Capítulo V: "El sabor del pecado"

168 10 0
                                    

*Columbus 72, Midtown*

Todos llegaron a sentarse en la misma mesa de siempre, Verónica no se veía preocupada, muy por el contrario, su semblante era tranquilo y seguro; cuando Stefan y los muchachos fueron a la barra por las bebidas, ellas se quedaron solas...

I: estás muy tranquila Vero, ¿no te da miedo lo que pase con Aarón?

V: (calma) ¿para qué te lo niego?, sí tengo cierto temor pero la joven es noche y no sé qué pueda pasar mañana así que pienso disfrutar intensamente mi amor por Stefan y que Dios decida por mí el mañana

O: (tragó en seco) pues entonces roguemos que Dios te tenga piedad hermana porque después de cómo le contestaste a tu marido, dudo mucho que él te lo tenga y no quiero ir al hospital de nuevo por ti (temerosa)

V: no pensemos en eso por favor y les ruego, no mencionen nada sobre la llamada con Aarón, no quiero inquietar a Stefan, sólo quiero disfrutar la noche (sonrió)

I y O: de acuerdo

Los muchachos regresaron con las bebidas, como siempre, Olga, Ingrid, Hahn y Derek se levantaron a bailar desde el primer trago; a diferencia de Stefan y Verónica que se quedaron platicando entre varias copas de tequila...

*Departamento de Olga*

Grace estaba preocupada, era claro que Aarón estaría furioso y quería irse a la mansión para ir tentando terreno y, de ser posible, ayudarle a Verónica pues tanto ella como Olga e Ingrid, desconocían que Vero estaba preparada para enfrentarlo por primera vez aunque no del todo. Decidió hacer sus maletas, dejarles una nota a las chicas y marchar a la mansión para ver cómo estaba Aarón, aunque ya se imaginaba que bastante furioso...

*Columbus 72, Midtown*

Verónica y Stefan se encontraban platicando, ya tenían varias copas en el cuerpo pero estaban completamente conscientes de lo que hacían, una música sensual inundó el ambiente, era cierto que ahí preponderaba la bachata pero uno que otro bolero no faltaba...

S: ¿me permitirías esta pieza?

Verónica accedió con la simple mirada y se dirigieron al centro de la pista; se olvidaron del mundo y sus alrededores, simplemente querían disfrutarse, sentir la respiración cerca del otro, la calidez de sus cuerpos...

Stefan rodeó su cintura atrayéndola lo más cerca posible, se acompasaron a un ritmo lento y sensual, nuevamente como en aquella noche en que se conocieron, la pasión desbordaba en ellos pero agregando otras intenciones; ya no eran un par de desconocidos bailando una nota musical, eran dos amantes jugando con fuego, dos almas con necesidad de ser uno solo, dos corazones ardiendo de pasión y deseo contenido...

Se guiaron durante un rato en el baile, él disfrutaba acariciar su espalda y darle pequeños besos; ella se acurrucaba en su pecho y después también lo besaba. El calor comenzó a subir y la situación cambió de rumbo...

S: (susurrando seductoramente) vamos a otro lado a seguir celebrando esta noche

V: (pícara) estaba esperando ese plan (sonriendo)

Stefan sonrió, fueron a recoger sus cosas a la mesa y sin decirle a nadie desaparecieron del salón; él la guio por un par de pasillos, todo estaba preparado, eso era un hecho. Dentro del mismo antro había un privilegio para ellos pues el jefe era íntimo amigo de Stefan...

Entraron a una habitación bastante acogedora, sus paredes eran rojas, las luces daban un toque de más sensualidad al ambiente, la música también terminaba de dar un complemento perfecto, Stefan la abrazó por la espalda...

El Perfume del AdulterioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora