Mentiras

31 3 2
                                    

Luego del almuerzo regresamos a casa de Val. Subí a la habitación, deje mis cosas y salí al balcón mientras Val se daba una ducha.

Estar ahí me trajo el recuerdo de Adrián apenado, disculpándose por primera vez.

Sonreí.

-Fue tan tierno... -pensé-.

A la vez, no pude evitar recordar todo lo que paso anoche ¿De verdad lo besé?

-Yo te seguí el beso lo admito... fui débil, pero es que tu besas muy bien -sonaron las palabras de Adrián en mi cabeza-.

Que pena, Dios. Pero, le gusto... Y no lo recuerdo.

-Buena campeona. Excelente -me decía mi subconsciente-.

Ahora, debo estudiar la idea de si decirle o no a Val, qué nada tardara en preguntar y acosarme. Es mi amiga y lo correcto seria contarle, tiene derecho a saber... Pero por otro lado, ya todo esta bien con Adrián, y conociéndola se enojara mucho y no quiero arruinarlo.

-¿Elena?-llamo Val, sacándome de mis pensamientos- ¿Y ahora en que tanto piensas, eh?

Mierda. No quería mentirle, pero el simple hecho de haber tenido este avance con Adrián..., ahora que podemos hablar mejor, quizá logre saber qué esconde, y poder ayudarlo... Además de eso... nos llevamos muy bien, ¿no? ¿Por qué buscar un problema donde no debe haberlo...? ¿Cierto?

Aclaré mi garganta e intenté pensar en algo.

-En lo mucho que tome anoche -mentí- Que loco lo que hace un poco de alcohol ¿no? -forcé una sonrisa-.

-¿Un poco?-dijo mi amiga sarcásticamente- si parecía que tu sola querías acabar con todo el alcohol de la fiesta.

Val tenia razón. No sé por que tome de esa manera, pero de lo que si estaba segura es que no pienso volver a hacerlo.

-Nada de eso fuera pasado si mi hermosa mejor amiga se fuera quedado cuidándome en vez de ir a ligar por ahí con quien sabe qué tipo-le dije con cara de reproche-.

-Disculpa, ¿cuando me volví niñera? Ya tú estás grandecita, tienes uso de razón. Allá tu si la usas o no -se defendió-. Además creo que estabas en buenas manos, ¿no estabas con Erick?

-¡Bueno si!-acepté-o al menos eso es lo último que recuerdo... -dije, en cierto modo riendo de mi misma-.

-Bueno en fin-dijo Val-. Ese no es el punto; ignoremos el hecho de que casi terminas en la cama con Erick.

-¡Val!-protesté-¡no digas eso Dios! Qué vergüenza.

-Bueno eso no importa mucho ahora -dijo, cerrando el tema-. Así que dime, ¿por qué saliste de la pizzería con cara de querer castrar a Adrian?

Rodé los ojos

-Ay, qué exagerada... -dije aunque no se alejaba de la realidad-.

-¡¿Exagero?! -abrió la boca, como indignada- Cualquiera que fuera visto tú cara hubiera pensado que querías matar a alguien; en este caso, Adrián.

-Nada, no paso nada...-intentaba pensar en una mentira coherente-lo que paso fue... ehh... Besé a Adrián... y..., pensé que se había aprovechado de que estaba ebria por eso estaba molesta-dije nerviosa esperando que se lo crea, soy un asco mintiendo-.

Caminé hacia el cuarto, huyendo de ella para que no notara mis nervios.

-¡¿LO BESASTE?! -escuché a mis espaldas-.

I Love a KillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora