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La relación entre Alex y Tom no mejoró, sino todo lo contrario, empeoró. Alex se saltaba las clases de Tom a tal grado de descaro que lo esperaba hasta que llegaba al salón para que en sus narices se saliera haciendo el mayor alarde de ello. Tom lo ignoraba, o eso intentaba, pero la verdad es que cada vez que el chico hacía una de sus guarradas el pobre adquiría un tono rojo en las mejillas y después cambiaba al blanco, además de romper los gises por la mitad por apenas poner un punto.

Sin embargo, con el resto de los alumnos era un encanto. Y todos le devolvían el gesto, la verdad es que me sorprendió que ni siquiera los amigos de Alex se pusieran de su lado, incluso ellos se notaban apenados cada vez que aquél hacía enfadar a Tom.

El mes de enero se pasó volando, la presión que los profes empezaban a ejercer hacía más difícil que pudiera disfrutar de las tutorías de Tom con placer, en la mente se me iban abarrotando los trabajos y exámenes finales que se me venían encima para abril, eran casi 12 materias las que llevaba, claro que en una había empezado a progresar. Tom hizo una prueba sorpresa, y me fue bastante bien.

Toda la última semana de enero, faltó Otero, el profe de mates. No podíamos estar más felices, a pesar de saber la carga de trabajo que se nos vendría para cuando él volviera, esa semana con horas libres parecían lo más cercano a una epifanía de la virgen. A pesar de que Mafer me insistiera en que en lugar de estar comiendo en la cafetería bien podríamos utilizar ese tiempo libre para estudiar de otras materias, la convencí de que debía dejar de ser una "matadita" para relajarse un poco más mientras el tiempo lo permitía.

Así que el miércoles de esa preciosa semana, estábamos en una banca frente a las canchas de basquetbol, Mafer se deleitaba la vista con los jugadores del equipo de la Prepa en short mientras yo me pasaba unas canciones de su móvil al mío. Landi y Elena se nos acercaron y nos preguntaron qué tal nos iba. Al parecer aprovechaban esas horas para ligar tanto como Mafer las aprovechaba para echarse un taco de ojo.

─ ¿A ustedes no les he contado a quién vi el lunes en Coyoacán, verdad?─ mencionó Landi después de un rato.

─No...─ musité mientras me pasaba "Crazy" de Aerosmith.

─A Tom y a la zorra esa de francés... Después de todo, el idiota de Jorge tenía razón.─ Mafer despegó la vista de los que ella llamaba "chicos merecedores de atención" para ponerle los ojos en blanco a Landi, yo me encogí de hombros. Esa noticia ya nos había llegado por otras fuentes, ya había hecho mi berrinche días atrás.

─Landi, francamente no sé por qué insisten en que Tom se trae algo con Karina. ¿Los viste salir de un hotel?

─No...─ musitó Landi con tono de haberse tragado una cáscara de limón.

─Entonces... ¿Los viste besándose?─ le puse un pisotón a Mafer que me lo devolvió casi al instante.

─No... Pero...

─Entonces no tienes pruebas para decir que: por haberlo acompañado al salón, y por haber salido a dar una vuelta por ahí, Karina tiene algo que ver con Tom.─ dicho esto con tono del que ni siquiera Einstein se hubiera atrevido a rebatir, Mafer volvió la vista a sus adorados jugadores. Landi hizo una mueca y sentí su mirada posada en mí, ella sabía cuán celosa me ponía cuando de Tom se trataba... Así que insistió:

─Cris, ¿tú no lo echarás tan fácil al saco roto, verdad? Sospechas tanto como yo...

─No lo sé, pero admito que Karina no es precisamente una mujer decente.

─ ¡No tienen pruebas de ello!─ rezongó Mafer escandalizada.

─Tú cállate y sigue admirando a los Michaels Jordans...─ repliqué. Landi sonrió, contenta de poder tener a alguien de su lado, yo tenía curiosidad en lo que ella había visto así que le saqué la sopa. ─ ¿Cómo los viste? ¿En dónde?

Si el inglés no existiera [Tom Hiddleston fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora