Capítulo//12

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Luke murmuró algo. Quién sabe qué. Solía hacerlo, eso de hablar dormido. No había llegado a el punto donde se levantaba e iba caminando por toda la casa, pero si que hablaba de vez en cuando. Abrió sus ojos del suave sueño que estaba teniendo y se los refregó con los dedos. Imitó el movimiento para atraer las frazadas encima de él, pero no había ninguna. Recordó que había dormido en el sillón. Tomó su celular que yacía en el suelo, sobre la gran alfombra color crema, bastante gruesa, que contaba con algunos manchones de bebidas, de la fiesta, que no sabía como sacaría, pero se las ingeniaría para hacerlo. Era la preciada alfombra de mamá. Miró la hora y la fecha. Hoy le tocaba tutor de clases. Pero no creía que las necesitara, para su sorpresa, la vez anterior, esa en la que Ashton se movía de un lado a otro limpiando la piscina, sin su remera, había entendido todo el tema de física.

Le marcó a Ashton. Pensó primero si era muy temprano por la mañana y si aún el otro dormía.

— ¿Mh? ¿Quién habla?

— ¿Aún no agendas mi número?

— No. Lo siento, se me olvidó ayer.

Ashton tenía la voz ronca, y las palabras pesadas, como si hubiera salido ayer por la noche después de cortarle el teléfono a Luke.

— Suenas fatal.

— Es muy temprano. ¿Qué se te ofrece? — Dijo Ashton con ademán sarcástico. —

— Hoy tengo tutor. De física.

— Qué horror. Física. 

— Quiero saltarme las clases.

— Hazlo entonces.

— Muy peligroso. ¿No crees? ¿Qué tal si mamá se entera? ¿O si me viene a buscar a casa?

— ¿Tu tutor? No lo creo. ¿Peligroso? ¿Cuantos años tienes, diez?

— Casi. — Luke sintió una ola de vergüenza tras aquellas palabras. — Ayúdame. — Pidió. —

— ¿Ayudarte a qué? Ni borracho. Ir por ahí contigo, cuando tienes tutor, las calles son peligrosas, quizás nos lo crucemos y nos obligue a hacer ejercicios de física. Ni hablar. — Se burló Ashton. —

— Ja. — Soltó Luke algo enojado. — Hablo de verdad. — Volvió a pedir. —

— ¿Y a dónde se supone que iríamos?

— Me conozco todos los lugares de la ciudad. Puede que encontremos alguno.

Ashton terminó la llamada.

No tiene que ser necesariamente en la ciudad. Paso por ti a las dos. No te tardes, o tendré que subir por la ventana. — Tecleó el rizado antes de presionar enviar. —

Entendido. No queremos accidentes. — Respondió Luke con otro mensaje de texto. —

Luke se levantó rápidamente. Miró la hora en su celular nuevamente, 1:30. Se precipitó, media hora le parecía muy poco tiempo para elegir algo qué ponerse. Corrió escaleras arriba y abrió las puertas de su armario de par en par. Sacó dos o tres remeras, y unos ajustados jeans oscuros, casi negros. Se paró frente al espejo y se probó por encima las remeras, sin tener que ponérselas. Optó por una blanca, con unas letras en negro y gris. Se puso un poco de perfume, y un poco más. Bajó las escaleras y antes de salir se echó un vistazo por el espejo del pasillo. Se acomodó algo el pelo y salió. Se sentó en los escalones y esperó por Ashton. Unos minutos después vio una silueta digna de ser de su compañero, veía sus rizos al sol y cerró la reja por detrás. Le saludó con la mano antes de que llegara a donde estaba.

— Hola. Menos mal que me esperaste afuera. No quería tener que subir de nuevo por la ventana.

— Sí. No eres spiderman. ¿Te lo han dicho?

— ¿Cómo que no? Tú no sabes nada, claro que soy spiderman. — Ashton se echó a reír. Luke podía ver su sonrisa y como se le marcaban potentemente los hoyuelos. —

— ¿A dónde vamos? — Preguntó Luke. —

— Secreto. Si te dijera dónde es, ya no sería especial. Así que no prestes atención al camino, por favor. — Pidió entre risas. —

— ¿Voy con los ojos cerrados entonces?

— Yo te guío.

Luke se detuvo y cerró los ojos. A modo de broma, pensaba abrirlos en el instante, pero sintió algo tibio tomando su mano. La mano de Ashton. Le había tomado la mano, para guiarlo. Luke permaneció entonces con los ojos cerrados, con miedo en sus pasos. No era como si no confiara en Ashton, pero le asustaba andar así de cualquier forma.

— Escalón. Ahora a la derecha, gira un poco más, tenemos que seguir un sendero. Piedra. Derecha, cuidado. — Eran las mil palabras que Ashton soltaba por segundo. De un momento a otro Luke, aún con los ojos cerrados, había dejado de sentir el ruido de la ciudad, los autos, la gente arrastrando sus pies, los murmullos. Y cada vez le consumía más la curiosidad. Tras un buen rato de caminar, Ashton paró de hablar y le apretó la mano como diciendo "abre los ojos ahora".

Luke así lo hizo. Abrió sus ojos y se encontró en el medio de un parque enorme, sin nadie más ahí. Estaba repleto de árboles, una explanada llena de flores y más flores, rojas y amarillas. Pequeñas y variadas. Los árboles ofrecían sombra. El viento soplaba fuerte, como para despeinarle apenas el cabello a Ashton, el cual Luke también miraba.

— Es hermoso.

— Lo es. Y es mío.

— ¿Tuyo? ¿Cómo es eso?

— Aquí vengo cuando me siento mal. — Repuso Ashton. — Este lugar lo es todo para mí. —

Luke asimiló las cosas. Ashton había pasado por él, le había tomado la mano, y lo había traído a su lugar favorito.

Ashton hizo algunos pasos más y se tiró sobre el pasto y las flores, a la sombra de un gran árbol de roble. Estaba acostado y le hizo señas con las manos.

— Ven aquí. — Dijo Ashton. —

Luke se movió y antes de sentarse a su lado en forma de indio, sintió a Ashton hablar de nuevo.

— No. Aquí. — Ashton extendió sus manos como para abrazarlo, indicándole que se acueste arriba de él. —

Luke se ruborizó por completo. Un rosa fuerte se apoderó de sus mejillas pero asintió e hizo caso. Se levantó, y se sentó arriba de Ashton, riéndose.

— No te sientes así, estás pesado. — Gritó Ashton riéndose también. —

Luke se acostó encima de él. Y Ashton lo envolvió con sus brazos, abrazándolo para sujetarlo. Luke pensó que podría pasarse toda su vida así, sintiendo el aire alborotar su cabello, casi presionando sus labios contra el cuello de Ashton. Respirando contra él. Sintiendo sus brazos rodearle el cuerpo, otorgándole tanta seguridad. Quería saltarse entonces todas las clases de física para estar con él, o más bien, deseaba tener todos los días una clase de física para poder mirarlo todos los días. Para contemplar su rostro y sus facciones. Sus gruesos labios y la figura de su nariz. Deseaba estar con Ashton cada minuto.



Summer's Wishes. [[Lashton]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora