Capítulo VII - Yo sólo quiero que seas feliz

486 42 6
                                    

Las cosas con Michael van muy mal, ¿por qué no puede creer en mí? Estoy tan triste...

Ya tengo tres meses, debo ir a mi segunda consulta. Por cierto, a la primera fui con Mackenzie, el doctor dijo que estaba todo bien.

Me bañé, me vestí y me fui con Mack aI médico.

Hoy me tocaba el ecograma, iba a ver a mi bebé.

Nos quedamos en la sala de espera por un rato hasta que nos llamaron, bueno, a mí. Entramos y el doctor empezó a hablar y a preguntar, ya saben, las cosas que hacen los doctores.

Después de un rato me pidió que me recostara. Me puso el gel y lo fue restregando con el "coso" ese para ver al bebé. Es que no recuerdo cómo se llama.

Mi bebé está creciendo sano, se está formando muy bien, pero aún no podemos saber el género. El doctor dijo que por lo lento que se estaba formando, puede que sea una niña. No me malinterpreten, digo "lento" porque los varones se forman más rápido, pero todo está en perfectas condiciones.

Salí del médico feliz, no debía estar preocupada, pero eso sí, debo cuidarme, comer bien, tomarme las vitaminas y no hacer nada que nos pueda perjudicar. Pan comido... Creo.

Estaba bastante feliz hasta que recordé. Esta escena sigue rondando y rondando por mi cabeza día y noche, no me deja en paz:

—Entonces elige —Se paró de la mesa —¿Tu arpa o yo?

—Michael... No me hagas esto...

—Vete...

—¿Qué?

—Eres como todas.

—Pero...

—Le diré a Lola que empaque tus cosas y te pida un taxi —Dijo frío.

—Pero Michael... —Ya las lágrimas no paraban— ¿Al menos me dejas decirte lo otro?

—Ya no tienes nada más que decirme, no quiero saber nada de ti —Se dirigió a la puerta.

—¡Pero, Michael!

Cerró la puerta de un portazo.

—Estoy embarazada.

Cerré los ojos con fuerza y puse mis manos sobre ellos. Estábamos en un taxi de vuelta a casa de Mack, ¿Es que no puedo controlar mis emociones? Parezco una niña.

—¿Y ahora qué pasa?

—Nada, yo... —Suspiré— Nada.

Mackenzie no estaba convencida, pero decidió no seguir preguntando. Ya me conoce.

Al llegar a casa de Kenzie, me senté en el sofá. Solo a reflexionar, más bien, a pensar. No estaba pensando en Michael, pensaba en mí, en mi bebé, en cómo será, qué será, ¿Seré una buena madre? ¿Seré un buen ejemplo para ellos?

Una melodía se me vino a la cabeza de repente. Comencé a tararear y a chasquear los dedos.

¿Cómo serás?
¿Me querrás?
¿Me mereceré que me digas mamá?
Pronto vendrás,
Y con tu belleza me cautivarás.

Corrí como loca por toda la casa buscando una libreta, un pedazo de papel, una servilleta, algo, mientras cantaba ese pedacito de la canción y chasqueaba los dedos sin parar.

<<No la puedo perder.>>

Me dije a mi misma refiriéndome a la canción.

Por fin encontré un cuaderno en la maleta que me traje de Neverland. No sé de dónde salió ese cuaderno, pero eso no importaba ahora.

Mi Sueño, Mi Pesadilla: Solo ella y yo [Michael Jackson] {#2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora