31 - No vayan

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"No vayan"

-Bien, llegan en media hora -dijo Gonzalo frustrado.

¿Cuánto tiempo paso desde la última llamada con su tía? ¿Dos días? Si, así es, y ellos ya están aquí ¿Genial no? Que todos los días que tuvieron juntos se vayan a la mierda, por quien sabe que.

Tres sonidos al teléfono y se escucho la voz de Flor, su dulce Flor. ¿Qué pasaría ahora? ¿Qué le dirían si ellos se enteran? De seguro se la llevaran a algún internado, o fuera del país.

De tan solo pensarlo, su piel se eriza y su cabeza explota. ¿Qué haría el sin ella?
Y, al pensar eso, se dio cuenta que se odiaba. Si, se odiaba, ¿Por qué? Por el simple hecho de enamorarse de su prima, por el simple hecho de darse cuenta, que, aunque él la amara y ella a él, era un amor inútil, un amor en vano. Por que, tarde o temprano, ese amor solo serian llamas hechas cenizas, solo eso. Y ellos, tendrían que actuar como que nada nunca paso, ¿Triste verdad?

Las manos temblorosas de Flor, abren la cerradura de la puerta, para encontrarse allí con su madre, esta, le da un fuerte abrazo, se nota que la extraño, pero Flor a ella no, nunca se dedico a tomarse el tiempo suficiente para pensar, que tal vez, podría extrañar a su mamá.

Uma y Lautaro saltaron a los brazos de sus hermanos, con unas sonrisas en sus rostros. ¿Qué hay de ellos? Tampoco se tomaron un tiempo para pensar que los extrañaban, aunque, con ellos, sabían muy en el fondo, que los extrañaban y no podían negarlo.

-¿Cómo estás? ¡Como has crecido! -dijo su madre abrazándola de nuevo. Ella, no podía decirle nada al respecto, su madre seguía igual de delgada que antes, al igual que bajita, como un árbol de tomates, esos chiquititos, bueno, tal vez no tanto.

-Bien, gracias mamá -la chica, trato de sonreír, pero le salió solo una mueca. Vio a su padre, venir por detrás a duras penas cargando las maletas de sus primos. Y Wow que venían con más maletas, de seguro su madre se dedico a hacer de compradora compulsiva en las tiendas de Japón.

Flor miro a su padre con una mueca de dolor, y se dispuso a ayudarlo con unas cuantas maletas.

...

-¿Cómo les está yendo en la preparatoria? ¿Alguna novedad? -preguntaron ambos padres. Flor se encogió de hombros, pero Sergio hablo.

-Necesito que busque mi boletín de fútbol hoy por la tarde -dijo como si nada. ¿A caso es estúpido?

-Yo lo haré Sergio -dijo Gonzalo, fulminándolo, discretamente, con la mirada.

-Necesita ir un mayor -dijo él, de nuevo sin importancia.

-Claro, iremos dentro de una hora en cuanto terminemos de desempacar -Flor, se mordió las uñas nerviosas y llevo a Sergio a su habitación.

-¿Acaso eres estúpido? -le grito en susurro.

-No claro que no -contesto el confundido.

-Estúpido -le dijo Flor- Allí están las fotos mías con Gonzalo ¡Estúpido! -le grito alterada.

-Ahuché eso dolió -se quejo él, al recibir una paliza de Flor en su cabeza- y yo lo siento, no recordé lo de las fotos.

-Si, claro -contesto ella sarcástica.

-Mira, sabes que ese boletín es tan importante para mí, como para ti es ir a comprarte ropa -le dijo sentándose en su cama.

-No me vengas con eso ahora Sergio, que tu muy bien sabes que es grave lo que está pasando -dijo Flor enredando sus dedos en su cabello.

-¿Puedo pasar? -se escucho la voz de la mamá de Flor.

-Si, como quieras -contesto Flor y se tiro rendida en su cama.

-¿Bebe estas bien? -pregunto su madre.

No, ¿Sabes qué? Ella no está bien, ella sabe lo que le harás cuando te enteres, ella sabe que su bonita vida terminara en unas horas, ella sabe, que tú, le harás la vida imposible de las veinticuatro horas restantes para adelante.

-Si -contesto, con la voz ya aguda. ¿No lloraría o sí? ¡No claro que no! ¡No delante de ella!

Sergio murmuro un "Permiso" y se retiro de la habitación.

-Mira, si estas enojada por algo sabes que puedes contarme -dijo su madre tomando su mano.

-¡Estoy bien mamá! ¿Si? -ella trato de contener su tono de voz. Su madre, asintió, con un rasgo de tristeza, ella, de verdad la extraño. Se enderezo y camino hasta la puerta.

-Yo, puse a cocinar unas cuantas galletas, de esas que te gustan -dijo su mamá sirviendo los mocos, si, ya empezaría a llorar- cuando quieras, baja a comerlas, si es que quieres -y dicho esto, salió de la habitación.

Flor se tomo la cabeza con las manos y soltó un grito ahogado. Hizo llorar a su mamá, puso mal a su primo, y ahora ella está mal, ella se siente una mierda. ¿Qué le pasaba? No podía estar así por el amor, y entonces se dio cuenta que las frases que dicen en algunos libros son ciertas, como una de esas, que leyó en su libro favorito "El amor es lindo por un tiempo" y allí, sintió, la necesidad, de que, cuando leyó esa frase, tendría que haber remarcado "Por un tiempo" con millones de marcadores fosforescentes.

Unas lágrimas, rodaron sin permiso por su delicada mejilla, ella las dejo allí, no tenía tiempo para limpiar unas mugrosas lágrimas. Ni siquiera sabía, porque la llegada de sus padres le afecto tanto, otras chicas en su lugar estarían contentas, pero, no ella, ella no lo estaba.

Y su mundo, se termino de derribar cuando escucho la voz de su padre diciendo "Regresamos pronto, vamos a la escuela" y un golpe en la puerta, entonces, se dio cuenta, que ya no había paso atrás, ellos se fueron, y su vida, ahora si era una mierda, pero, nunca lo fue en realidad, solo lo es ahora, ahora empezara a ser una mierda.

-No vayan -susurro con lágrimas en sus ojos rojos.

Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora