"Fui un imbécil, lo sé"

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¿Que hice, qué hice qué hice? Dios, Dios, Dios.

Sonó mi teléfono, nunca me había gustado tanto esa canción.

Erick soltó una risita  ante, supongo que la canción. Miré el teléfono y luego a él.

-Descuida, dejaré esto aquí y saldré para que charles tranquila. Junto al jugo hay una pastilla, te debe doler la cabeza - se acercó y dejó el jugo con la pastilla en la mesita de noche-. 

Contesté el teléfono. 

-¿Aló? ¿Val? 

Erick no pudo evitar soltar una carcajada. Al parecer le divertía más a él que a mí el tono que le puse. 

-¡¿Estás loca?! ¡¿Por qué carajos no respondes?! Pasé toda la noche con un pre-infarto -me gritaba por el teléfono... Joder cuanto dolor- Dime que estás con Erick -seguía-. 

-Si, sí, estoy con él. Bájale al tonito, te escucho perfectamente... no tienes que gritar. Harás que mi cabeza explote -me quejaba- En serio, si no es porque tomé tanto anoche diría que me golpearon la cabeza con un bate. 

-No seas tonta, amiga. ¿Cómo pasaste la noche? ¿Hiciste algo...? -me dijo con un tono característico-

Mordí mi labio. 

-No tengo la menor idea de lo que pasó anoche, Val -dije angustiada- Estoy algo nerviosa.

-A ver, calma. ¿Tienes el blumer puesto? 

-Sí, junto a una camisa que, supongo es de él. 

-Bien, tus cosas están tiradas por ahí o...? 

-Están ordenadas en un solo lugar... aunque, ¿no piensas que las pudo solo recoger cuando despertó? 

-¿Dónde está tu optimismo? -rodé los ojos-.

-No es pesimismo, se llama ser realista.

-Oye, no creo que hayas tenido sexo con él, ¿vale? -dijo segura- Además, no creo que Erick se haya aprovechado de que estubieras ebria. 

-¿Tú crees? -dije aún insegura-.

-Sí, además yo vi cuado te subía, sólo que no estaba del todo segura que fueras tú -me contó- Estabas muerta, amiga. Dabas pena ajena. 

-¡Ey! Yo también te quiero, ¿sabes? Idiota -dije fingiendo molestia-. 

-Yo te amo, cariño. Ahora ¡Vente pero ya! -volvió a gritar. Haciento mi cabeza doler-. 

-¡Que no me grites, joder, duele! Y ya voy... ¿Me búscas?

-Dile a Erick, vamos, no me hagas ir -me dijo quejandose-.

-No le quiero decir. Probablemente querrá salir y no quiero. 

-Elena, Dios... -seguía- 

-¿Vendrás o no? -le dije seria-.

La escuché suspirar. 

-Voy saliendo. 

-Gracias. Sabes que te amo.

-Sí, sí. Como digas.

-Bye.

Le colgué. 

Suspiré. Espero que Val tenga razón. De igual manera le diré a Erick y listo, pero antes... 

Me tomé las pastilla dandole un gran sorbo al jugo de naranja.

-Espero que haga efecto rápido -pensé-.

Oredené la cama y luego me quité la camisa. Con todos los nervios no había notado que aún tenía el sostén. 

-WIIII...

I Love a KillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora