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1: ¿No te acuerdas? ~ Mario Götze

¿Cuándo te veré de nuevo?
Te fuiste sin un adiós.
Sin decir una sola palabra.
Sin un último beso para sellar alguna grieta.
No tenía ni idea de en qué estado estábamos...

Y ahí estaba yo, una vez más pidiéndole una sencilla explicación al frío vidrio de mi ventana para que callara a mi corazón de una buena vez.

Pero esta como cualquier otro, no tenía esa respuesta, esa explicación que mis sentimientos tanto necesitaban ahora...

Veía al atardecer caer por completo y a una fría noche levantarse acompañando así a mi paralizado corazón mientras me preguntaba una y otra vez, ¿cuándo te veré de nuevo?

~~~

—¿Qué nos está pasando Mario? Siento no poder más con todo ésto. No puedo resistirme al desamor que cayó sobre nosotros. Necesito que vuelvas a ser el mismo de antes.

Lágrima tras lágrima recorrían mis mejillas y parte de mi cuello suplicándole una vez más que esto acabara.

No podía soportar un minuto más viviendo con la persona que amaba como si ahora fuéramos sólo unos conocidos más. Como si ahora no fuéramos nada.

Levantó su vista y me miró con sus ojos completamente apagados. No había ni un rayito de esperanza en todo esto.

Introdujo sus manos en sus bolsillos como siempre solía hacerlo cuando no sabía que hacer.

Negó con su cabeza lentamente ahora sin mirarme a los ojos.

En ese momento sentí a mi corazón quebrarse en miles de pedacitos más de lo que ya lo estaba. Mi llanto no resistió más y me trajo completamente abajo.

—¿Es todo?

Apenas logré formular esa pregunta de la que no quería recibir respuesta. Mis lágrimas corrían y corrían cada vez más incesantes mientras si a gran esfuerzo lograba mirarlo.

—Lo siento, yo, no...

En ese instante él no pudo resistirse más y salió con rapidez por la puerta principal dejando sus palabras colgadas de un hilo.

~~~

Desde aquel momento, mi vida cambió para siempre. Un infierno era lo que ahora habitaba en ella.

Esa noche lloré como nunca esperando como siempre, recibir un beso suyo, una abrazo suyo, unos que jamás llegaron, ni siquiera para despedirse de mí.

Desde ahí supe, que no tenía idea de lo que pasaba entre nosotros, desde ahí supe, que no lo volvería a ver más.

Sé que tengo un corazón inconstante, y rencor...
Y se me va la vista y, pesadez en la cabeza...