Obligación

Cinco♥

Analía pegó un salto del susto.
Se notó bastante su asombro, por lo que su madre le preguntó:

_Hija, ¿Te encuentras bien?

_Si... No, la verdad no, ¿Puedo salir a tomar algo de aire? Aquí hace calor y me está haciendo mal...

_Si, claro. - Contestó su madre poco convencida -

Salió y se encontró con un Theo muy confundido.

_Ana, ¿Qué hacías ahí?

_Yo... Emm... Estaba... Bueno, es que ... Ay, no puedo hablar así. Vamos un poco más lejos, lejos de esa tienda, de mi madre y de todo eso, al lago... Si allí, vamos al lago.

_¿Te sientes bien?

_Solo vámonos, debo explicarte varias cosas...

***************

Llegaron y se sentaron en el mismo lugar que la primera vez, en la orilla, donde unos patos ahora nadaban.
Ambos estaban callados, ninguno quería empezar la conversación ni sacar tema alguno.
Theo, bastante cansado de aquel silencio, habla, aunque con nervios:

_Entonces... Emm.. ¿Qué me querías decir? O explicar...

_Es complicado. Mi familia tiene una muy rara tradición. Es desde hace mucho tiempo, y mi madre quiso reiniciarla conmigo. Esta consiste en  que las hijas deben casarse a los 17 años o 18 como máximo. Mi madre se casó a los 21 pero quiere que yo cumpla la tradición.

_Espera, ¿Qué? Vas a...

_Si, a casarme con John Harrison.

_No lo puedo creer...esto no.. no puede ser... ¡¡¡Y yo como un tarado iba a pedirte que... Ay ya no importa!!!

_Ibas a pedirme que...

_Te amo. Ya lo dije. Pero no importa. Jamás estaré contigo de otra forma más que amigos. Ese es mi maldito destino. Tu serás feliz, quiero que seas feliz. Yo no... No podría darte lo que mereces.
Debo irme, me mudaré a Londres por la universidad en un tiempo, en cuatro meses creo, ojalá tengas una gran boda...

_¿Qué? Espera, ¿A dónde vas? ¿Crees que yo eligiría a John antes que a ti? Eres mil veces mejor, y si pudiera escojer no lo dudaría un segundo, yo...

Theo estaba llegando a la parada de autobús, el cual debía tomar para ir a su casa. Antes de subir al mismo le dijo:

_Lo escojerías a él de todas formas. Tiene dinero, un trabajo excepcional, admirable. Tú, tu corazon y tu vida serían perfectos, yo no voy a quedarme para confirmar que lo que digo es cierto.

_No lo es. Espera, por favor. Theo yo...

Ya se había ido.
Las lágrimas no tardaron nada en llegar hasta sus mejillas.
No podía contenerlas. Ella no había podido decirle que lo amaba y que desde pequeña quiso pasar el resto de su vida con él.
Debía volver.
Volver a la estúpida tienda de vestidos de novia.
Volver a la realidad, una que... ¿Podría cambiar?