Si el inglés no existiera [Tom Hiddleston fanfic]

Adiós

Había algo de su cara que no me gustaba, ese día estaba distraído y ansioso. Durante la película en el cine, noté que miraba a un lado y al otro de forma insistente. Y al preguntarle qué le había parecido la película, se limitó a decir un "buena". Posteriormente fuimos a comer, y la situación siguió igual, llegó a tal grado de estrés que se empezó a tronar los dedos.

─ ¿Tom, qué tienes?

─Nada, cariño, ¿por qué lo preguntas?─ me miró, sus pupilas temblaban, hojas temblorosas en medio de un mar azul.

─Estás muy raro hoy... Pareciera que algo te preocupa. Y no sé qué es... Por favor, confía en mí.─ tomé sus manos a través de la mesa, él apretó mis manos y después se soltó.

─No me pasa nada, estoy bien.

─De acuerdo, si quieres irte, sólo dime.─ ese domingo, después de lo que habíamos pasado en la fiesta y en mi habitación, él había pasado por mí como lo había prometido, pero ya no tenía el mismo humor que por la mañana había tenido.

─No me quiero ir... Sólo que... Después de comer iremos a un lugar especial.

─Está bien...─ le sonreí mientras la mesera traía nuestros platos. Tom comió distraído, mirando a lo lejos, y no dejaba de fruncir el ceño. Apenas si me contestaba cuando le hablaba. Una vez terminamos, en el estacionamiento se giró hacia mí y me tomó por sorpresa, tomó mis manos entre las suyas.

─ ¿Alguna vez podrás perdonarme?

─ ¿Por qué?

─Me voy a ir...─ suspiró y miró el reloj contando los minutos como si dependiera de ellos para no morir.

─Tom, no te voy a mentir, aún no entiendo, mi corazón no entiende por qué tienes que irte. Por qué la vida se empeña en quitarme lo que más amo, pero créeme que algún día lo haré.

─Vámonos...─ me soltó, encendió el carro y arrancó por la avenida. El camino fue en total silencio, ni siquiera música, cuando vi a dónde se dirigía me contrarié en demasía.

─ ¿Qué hacemos aquí, Tom?─ dije mirando el teatro de la delegación en donde habíamos actuado.

─Quise venir aquí porque es el lugar en donde nos conocimos...

─Pero nos conocimos en la prepa...

─No, aquí conocí a la mujer que había detrás de la alumna. Aquí, sobre el escenario. Y aquí te demostré quién soy yo...─ le sonreí, él correspondió y se bajó para abrirme la puerta. Caminamos y entramos al teatro que estaba vacío, nos subimos al escenario y yo caminé de un lado al otro, parecía que ese era mi hábitat. Tom se sentó y suspiró profundamente, me senté a su lado. ─Es increíble todo lo que me ha pasado, creo que soy el hombre más desdichado.

─ ¿Qué dices?

─Soy feliz, muy feliz, y de la nada tengo que dejar todo. Soy muy desdichado.

─Tranquilo... Aún tenemos dos días para estar juntos, podemos convencernos en ese tiempo.─ me recargué en su hombro, pero él negó haciendo que lo mirara a los ojos.

─No tenemos dos días...

─Claro que sí, tú te vas el miércoles...

─No, Cristina.─ susurró. Jamás me había llamado por mi nombre completo. ¿Qué pasaba? ─Tengo que irme mañana, ha salido un improvisto...─ me separé abriendo los ojos. ¡No, no, no! Tenemos dos días, él no se puede ir... No aún.

─No es cierto...─ tomó mis manos, pero yo me zafé de su agarre.

─Perdóname, no puedo quedarme más tiempo. Tengo que irme...