Capítulo VII: "Plan al descubierto" (Parte I)

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V: nada, simplemente mi suegro dijo que quiere verme (calma)

I: ¿para qué? Si se supone que Don Fernando no estaba en Nueva York, ¿a qué vino?

V: eso sólo lo sabré hasta hablar con él, antes no creo (suspiró) me citó en media hora así que me voy (recogiendo sus cosas)

S: espérate (deteniéndola) ¿estás segura que no es peligroso ir sola a ver a ese hombre? (preocupado)

V: no lo sé, es la tercera vez en estos 4 años que lo voy a ver, así que no lo sé

I: ¡ay Verónica! Pero si es el padre de Aarón, no hay mucho que pensar

V: no lo creo, no siento que Don Fernando sea igual y no se preocupen, en cuanto terminemos nuestra reunión, que espero sea breve, regreso para ver si comemos todos juntos (miró a Stefan) no te preocupes mi amor, todo estará bien, quédate tranquilo (lo besó)

Tomó sus cosas y salió del apartamento con rumbo a la cafetería en que acordaron verse; se había puesto los lentes para disimular algunos golpes, al llegar, Don Fernando ya se encontraba sentado esperándola...

F: (abriéndole la silla en cuanto la vio) hola Verónica, me da mucho gusto verte, siéntate por favor

V: (nerviosa) gracias y para mí también es un gusto verlo de nuevo

F: ¿gustas tomar algo?

V: no muchas gracias (jugaba nerviosa con sus manos)

F: (sentándose) ¿te preguntarás para qué te he citado, no?

V: francamente sí, me sorprende verlo, creo que en este tiempo es la tercera vez que hablamos y no comprendo

F: quiero que tratemos un asunto delicado e importante Verónica, obviamente, relacionado con Aarón

V: (más nerviosa) ¿con Aarón? ¿Qué es lo que pasa?

F: eso mismo quiero que tú me digas, muchacha, ¿qué pasa con mi hijo? (Su tono era seguro)

V: ¿qué pasa de qué señor? Todo está bien (evadiéndole la mirada)

F: ¿crees que no me he dado cuenta de los golpes que tienes en la cara Verónica? (Irónico) sé mucho más de lo que te imaginas

V: ¿cuáles golpes? No sé de qué me habla (con cierto temor)

F: (de un movimiento le quitó los lentes) hablo de esas marcas muchacha

V: fue un asalto, Aarón también está golpeado (excusándose)

F: ¿me crees ingenuo? Yo no soy como tus padres que se creen los cuentos que les inventas de cada golpe

V: pero es que

F: (interrumpiéndola) no estoy del lado de Aarón si es lo que te preocupa Verónica, simplemente quiero ayudarte y contarte algunas cosas que desconoces de tu marido y de mí

V: ¿qué puedo desconocer que sea importante? (Indiferente)

F: ¡mucho hija, mucho! (Suspiró tomando valor) primero que nada, debes saber que no crié a Aarón, me enteré de su existencia cuando cumplió 18 años y a partir de ahí lo comencé a tratar

V: (sorprendida) ¿y antes qué fue de él?

F: mi hijo creció al lado de un borracho que le pegaba a su madre, con el tiempo he ido investigando cosas que no me agradan y me he llevado muchas sorpresas, por eso te pido que me tengas confianza (le tomó la mano)

El Perfume del AdulterioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora