Pecado (Zihyo)

Capítulo 16

"Piensa bien lo que estás haciendo, tú mismo te estás poniendo la soga al cuello y si sigues ese nudo se va a hacer cada vez más fuerte y no te lo podrás quitar. No sólo pienses en ti si no también en tu familia y en la suya. No cometan un error que después no podrán remediar"

Esas fueron las últimas palabras que Ji Seok le dijo a Ji Ho antes de marcharse de vuelta a su casa pero su insistencia de que se detuviera no servía de nada porque el menor continuaría como dijo, aún no era tiempo de alejarse de Jaehyo.

Varias semanas habían pasado y quedaban sólo cinco días para la boda. Ya todo estaba listo, las invitaciones enviadas, el traje del novio entregado, los músicos contratados al igual que quienes se encargarán del banquete de la recepción y el pastel sería un obsequio para los jóvenes y ya el día lo verían pero según la señora Ahn, es el más hermoso que pueda haber. Entre todo el ajetreo de último momento, organizando lo que faltaba, Jaehyo prefería mantenerse alejado y dejar a su madre ocuparse de todo a pesar de que ésta lo requiriera para que lo ayudara. Ahora la señora lo buscaba por todos lado para pedir su opinión sobre qué pasa palos debían servirse en la fiesta que fueran de su agrado pero el muchacho prácticamente se esfumó porque Ji Ho, que fue enviado a buscarlo, no lo encontró en ninguna habitación de la casa y no estaba en los jardines tampoco. Henry seguía guardado en el establo por lo que no debía de estar muy lejos así que al joven sirviente se le ocurrió buscarlo en los árboles ya que como una vez su amo le dijo, le gustaba subirse en ellos cada vez que quería alejarse de todo y que no lo encontraran. Lo halló en un frondoso árbol de mimosas cuyo follaje era adornado por esas hermosas flores amarillas y se subió en la rama en la cual se encontraba. Jaehyo abrió los ojos y le regaló una sonrisa al otro.

-Tu madre te busca.

-¿Ahora qué quiere?

-Algo sobre los pasa palos de la fiesta - se encogió de hombros - Creo que le da mucha importancia a cosas insignificantes, no creo que te necesite para que la ayudes en eso.

-Es cierto - asintió con la cabeza para enfatizar - Por eso es que tú y yo nos entendemos - extendió los brazos para que Ji Ho se acercara a él a lo cual éste lo hizo. Tenían suerte que el árbol era muy tupido y no había forma que los vieran besándose - Ji Ho, en cinco días estaré casado, nos queda poco tiempo juntos.

-Quisiera paralizar el tiempo, lástima que eso no pueda hacerse - bajó la mirada triste.

-Voy a extrañar esto, pero me quedará en el recuerdo como una aventura.

-¿Tú sólo ves esto como una aventura?

-¿Qué más podría ser? Te quiero mucho pero hay que ser realistas. No podemos hacernos falsas esperanzas de que esto que tenemos es algo más fuerte porque en cinco días se romperá y todo volverá a ser como antes...Excepto porque yo estaré casado.

-No, no volverán a ser como antes. Al llegar aquí tú cambiaste mi vida y eso no lo podré borrar – lo miró directamente a los ojos – Jaehyo, hay algo que quisiera decirte pero no me atrevo porque sé que sí lo hago no podría dejarte ir nunca, te raptaría y me perdería contigo en donde nadie nos encontrase. Por eso no te lo diré.

-¿Entonces por qué me dijiste todo eso? ¿Me dejarás con la duda?

-Creo que es lo mejor – se bajó del árbol con un brinco – Hay cosas que simplemente no se deben decir para no sufrir. Ahora baja y ve con tu madre para que se quede tranquila y no vuelva a molestarte.

Un "te amo" era lo que Ji Ho tenía atrapado en la garganta y que quería dejar salir pero si lo hacía ya sabía lo que pasaría. Ni siquiera estaba seguro si Jaehyo sintiera ese sentimiento tan fuerte por él, no podría pedirle tanto ni obligarlo a amarlo si le confesaba su amor. Como el diamante más preciosos existente, debía guardar ese secreto bajo llave en el cofre que es su corazón pero aunque sufriera, también estaría feliz por tener ese sentimiento acompañándolo aún cuando no esté cerca de Jaehyo. Ya el tiempo se encargaría de decirle si lo que siente es real como él cree, o fue sólo una fantasía que se borrará tarde o temprano.