Me odia.

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Narra: Elena.

Estaba sentada hablando con Val y Adrian, cuando siento vibrar mi teléfono. Lo desbloqueo y me apeno al ver un mensaje de Erick... Dios, qué pena saber que me vio en ese estado. Después de pensarlo varias veces, decido abrirlo.

De: Erick

Tu golpe no es lo que piensas.

Hice una mueca, confundida.

Respondí:

No entiendo, ¿a qué te refieres?

Bloqueé el teléfono y lo puse de nuevo sobre la mesa.

¿A que se refería Erick? ¿No es lo qué pienso? Ay, Dios mío, ¿qué habré hecho? -pensé apenada-

Mientras divagaba qué locura pude haber hecho anoche, vibró mi teléfono avisándome que había llegado un mensaje.

De: Erick

Me refiero a que, no te caíste, ni tropezaste. Ayer estaba buscándote, ya que, no sé cómo, pero... te me perdiste. Salí a buscarte por la entrada, cuando vi que estabas forcejando con Adrian y de un momento a otro, él con un movimiento brusco, te empujó y tú cabeza, antes de caer al piso, se dio un fuerte golpe con el banco. La verdad no sé por qué lo hizo, pero me parece que es un animal por haberte tratado así.

Mientras lo leía no podía creerlo. ¿De verdad hizo eso?

Para: Erick

¿Estás seguro? ¿Cómo pudo él...?

Erick me respondía de inmediato y, menos de un minuto, ya tenía respuesta.

De: Erick

Muy seguro, cariño. No sé por qué y la verdad no me importa ¿Qué pudiste haber hecho para que te tratará así?

No lo podía creer ¿Cuál era su problema conmigo? Erick tiene razón, ¿qué pude haber hecho? No sé que me molesta más, que me haya golpeado o el hecho de que sea tan cínico para hacer como si no pasara nada.

Mientras me hervía la sangre, escuché que Adrian decirme algo que, ni me molesté en entender. A cambio, le lancé una mirada de puro odio y molestia. A lo que él respondió con una expresión confusa y preocupada.

- ¿Elena? -me dijo inseguro- ¿Estás bien?

- De maravilla- dije irónica- ¿Me acompañas a tomar un poco de aire fresco? Necesito decirte algo -dije calmada, tratando desimular ante Val-

- Eh, sí... sí, claro. Yo te acompaño-dijo con tono de angustia-

Val, observando la situación, se notaba confundida. Me lanzaba miradas diciendo: "¿Me perdí de algo?". Ignoré todo aquello e hice un movimiento para levantarme cuando Val me tomó del brazo.

- ¿Estás bien? -dijo extrañada- ¿De qué me perdí? Tienes una cara....

- Estoy bien, sólo quiero hablar algo -le dije mientras trataba de safarme del agarre, a lo que ella resistió-.

- ¿Segura? -insistió- Más bien pareciera que fueras a castrarlo -rode los ojos ante las palabras de mi amiga. Tiré del brazo está vez pudiendome liberar-.

Val y sus chistes malos -pensé-.

En cuanto volteé para volver con Adrian, noté que ya no estaba, supuce que ya estaría afuera. Pasé por entre las mesas del lugar y me dirigí hacia la puerta, en cuanto la crucé lo vi, estaba de espaldas hacia la entrada esperando. Solté un gran suspiro y avancé hacia él.

I Love a KillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora