Amor Prohibido

04 - El campamento

"El campamento"

Me desperté por el golpe de viento frío que daba en mi espalda, ¡Maldición! Olvide poner traba en la ventana. Me levante con mucha flojera, si se le puede llamar así, y cerré la ventana con traba. Me volví a acostar en la cama, pero, mi celular sonó. ¿¡No me iban a dejar dormir en paz!? Tome el teléfono y vi la llamada entrante "Paula" mi mejor amiga, dirán que soy mala amiga, pero, le corte el teléfono, no estaba de humor para hablar, ya sabes, despertarse temprano, con viento frío y una llamada, mas si es un Sábado, no te favorece mucho.

-¿Flor? -pregunto inocentemente Lautaro abriendo la puerta de mi habitación.

-¿Qué pasa bebe? -pregunte irritada.

-Dice la tía que bajes a desayunar -dicho esto se retiro de mi habitación. Sin duda alguna, todos estaban en mi contra.

Me levante frotando mis ojos y me dirigí hacia el baño, abrí el grifo de la ducha y deje que el agua se calentara, hasta eso lave mis dientes y me desvestí. Entre en la ducha y deje que el agua se llevara un poco mi cansancio. Tome el shampoo y me lo puse en el cabello para luego empezar a enjuagarlo, después tome el jabón y me enjuague mi cuerpo. Salí de la ducha y envolví una toalla en mi cabello y otra en mi cuerpo. Me unte crema en mi cuerpo y me coloque la ropa interior, me vestí [Foto de multimedia] y seque mi cabello dejándolo suelto.

{...}

-No quiero ir -reproche por tercera vez fuera de casa.

-Si iras Florencia -dijo mi padre firme.

-Vamos es solo un campamento, será divertido -susurro Gonzalo abrazándome por la espalda.

-Okey -bufe y subí al auto.

Nos iríamos de campamento, me gusta ir de campamento, o bueno eso creo, en el instituto nos vamos de campamento casi siempre, pero allí están mis amigas, acá será aburrido, o bueno eso creo. Nunca había venido a esta zona del valle, era realmente hermosa, las montañas nevadas y algunas con arboles verdes, cabañas en ellas y un grandioso lago, seria genial.

Bajamos las maletas del auto y las carpas, la verdad yo no se armar carpas, siempre que salimos de campamento con el instituto, Paula o Cande arman las carpas y yo, bueno yo desempaco las maletas.
Mi madre me dio una carpa en la que dormiría yo con los pequeños, intente armarla pero se me hacía imposible, necesitaba ayuda en este momento.

-Ven te ayudare -dijo Gonzalo riendo.