Me desperté desorientada, tenía muchísimo frío, y mi muñeca derecha me dolía horriblemente.
-Tranquila Lola.
+¿Dónde estoy? –intenté levantarme–
-Quieta, que te vas a hacer daño.
Soy Luisa, tu doctora a partir de ahora. Estás en el hospital.
+¿Y mi padre? ¿Dónde está mi padre?
-Tranquila, tu padre ha salido a tomar un café. El pobre estaba atacado de los nervios.
+Por mi puta culpa, soy una mierda, joder.
-Lola, intenta descansar. Dentro de un rato vendrá un psicólogo para hacerte varias preguntas.
+Está bien.
La doctora de pelo rizado y ligeramente anaranjado, se fue con un paso suave y decidido.
Cerró la puerta delicadamente, y yo suspiré.
No tendría que estar aquí, más bien, no debería de haber hecho eso. ¿Por qué lo hice? Joder.Pasaron unos 20 minutos, cuando la puerta se abrió. Apareció una muchacha joven, de unos 25 años, pelo castaño y muy sonriente.
-Hola Lola, me llamo María, soy la psicóloga del hospital. Vengo a hacerte varias preguntas, ¿puedo sentarme? –señaló el sofá–
+Claro, nada te lo impide.
-Y bueno, dime, ¿qué tal estás?
–¿en serio qué me pregunta eso?–
+¿Cómo quiere que esté después de intentar suicidarme?
–Un silencio incómodo invadió la habitación–
-Oh vamos, Lola. Solo quería saber si te sentías mejor después de todo lo sucedido.
+No puedo sentirme mejor después de eso.
-Tienes razón. Pero, hay algunas personas, las cuales les dan esos ataques, y después de pasarlo todo, dicen sentirse ligeramente mejor, o más en calma con ellos mismos. ¿Cómo te sientes tú en este instante?
–Me quedé un rato pensando–
+Es una sensación extraña. Siento tristeza, pero no por mi, sino por mi padre. Él no se merece que le haga esto.
-Lola, tú no controlas esos ataques que te dan.
Tu padre te quiere muchísimo, y él estará contigo pase lo que pase. He estado hablando con él, y es muy buen hombre.+Lo sé, pero estoy cansada, nunca sé cuando van a venir.
-Hace como dos años te diagnosticaron depresión, ¿no?
+Sí, todo comenzó a raíz de que mi madre falleciera en un accidente de tráfico. Me mandaron a un psiquiatra para que pudieran recetarme unas pastillas, que supuestamente me iban a ayudar. Creo que no lo hicieron.
-¿Qué te recetaron?
+Mirtazapina creo recordar.
-Es bastante fuerte, ¿no te sentiste un poco mejor a raíz de tomarlo?
+Al principio si, esa sensación de cansancio, y tristeza permanente fue disminuyendo. Al cabo de varios meses, mi psiquiatra me bajó la dosis, así hasta que se suponía que ya estaba curada, y que había superado mi depresión.
-¿Cuándo empezaste a notar que te volvían a dar estos ataques?
+Hace como 7 meses que estoy otra vez con ellos. Y antes de que pregunte, solo lo sabían dos amigos míos. No quería preocupar más a mi padre.
-Está bien Lola. ¿Los ataques son frecuentes?
+No, depende de cómo esté ese día. Alomejor tengo un día aparentemente feliz, pero me da de repente, ¿entiende?
-Si, creo que vamos a tener que hablar de muchas cosas. Me gustaría que te pasaras por aquí varios días a la semana. Mañana ya te darán el alta.
+Si le soy sincera, no tengo ninguna gana en volver a lo mismo otra vez.
-Tutéame por favor, y me da igual si no tienes gana. Creo que te va a venir muy bien, así podemos saber qué te ocurre exactamente Lola. No se puede vivir así.
–Me quedé mirándola pensativa–
+Está bien.
-Perfecto, el próximo Lunes te espero aquí, pregunta en recepción por mi, y ya te dirán donde ir, puedes acercarte a la hora que quieras. Ahora te voy a dejar descansar un rato.
+Adiós –dije con un gesto amigable–
Al irse María, entró mi padre a la habitación.
-Lola cariño, ¿qué tal estás?
+Papá, Lo siento...
-Sh, nada de lo siento ¿vale? –me dio un beso en la mejilla–
Voy a estar contigo siempre, pequeña
+Papá... –Me puse a llorar como una niña pequeña–
-No llores Lola, sé que eres fuerte, y no vas a estar sola. –Me dio un beso en la frente–Por cierto, tengo tu móvil, un tal Dani te ha llamado como unas 20 veces. Deberías de hablar con él. –Me acercó el móvil–
+Gracias papá.
-Estaré fuera para que puedas hablar tranquila.
Cogí el móvil, me disponía a llamarle...
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El de la foto es Dani, así me lo imagino.
¿Cómo os lo imagináis vosotros?
Gracias por leer. (:
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El desafío de Lola.
Fiksi RemajaLola, una humilde chica de 18 años nacida en Madrid. Marcada por la muerte de su madre, ataques de ansiedad y depresiones amenazan con su vida en varias ocasiones. Pero la vida de Lola está apunto de cambiar... Un torbellino de pasión, amor, tristez...