capítulo 14

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La música retumbaba en las ventanas de tan alta que estaba.

Llevaba dos ponches en las manos y trataba de pasar en el mar de jóvenes que bailaban como si fuera el último día de su vida.

Choqué con alguien de espaldas, haciéndome tirar ambos vasos.
Me giré.

—Lo siento mucho —Me disculpé.

El chico se giró dejando ver su cara. Daniel.

—Anee —Me sonrió —Que gusto de verte.

—Hola —Me limité a decir.

—¿Quieres ir a fuera?

Medité mi respuesta, le iba a decir que NO, pero quería decirlo sutilmente y amable.

—Anda, a respirar aire sin humo de tabaco —Me dijo al notar mi indecisión.

—Esta bien —Suspiré.

Salimos al jardín, estaba totalmente sólo y húmedo.

-¿Y cómo has estado Anee? —Daniel rompió el silencio.

—Bien ¿Y tu Daniel?

—Me alegra que recuerdes mi nombre —Sonrió mostrando su dentadura blanca.

—¿Cómo podría olvidarlo? Si me lo dijiste hace como tres días.

—En la fiesta del estacionamiento. Que buena memoria Anee —Volvió a sonreír.

No dije nada más, de alguna manera me estaba incomodando estar ahí sola con él, cuando dentro hay una fiesta a todo volumen.

—Anee —Me llamó.

—¿Sí?

—¿Te puedo preguntar algo? —Su actitud sonriente se fue.

—Claro ¿Qué pasa?

—Esa vez en la fiesta, cuando empezó el disturbio y todo eso —Me miró —¿Con quien te fuiste?

Su pregunta me tomó desprevenida, a él no le importaba, además a él ya ni siquiera lo ví mucho antes del disturbio.

—Con Nat, iba con ella y regresé con ella —Mentí.

Negó con la cabeza mordiéndose el labio inferior.

—No me mientas por favor.

—¿Qué?

—Sé bien que te fuiste con Mahone.

La sangre bombeó con fuerza acelerando mi corazón.

—Daniel, tengo que ir con Natalia —Quería evadir ese tema.

En cuanto dí el primer paso, Daniel me tomó con fuerza por los hombros.

—¡Daniel! —Me quejé —¡Me estas lastimado!

—Sólo cuentame lo que pasó esa noche con Mahone y tu.

—Eso a ti no te importa. Si no me sueltas gritaré. —Tarataba de safarme de él.

—Anabell, ese tipo no es de fiar, sólo trato de advertite que es mala influencia.

—Eso no es cierto, tu no lo conoces —Forcejeaba con él para que me soltara.

—¿Y qué tu sí? —Me soltó.

Había dicho una estupidez al defender a Austin.

—No... —Titubié —Lo que digo es que ni tu ni yo lo conocemos para juzgarlo.

—Anabell, todo el que conoce a Austin Mahone sabe que no es de fiar, que es un tipo peligroso.
Sólo quiero advertirte.

—No necesito de tus advertencias Daniel, ya estoy bastante grande para saber cuidarme.

Sons of the Dark [A.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora