"Gonza, no puedo dormir"
-¿Y qué haces despierto a esta hora?-pregunte terminando de limpiar lo que había hecho.
-Recién llego-contesto y yo lo mire incrédula-estaba con amigos-rio.
-Está bien fingiré que te creo-reí-¿Cómo has estado?-pregunte sentándome en una banqueta a su lado.
-Pues-se cayó un minuto-fue difícil esto, y bueno, sacando lo que paso, genial-sonrió.
-¿Cómo va todo?-pregunte-me refiero a esto de llevar una familia.
-No es fácil, tengo dieciocho años. He pasado noches en la oficina de papá intentando entender algo de esto-rio nostálgico.
-¿Y Sergio?
-¿El? -rio sarcástico- nunca tuvimos una buena relación, el se ocupa de tener buenas notas, no de mis hermanos, o de la familia.
-Lo siento.
-No tienes por qué sentirlo -me abrazo.
-Gonzalo-dijo una pequeña vos, pero Gonza al parecer no la escucho- Gonza, no puedo dormir -dijo y él se despego del abrazo, la logre ver, era Uma, estaba más grande que nunca.
-Oh -se limito a decir y me miro como diciendo "ayúdame, no sé qué hacer", lo mire y reí.
-Ven cariño -la cargue y ella me abrazo.
-¡Flor! -dijo emocionada.
La lleve a su pequeña cama y la acosté allí, tenía una habitación realmente hermosa, rosado pálido en las paredes, con muñecas hermosísimas, mesitas para colorear, hadas colgando del techo, una lámpara gigante y cortinas celestes pastel. Le leí un cuento, que creo que la tranquilizo bastante y luego surgió una pregunta algo inesperado.
-Flor -dijo su pequeña vocecita.
-Dime -le sonreí.
-¿Por qué mamá nunca está aquí?-pregunto inocente y el corazón se me estrujo de solo escucharla.
-Mira pequeña -la senté en mi falda-¿Ves esto, lo sientes?-puse su mano en el pecho.
-Si.
-Ella está allí -sonreí con los ojos aguados-y allí- señale el cielo por la ventana-cuidándonos.
-De seguro nos debe cuidar muy bien -sonrió y se metió en su camita.
-Así es -susurre- descansa -dije besando su frente y Salí de la habitación.
-Gracias -murmuro Gonzalo desde su puerta.
-¿Por? -pregunte mirándolo.
-Me ayudas bastante -sonrió acercándose a mi- gracias -dijo con los ojos aguados y me abrazo, allí sentí una lágrima mojar mi remera.
-Ya no llores -lo abrace más fuerte y el solo sollozaba, en ese momento mi corazón se partió en mil pedazos.
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Amor Prohibido
Dla nastolatków{Amor Prohibido} Enamorarse de alguien prohibido es emocionante, apasionante, y, a veces, llega a ser hasta peligroso.