mejor? estarás distraída si vamos a la misma— pregunta Tessa.

—Sisisi, claro...— respondo.

—¿Harry vendrá?— pregunta Tessa.

—No lo sé, ayer dijo que había quedado, así que supongo que no— responde Dess.

—¡Tarde de chicas!— exclama Tessa levantando los brazos.

Llegamos a otra tienda diferente de la de ayer. Escogemos tres vestidos, uno escogido por Desi, otro por Teresa, y otro por mí.

Me pruebo primero el de Dess ; es un vestido color blanco roto. La parte de arriba y la parte de abajo están separadas. Están decoradas con un encaje precioso, me gusta.

Teesa y Dess fijan la mirada en mí nada más abrir la periana del probador.

—Te queda muy bien, pero te hace más mayor de lo que eres— hace una pausa— aunque eso en parte está bien—.

—Me gusta bastante, y opino lo mismo que Tessa, pero pruebate todos y ya decidimos con uno— termina de decir Dess.

Entro de nuevo al probador y me pruebo el vestido que ha escogido Tessa ; es un vestido largo. La parte de arriba es en forma de corazón y de un morado muy oscuro, la parte de abajo de y arriba es separada por un cinturon ancho. La parte de abajo es larga y tiene un degradado blanco hasta el final del vestido que se queda en morado. Me encanta.

_¡Pero que pivonazo!— grita Teresa.

La dependienta nos mira raro.

—Yo te daba— añade Dess.

El ultimo lo he escogido yo ; es rosa pastel, de manga larga pero muy fina. El cuello es bastante abierto. Es un vestido corto, muy sencillo, pero eso es lo que me encanta de él.
Salgo y se quedan impresionadas.

—¿Y...?— hago una pausa para que me respondan.

—Me has puesto cachonda y todo— dice Dess y todas nos reimos.

—Lux, querida, este es tu vestido, te queda perfecto— dice Tessa.

—¿En serio?— pregunto asombrada.

—Totalmente, venga quitatelo y mientras te vistes lo pasamos por caja— dice Dess impaciente.

—Pe-pero...— respondo queriendo hablar pero Tessa me corta.

—Ni peros ni peras, no seas tan indecisa, venga— me da un empujoncito hacia el probador.

Esto es bastante raro para mí, ya que siempre tardo la misma vida en decidirme por algo... pero bueno, no me voy a quejar ya que así es mucho mejor.

Cuando llego a casa le enseño a mi madre el vestido. Se queda asombrada y exclama: —¡Es precioso!—

He tenido suerte, no me ha costado trabajo decidirme.

Mi hermano pasa por al lado nuestra y se queda observando el vestido.

—Uh, que cortito...— dice riendose.

—Como tú_ digo guiñandole un ojo, vacilandole.

Subo arriba y me quedo asombrada. Siempre que le vacilo acaba pegandome, se ve que ha madurado, le ha costado su tiempo.

Me echo en mi cama preparada para dormir y siento que está noche será como la de ayer, necesito sacar a Niall de mi cabeza, pero me resulta imposible.

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Nota de autora:

En multimedia tenéis el vestido.

Gracias, espero que os esté gustando, y ya sabéis ¡votad!

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