Si enamorarte, ya de por sí es un gran riesgo, enamorarte de tu mejor amigo es aún peor.
Ahí estaba yo, tirada en el suelo de mi habitación quejándome del gran dolor que sentía en mi pies derecho al verme golpeado con toda la maldita punta del velador de mi habitación.
-¡April! ¿Te caíste? -Pregunto Matthieu con un tono de preocupación, pero a la vez, con una risa burlona.-
- No.. Para nada... -Dije sarcásticamente- solo que es agradable estar tirada en el suelo. Si quieres puedes intentarlo.
-.Y que creen ustedes.. El muy idiota lo intento.-
-April, ¿Te digo algo?.
-Si claro, dime. - Lo dije con tal tranquilidad, que solo trataba de ocultar el dolor que sentía en mi pies-
-Sinceramente eres rara..
- Wow! Que alago -Interrumpí-
- ¿Me dejas terminar?
- ¡Que enojon Matthi!
- Esto no es nada cómodo.
- ¿Así? -Me reí a carcajadas y a la misma vez me levante del suelo.- Eres un idiota -Le guiñe el ojo tirando le un pequeño beso mientras terminaba la frase.-
-Espera. ¿me dijiste idiota? - Se levanto rápidamente y fue corriendo hacia mi, me abrazó con tal delicadeza y me llevo a la cama haciéndome cosquillas sin cesar-
- ¡Ey Matthi! Ya detente. -No dejaba de reír-
Y ahí estábamos los dos, solos, en mi habitación. Llego un momento que el se monto encima mio dejándome abajo de Él, puso una mirada sexy, muy coqueto, y se acerco a mi lentamente.
- ¿A si que.. Soy un idiota?. -Me sonrió y me miro directamente a los ojos, mientras se acercaba cada vez más, hasta terminar frente a frente-
- Si, un idiota. Que por cierto, tiene unos ojos muy lindos. -April eres una tonta, como caes tan bajo-
-¿April, estas nerviosa?
- Porque tendría que estarlo, si solo somos amigos.
-Cierto -Afirmó Matthieu-
-¿Vamos por Pizza? -Le propuse-
-Demasiado tarde, ya tengo una pizza esperando por nosotros en la casita -Dijo frotando sus manos como lo haría un villano cuando tiene un plan-
-Entonces vamos.
Matthieu y yo salimos al jardín y subimos las escaleras para llegar a nuestra casita del árbol. Mi padre me construyo esta casita cuando tenia apenas 5 años para que jugara con mis muñecas, pero al pasar el tiempo las deje de usar, y deje de ir a la casita. Al conocer a Matthieu, se nos ocurrió usarla para hablar de temas muy importantes, o para comer.
-Sabes. Cuando muera, quiero que me entierres con un pedazo de pizza. -Le dije a Matthieu mientras comía-
- Hecho, pero solo si asistes a mi boda. - Me sonrió -
-¿Cual boda? -Pregunte un poco molesta. Nono, no un poco molesta, si no, muy molesta, esto solo podía significar algo, que a mi Matthi le gustaba una chica. Pero yo no quería que le gustara una chica. Quería gustarle yo.-

ESTÁS LEYENDO
Enamorate decían... Será lindo decían...
Novela Juvenil-April, tengo una idea. -Dime-Le contesté. -¿Y si decimos que yo soy tu chico? Su respuesta me dejó anonadada. Al ver que no reaccionaba, el siguio platicando. -Solo hay que verle el lado positivo, le dijiste a Matthieu que tu novio se llama...