Capitulo 11

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NOTA: lean este capitulo escuchando *How long will i love you* de Ellie Goulding y *Kiss me* de Ed Sheeran.



Llevo más de una hora hablando con mi madre por Skype sobre mi proximo viaje a casa, mi padre está mucho mejor, de hecho ya ha comenzado a trabajar en la empresa nuevamente. Pero no es eso lo que más me preocupa en estos momentos, sino, la gran cercanía que este ejerciendo el padre de Alan hacia mi, ya son dos ocasiones en las que intenta tocarme, y ya el jueguito no me está gustando.


Finalizo la llamada con mi mamá y guardo mi laptop, me encamino hacia la cocina a por algo de tomar, Alan esta durmiendo en su cuarto y no veo rastros de más gente aquí. Bajo las escaleras y voy camino a la cocina tarareando una cancion de OneRepublic que hace rato escuchaba en mi celular.

Del refrigerador saco leche y me sirvo un poco en la taza antes de depositar cereal en la misma, busco una cuchara y me siento en una de las butacas del desayunador.

-¿Es bueno?- su voz me sobresalta, es el papá de Alan.

-¿El que?- me atrevo a preguntar ya que su pregunta me desconcierta.

-El cereal preciosa.- dice antes de curvar sus labios en una sonrisa burlona.

-Oh, pues si, supongo.

-Ya veo, tampoco soy muy amante de ellos.- dice sentandose en una de las butacas del frente. Me encojo de hombros y sigo comiendo del cereal. Su mirada me va poniendo nerviosa al paso de los minutos.- Estas muy linda asi.- dice sonriendo.

-¿Asi como?- pregunto algo confundida.

-Tu pelo alborotado, con esos shorts...

Okay, modo alerta, activado.

-Bueno, ¿Gracias?.- el me sonrie.

-Tamara, Tamara, Tamara, tu y yo la pasariamos tan bien.- dice y siento en mis muslos sus manos asendiendo.

Me levanto de mi asiento indignada y lo abofeteo, no se de donde saque el valor y la fuerza necesaria para hacerlo y no obstante dejarle mi mano marcada en un tono carmesi en su rostro. El rie incredulamente.

-Me encantas, asi, bien fiera.

-Vayase a la mierda, hijo de perra.- digo antes de salir furiosa de la cocina hacia mi habitacion.

Entre a mi cuarto y cerre con seguro la puerta, me recoste en esta y me deje caer hacia el suelo. Mi corazon latia a mil por hora y sentia una corriente en la palma de la mano con la que habia abofeteado a ese sucio hombre.

Me acoste en la cama y no se en que momento me quede dormida. Era un sueño raro, mucho, unas manos recorrian mi cuerpo desnudo y caliente bajo estas, iban lentamente por todo mi contorno y en el torso, me sentia ridiculamente cohibida, pero no estaba asustada, de hecho, las caricias me hacian sentir relajada, hasta que una de sus manos empujaban mis piernas hacia arriba y los lados, quedando expuesta a aquella sombra.

Aquellas manos suaves fueron volviendose mas gruesas y rusticas, de hecho ya el toque me parecia brusco, sus manos iban asendiendo por mis muslos desnudos, acercandose a la zona que querian llegar, mi pulso de iba acelerando y no por excitacion, miedo mas bien, de pronto aquella sombra iba acercandose a mi, quedando en descubierto lentamente por los rayos del sol que yacian de las ventanas de la habitacion, aquella sombra que se empeñaba en poseerme no era mas que el.

Sus manos, las protagonistas de este inusual evento pasaron hacia mis manos, deteniendo el forcejeo que yo ejercia, de mis labios se escapaban gritos de ayuda pero ninguna eran escuchadas. Lo peor es que, hace ya buen tiempo que me di cuenta que esto no era solo un sueño, sino una pesadilla que se habia convertido en realidad.

-¡Cállate puta!- me susurra con furia el padre de Alan, antes de halar de mi pelo hacia atrás.

Intento seguir gritando para que alguien me escuche, pero, el me acoge con sus labios en los mios, intento despegarlos con asco, pero el muerde mi labio inferior y tengo la leve sospecha de que de este anterior sale un poco de sangre. Siento su mano derecha bajar por mi cuerpo, mis pechos, mi dorso, hasta llegar al dobladillo de mis bragas, sus dedos la halan hacia delante queriendo entrar a esa zona prohibida.

Pero de pronto la puerta de mi habitacion adquiere unos toques, y la voz de Alan se hace escuchar tras esta, su padre lleva su mano hacia mi boca y la aprieta alli causandome dolor, aprovecho que sus piernas estan alrededor de las mias y flexiono mi pierna izquierda hacia arriba chocando con su entrepierna. Pronto el cae al suelo desde la cama retorciendose del dolor.

Corro hacia la puerta y la abro encontrandome con Alan confundido, ni siquiera soy conciente de que solo estoy en sosten y bragas, me abalanzo hacia el y el me envuelve en sus brazos.

-¿Que pasa Tam? ¿Porque papá está tirado en tu habitación?

-El...

-Yo solo estaba ayudandola porque se corto el labio con una espina que se le clavo.- dice su padre mirando amenazante.

-¿Es cierto eso Tam?- me pregunta Alan.

-Yo...amm si.- digo y el me rodea en sus brazos, veo a su padre marcharse, no antes de hacerme una seña para que no le diga nada.

No le dire, pues no quiero que Alan odie a su padre por ser un violador y sucio hombre pervertido, o mas bien un enfermo mental, aunque se lo merece.

Alan y yo nos adentramos a la habitacion, el fue a buscar un poco de alcohol y algodon para curar mi labio. Cuando lo encuentra me hace sentar en un costado de la cama y se arrodilla delante de mi, moja un poco el algodon con el alcohol y lo deposita suavemente en mi labio afectado.

-¿Te duele?.- me pregunta preocupado.

-No, solo me arde un poco, es normal.

Retira el algodon de mi labio y verifica que este bien. Deja lo usado en el zafacon y se acerca nuevamente a mi, esta vez se acuesta en la cama y me hace seña para que haga lo mismo junto a el, lo hago y nos ponemos la sabana por encima ya que hace un poco de frio. Alan me atrae hacia el y deposita un pequeño beso en mis labios, inmediatamente le devuelvo el gesto, tras esto nos fundimos en ese beso necesitado de mas.

El se va recostando lentamente encima de mi, sin llegar a depositar todo su peso en mi, sus besos acarician los mios suavemente como si temiera llegar a lastimarme, mis manos se enrredan en su pelo profundizando mas el beso, curiosamente e inusual siento su ereccion en la parte baja de mi estomago. No decimos nada, ninguna palabra porque todo lo que tenemos que decir lo estamos resumiendo en este momento, en cada caricia que depositamos en nuestros cuerpos, saco mi sosten de mi cuerpo al igual que la prenda de la parte inferior, observo a Alan quien me mira nervioso y a la vez curioso, su mirada es profunda y oscura, atraigo sus labios a los mios y mis manos avidas y curiosas van al dobladillo de su boxer dandole a entender que quiero que los saque, el lo hace.

Me detengo a observarlo mientras se deshace de el, y la verdad quedo un poco sorprendida. Todo pasa muy lento, serenamente, toda la pesadilla que vivi hace minutos queda en el olvido cuando el se recuesta entre mis piernas y coloca su intimidad en la mia, fundiendonos en un suspiro, uniendo nuestros cuerpo quedando uno solo.


hola!! bueno la parte mas esperada ha llegado, espero que les guste y miles de gracias por leer y votar, son las mejores. hasta pronto.




Autista (Pausada-Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora