Andrés

9 0 0
                                    

Andres (anonimo)

Estaba sentado en el escritorio del Hotel en Canadá que había rentado hace ya una semana. No estaba equivocado cuando sospeché que vendrían acá. David, me contó de ellos. Sabía, que si tenían su única familia aquí. Sería la primera opción a considerar.

Malditos. Sé que David no desapareció así como así, se que algo le pasó. Y se que fueron ustedes. Adrián, Carol, prometo que no se escaparan de mí.

Flashback

-¿Asi que te vas a mudar a New York en algún momento? -Pregunte a David en chiste-. Te la vives aquí, hermano. Con esa mujer y su hijo.

Rio burlon.

-Esa fue una buena -bebio de su cerveza y rei-. Carol fuera perfecta si no tuviera al imbecil de su hijo tratando de alejarla de mi a cada momento. Ella me ama, y sé que ama que la domine, pero el idiota no entiende. Un día de estos me va a cansar.

- ¿Por qué no lo mandas lejos entonces?

-Debería hacerlo, ¿Sabes? Su familia está en Canadá. No tienen a mas nadie aquí, ¡Y que lugar mejor para enviar al malcriado y deje a su mamá en paz de una vez por todas! -dijo como si se le hubiese prendido el foco-.

-No creo que sea una buena idea con tu familia, allá, ¿no crees? -inferí-.

-Para nada -bebió otro sorbo-, mi mujer no tiene idea de nada. Jamas se imaginaría algo parecido. Con mi hija y mi esposa, soy otra cosa. Pero no es suficiente, tú lo sabes -rio-. Un hombre necesita más que un simple cuento de hadas. Yo necesito de Carol para sentirme completo.

Solté una carcajada y terminé mi cerveza. Llame al camarero para ordenar otra ronda, a lo que me mi compañero de tragos sonrió.

-Salud por tu lógica -chocamos cervezas y reímos-. Solo queda deshacerte del pillo entonces. Exígele que no les da su espacio y mándalo lejos. Ella no dirá que no.

Sonrió malvado.

-La palabra "no", no esta permitida en su vocabulario. Sabe que me enojo con facilidad -rió-.

Alce la ceja.

-Salud por los desgraciados de esta tierra entonces.

Brindamos, y para el final de la noche ya no recordaba mi nombre.

A pesar de ser un desgraciado, no podía dejar de apreciarlo. Gracias a él tengo un puesto respetable en la empresa. Salí de abajo, no tengo mas deudas y nadie es capaz de mirarme a los ojos. Soy alguien con poder, dinero y mujeres. No me pondría sentir mas dichoso y todo se lo debo a el hombre con el que comparto esta noche. Sólo con unas palabras al dueño de la franquicia basto para cambiarme la vida patética que tenía. Mi mujer me cambio por alguien con unos cuantos dolares demás, que resulto ser mi supervisor, me dejo sin nada. Solo con deudas, mal humor y una posición aun mas patética de la que ya de por si tenía. Pero gracias a David, recuperé lo que me merecía y aun mejor, por supuesto los deje a ambos en la calle. No merecían menos por desestimarme de tal forma.

Desde ese día que convertí en su mejor amigo, el mas leal de todos. El creyó en mí sin conocerme y yo le defendería siempre sin juzgarlo. fuera quien fuera, infiel o mentiroso, no dejaría de cambiar lo que hizo por mí.

Después de que fue suficiente, ya eran cerca de las tres de la mañana y lo ultimo que recuerdo fue meterlo en un taxi a casa de Carol y tome otro para mí.

Fue la ultima vez que le vi. Se suponía verle en una reunión con una importante compañia dos días después. Cuando no se presentó y me dejó sólo con tales magnates me sorprendió. Jamas faltaría para cerrar semejante trato de 1.5 millones de dolares.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 30, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

I Love a KillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora