Mi Sueño, Mi Pesadilla: Solo ella y yo [Michael Jackson] {#2}

Capítulo XVIII - Sí, acepto [FINAL]

Dieciséis de noviembre; mi cumpleaños.

Organicé una pequeña reunión con nuestros amigos. Estaban las chicas (Mackenzie, Catrinah y Jessie), estaban unos amigos de Mike, sus hermanos y un mediano problema; Lisa.

Sí, Michael invitó a Lisa. Dice que es buena amiga suya y blah blah blah. Por no ser descortés, le dije que sí podía invitarla. Matenme ahora.

Me duché y duché a Paris, ya tiene un añito.

Michael entró al baño con la toalla en el hombro.

Primero vestí a mi princesa. Le puse un vestido morado que tiene un estampado de corazones blancos, ese se lo regaló Katherine por su cumpleaños. Unos zapatos blancos y unos leotardos porque ya empieza a hacer frío.

Luego me vestí yo. Me puse un vestido azul marino y unos tacones plateados. Recogí mi cabello en un moño alto ya que mi vestido tiene la espalda descubierta. Me puse el collar que me regaló Michael y unos zarcillos a juego. Me maquillé sencilla, colores neutros y rosa mate claro en los labios.

Justo cuando terminé de vestirme, Mike salió del baño.
Tenía una toalla atada a la cintura y con otra se estaba secando el cabello. De repente se detiene y en su cara se forma una expresión de asombro.

—Wow... —Esa palabra la alargó.

—¿Te gusta?

—¿Que si me gustas? Más que el pollo de KFC, y eso ya es mucho decir... —Dijo caminando hacia mí mientras seguía secándose el cabello con la toalla.

Reí.

—No, tonto. Que si te gusta cómo me veo.

—Estás hermosa —Dijo tomándome por la cintura y dándome un corto pero dulce beso.

—Sabes a crema dental —Dije después del beso.

—Menta —Sonrió.

(...)

—Hola, Janet ¿qué tal? —Dije mientras le daba un abrazo a la hermana de mi prometido.

—¡Hola, Chloe! Genial ¿y tú?

—Muy bien.

—Toma. Feliz cumpleaños —Dijo dándome una caja de regalo.

—Gracias —Le dijo otro abrazo.

—¡Pero qué grande estás tú! —Paris se acercó a nosotras— Ven a darle un beso a la tía Janet.

Paris, como buena niña, obedeció y abrazó a su tía.

Fuimos dentro para abrir el regalo. Eran unas botas altas de terciopelo marrones. Me fascinan.

Sonó el timbre y salí para abrir. Eran Jessie y Caty.

—¡Chicas! —Salí corriendo a abrazarlas después de que el guardia abriera la puerta.

—Que bella estás —Dijo Caty mirándome.

—Gracias, igual ustedes.

Entramos.

Ellas me regalaron un llavero con una foto de las tres, es hermoso.

Y así fueron llegando los invitados, uno tras otro.

Ya estaban todos (o al menos los deseados) en la casa. Había música risas, chistes, Paris jugaba con sus juguetes, estaba bastante tranquila, la verdad.

Todo iba genial, hasta que sonó el timbre.

Lisa.

Me asomé por la ventana.