3.

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Harry.

—Ya llegue—Dijo Anne entrando a la habitación de Harry en el hospital— ¿Cómo te sientes?


¿Además del horrible temor de que en cualquier momento puedo morir?


—Muy bien mamá.


—Me dijeron que Jay saldría fuera de la cuidad unos días y que por eso no estará aquí para atenderte. —comentó—Así que su hijo mayor se hará cargo de ti, es estudiante de medicina y el personal del hospital dice que es algo amargado... ¿Te gustaría tener otra persona para atenderte?


— ¿Es el que tiene ojos azules y cabello castaño?


—Sí ¿Vino a hacerte los estudios?


—Se portó muy amable conmigo, tal vez le caí bien—se encogió de hombros—No quiero a otra persona, lo quiero a él.


Los días pasaron y le dieron de alta a Harry aunque él sabía que pronto regresaría. La enfermedad de Harry estaba muy avanzada pero por alguna razón, los tratamientos funcionaron y se detuvo por un poco más de un año.


Ahora la enfermedad había vuelto.


Harry sabía perfectamente a lo que se enfrentaría; cirugías, familiares que apenas conocía, más estudios, medicinas, tratamientos, hospitales, etc. Pero a él no le preocupaba, no le daba miedo morir, no le daba miedo pensar en su familia o en su madre destrozada en su funeral. Era un chico alegre y vivía cada día como si fuera el último. Como dicen; antes de que caigas en picada, tienes un último día bueno, lo horrible es que no puedes saber que pasara los otros días... por eso Harry era así, podría sentirse deprimido o increíblemente enfermo pero siempre tenía una sonrisa en la cara, no le gustaba pensar en que a la hora de su muerte fuera como..."desperdicie mi vida actuando como un idiota haciéndome la víctima y deprimido todo el día" si no que, le gustaba pensar en "los días que viví no fueron los mejores, pero estoy agradecido por haberlos vivido".


— ¿Te gustaría ir por un helado? —Preguntó Nathan—El día esta soleado y te hará bien.


— ¿Bien? No sé si lo recuerdas pero estoy muy, muy, muuuuuy enfermo—tosió falsamente—Estas podrían ser mis últimas palabras—Se recostó y sacó la lengua como si se tratara de un moribundo en un desierto.


—Eres un flojo—Rió.


Podría sentarse, lamentarse por su vida y odiar a todos, pero no. Harry sacaba chistes acerca de su raro diagnostico porque la otra opción era morir más rápido por una depresión que por leucemia.


Siempre que salía, Harry miraba a los otros chicos y se preguntaba ¿Por qué no puedo ser como ellos? Estaba enfermo, sí, pero sus padres no lo dejaban salir a ningún lado que no fuera con la familia ¿Y con quien mas podría salir si no tenía ningún amigo?


Louis.


—Hola hijo ¿Cómo te ha ido estos días en el hospital? —Preguntó su madre mientras hablaba con su hijo por teléfono.

I'm Sick (Larry Stylinson) By: Dbanhi CastilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora