Llovía. La ciudad de Venecia estaba triste al igual que mi corazón.
Hace alrededor de un mes decidí tomar un vuelo, me urgía un descanso y alejarme de tantos recuerdos dolorosos. Mi madre me llamaba prácticamente a diario para asegurarse de que estuviera bien, al igual que mi hermano, Mario aunque menos frecuente ahora que se hacía cargo del bufete que heredó al contrario de Kendall quien hay días que se porta peor que mi madre.
Jules me ha llamado una vez supo de la muerte de mi padre al igual que Austin y agradecí sus condolencias a pesar de que luego de finalizar la llamada lo único que hice fue llorar.
Mi primera parada fue en Grecia y el guía turístico era todo un guaperas llamado Jorge. Vaya mierda.
Miro lo que hay a mi alrededor pero a decir verdad no le presto atención a nada ni al guía turístico, que va a hablando de cada uno de los monumentos históricos mientras nos seguimos moviendo en el pequeño velero, tampoco es que me parezca muy bonito los besuqueos de los demás cuando vengo de una situación algo difícil. Y no es envidia, es tener el corazón roto.
Cuando acaba el paseo, tomo un taxi y le pido que me lleve al hotel donde me hospedo. Ya en la tranquilidad de mi habitación me hago paso y me dirijo al balcón de la misma. El aire en puro y de una manera u otra me tranquiliza. A veces pienso que, si huir fue lo correcto, si escapar de la realidad era una buena opción. Porque de una forma u otra eso fue lo que hice, ignorar la realidad.
Algo egoísta de mi parte.
El zumbido de mi teléfono acapara mi atención y voy en busca de él.
-Mariana, dime si es que acaso no me amas. Dímelo porque esta amistad así no va a funcionar. - Eso ya eran las hormonas hablando. Prácticamente hablamos a diario y más de una vez al día.
-Por supuesto que te amo tonta, ¿cómo están tu y él bebe? ¿y Mario como se está portando? - le pregunto mientras me sirvo un vaso con agua.
- Tu hermano se está portando bien, no me puedo quejar, aunque a veces me tiene como si fuera una moribunda. Ahora que sabemos que son dos niños, él y tu mamá están histéricos ¿pero sabes qué? aunque amo esta vida se señora con dinero, a veces pienso que tu padre debió dejarte el bufete a ti y a él solo el dinero. Trabaja demasiado y cuando está lejos es más intenso aún...
- Alto ahí corre camino, ¿escuche bien? ¿dos bebés? Y ¿hasta ahora me entero? - le recrimino. ¡Soy la tía! - A veces quisiera tener el talento de Kendall de hablar tanto sin tomar aire.
- Perdón Mari, se me había pasado decirte. A demás, justo nos enteramos ayer cuando fuimos al ultrasonido, debías verle la cara a tu hermano ¡era todo un poema!- Escucho como se ríe al otro lado de la línea.
-Está bien, te perdono y estoy más que feliz por ustedes, de verdad- Me sinterizo. Después de todo, esos niños le darán algo de alegría a nuestra familia. - Recuerda cuidarte y cuidar a mis sobrinos. - suspira- ¿te sientes bien? - pregunto preocupada.
-Si Mari, es solo que te extrañamos, ¿cuándo piensas regresar de tus "supuestas" vacaciones? No puedes seguir escapando de la realidad, ya eres adulta y debes de actuar con madures, no huyendo como ratón a gato. Acá está tu familia que te adora y que está dispuesta apoyarte en todo. - masajeo mi sien sintiéndome abrumada. Es lo que me ha dicho todo el mundo, pero no sé si estoy del todo lista.
Me gusta un poco vivir en esta burbuja, aunque prácticamente lo único que haga sea irme al primer garito que no parezca un puesto de tráfico de blancas y beberme todos los cocteles que hay en el menú.
Usualmente rentaba un carro y conducía yo, pero me sentí más segura usando algún servicio de taxi.
-Regresaré, si eso es lo que te preocupa. Y si estoy escapando de la realidad es porque como adulta que soy, entiendo que es lo mejor para mí en este momento porque de quedarme allá viviendo esto, Dios sabe dónde o cómo estuviera. - Explico intentado mantener la calma porque el tema no es mi favorito. - Solo necesito un poco más de tiempo ¿si? y yo también loe echo mucho de menos.
Luego de suspirar rendida al otro lado de la línea, me responde- Como desees sabes que cuentas conmigo para todo, solo vuelve pronto. - Dice y tras una breve despedida cuelgo.
Evitando pensar me meto a la ducha y dejo que el agua recorra todo mi cuerpo. Y ahí está el. Ese hombre de ojos avellanas, cabello castaño oscuro, alto y de mirada enloquecedora rondando por mi cabeza como pies en el agua. Las lágrimas se acumulan en mis ojos y ruedan por mis mejillas mezclándose con el agua.
Lo extraño, lo amo y lo necesito a mi lado justo ahora. ¿Qué que me has hecho Jorge Pineda?
Luego de unos minutos más en la ducha decido salir finalmente. Me coloco un vestido color escarlata con escote corazón junto a unos lindo tacones negros. Esta noche como las demás, lidiare a mi manera con mi duelo en mi mundo de autodestrucción en el cual solo necesito un par de tragos, cantar y bailar con gente desconocida y olvidarme de todo hasta el otro día.
Tomo un taxi -que por suerte el conductor hablaba inglés - y este me deja en un bar muy recurrido por la población veneciana. En este sitio hay todo tipo de personas, casados, solteros, jóvenes... un lugar aparentemente agradable.
La música de fondo era suave pues aunque era un bar ese día se presentaba una banda que al parecer estaba iniciando. El sitio solo tenías mesas altas, un mostrador con un par de bar tender detrás y un escenario donde había un lindo piano que de inmediato llamó mi atención.
Me pedí un cóctel que terminó en otros dos más y como casi siempre, el espíritu aventurero se apoderó de mi y solicité acercarme al piano y tocar algo. No hay nada que el dinero no compre así que justo ahora tengo el escenario para mi solita, un piano negro y un micrófono que son mi única compañía aparte del público (mayormente masculino) que me miraban con expectativas.
Los acordes de All I Ask de Adele se produjeron solos a través de mis dedos. Era una de mis canciones favoritas, pero para no hacer el ridículo solo me limité a cantar el coro.
Mientras canto mantengo los ojos cerrados pues se que si los obro no podré terminarla. Continuo cantando tratando de transmitir mis sentimientos desconocidos al público.
Y como si de un juego sucio se tratase, abrí los ojos para la parte final y desee no haberlo hecho. La ilusión de Jorge se manifestó una vez más, sentado bajo un halo de luz casi cerca de la puerta del bar, vestido con jeans y camiseta, con sus ojos avellanas mirándome como siempre lo hizo y mi corazón amenazando con salirse desbocado. Vuelvo a cerrar los ojos y tocos los acordes finales de la canción.
A paso rápido me dirijo a la salida dando por acabada la noche en este sitio. Creó que beber no fue tan buena idea, ni en mis más locos sueños me imaginé cantando y tocando en público en un bar.
Ya dispuesta a salir y con la mirada baja mientras solicitaba un taxi, camino hasta la entrada, pero un torso duro obstruye mi salida, levanto la mirada para pedir disculpas por mi torpeza y creo que el mundo conspira contra mí.
El hombre de mis sueños y angustias a la vez me mira desde su altura con sus ojos inigualables. Mi cabeza empieza a doler y creo que me lo he vuelto a imaginar como otras tantas veces así que parpadeo buscando mejor nitidez, pero no lo consigo. Sigue ahí, de pie y sin decirme palabra alguna.
-No, no, estoy segura de que no eres real...- Empiezo a decir, pero cuando su mano ahueca mi mejilla siento que me pierdo. ¿Cómo es posible?
-Soy yo, mi amor. Siempre ha sido yo.
****
Despierto evidentemente en una habitación que no es la de mi hotel. Con algo de jaqueca, recuerdo haberme encontrado a Jorge y el hecho de tener una camisa que me queda enorme y ver prendas y cosas de hombre en algunas partes caigo en que pasé la noche con él.
La puerta se abre y aparece fresco y radiante como siempre mientras trae una bolsa de comida en la mano.
—¿Así que no fue un sueño? — Trago en seco pasándome la mano por el pelo y la cara.
Camina hasta la cama y su loción de baño me llena las fosas nasales. Huele tan bien que tengo que cerrar los ojos un segundo.
—No, no lo fue. — Me tiende un vaso con café y lo tomo. —Y creo que tenemos que hablar.
AYYYYY NO ME AGUANTÉ Y REHICE EL CAPÍTULO. ESTOY PENSANDO EN HACER UNA NUEVA VERSIÓN DE ESTA HISTORIA PORQUE ANDO CREATIVA.
Espero lo disfruten.
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Señor... Quedése [#2]
RomanceMariana Joulen emprende un viaje a Grecia para escapar un poco de la realidad, lo que no sabe es que allí reencontrará a Jorge Pineda, sin duda, el amor de su vida. #2 parte de Señor... - no adaptaciones. - no plagio.