Magnus estaba sentado en la sala común de Ravenclaw junto con Tessa y Luna. Ambas charlaban sobre las clases, las evaluaciones que se aproximaban, y los libros que necesitarían pedir en la biblioteca. Ya habían pasado 9 meses desde su primera visita a Hogsmeade.
A todos les habían dado sus varitas, cada una con un diseño que lo representara: Izzy tenía dos serpientes que subían por la varita, Clary tenía una que poseía forma de pincel, y Magnus llevaba una llena de brillos.
La verdad era que el lugar le encantaba, lleno de vida y magos, le recordaba un poco a su época.
Los estudiantes de sus clases ya podían utilizar los mismos poderes de los brujos, tanto de Tessa como Magnus, lo cual los habia sorprendido en un principio, pero le satisfacía ya que sabían que su trabajo estaba hecho. Lo cual también los preocupaba a ambos, ya que:
1- Solo debían pasar allí un año.
2- No tenían muchas cosas que hacer en Nueva York.
3- Ambos amaban estar tan cerca de Londres.
4- Se habían apegado mucho a la niña Lovegood.
5- Les encantaba enseñar.
Y 6- debían admitir que ningún instituto se comparaba con Hogwarts.
En cambio, a los nefilims también les encantaba, pero no parecían estar muy tristes de irse, y era comprensible, pues en Nueva York tenían a sus padres, sus salas de entrenamiento, y no debían hacer evaluaciones o tareas.
De repente, la puerta de la sala común se abrió y allí entró Minerva McGonagall. No habían hablado mucho con ella en el transcurso del año, pero a Magnus le parecía una buena persona, aunque un poco seria.
- Señorita Gray, señor Bane. Los necesito en mi oficina. Tengo un comunicado que hacerles.
Ambos brujos dejaron a Luna mientras seguían a la directora hasta su oficina. Era muchísimo más grande que la de los profesores, y estaba llena de retratos de anteriores directores. En uno de ellos, Magnus encontró el retrato de Albus Dumbledore, que lo saludaba enérgicamente con su mano. El, aunque un poco asustado, pues no se acostumbraba a que las pinturas se movieran, le devolvió el saludo.
- Bien.- comenzó McGonagall.- están aquí porque yo, personalmente, debía felicitarlos por el gran trabajo que han hecho como profesores. Todos los alumnos han logrado efectuar sus mismos poderes, lo que en verdad me enorgullece.
Ambos agradecieron a la directora y se dispusieron a salir, pero ella los freno.
- Esperen. Eso no es todo.- siguió.- quería preguntarles qué les parece la escuela.
Ambos le dijeron lo mucho que les gustaba sus jardines, su lago, sus profesores y estudiantes, y su casa.
- Yo... Quería ofrecerles quedarse en la escuela para el próximo año estudiantil y seguir enseñando aquí.
Los dos se sorprendieron.
- Profesora, este lugar es verdaderamente asombroso, pero estoy comprometida con James, y el piensa visitar el instituto de Los Ángeles este año, ya que no pudimos viajar el anterior a causa de su invitación.- le dijo Tessa.
- Lo sé, querida, pero podrías ir a visitarlo para Navidad, como todos los estudiantes. Usted también podría hacerlo con su novio.
- Alexander... El no lo tomaría muy bien. Además estuvimos mucho tiempo separados, a causa de la batalla y todo. No sé si sería lo mejor.- le contestó Magnus.
- Solo digo que lo piensen. Es una oportunidad única, además de poder aprender más sobre la magia.
- Lo pensaremos.- le dijeron los dos al unísono, para luego salir.
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Los nefilims en Hogwarts
FanfictionCuando Los nefilims del instituto de Nueva York reciben un mensaje de Catarina Loss, diciéndoles que los necesitaban en Londres, ellos no dudan en ir a ayudar. Pero no se encuentran con lo que esperaban. En vez de un instituto, Clary, Jace, Simon, I...