#5. Confundida

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Después de aquel beso con Guillermo, no nos hemos dirigido palabra creo que él al igual que yo tratábamos de evadirnos, los dos somos culpables de nuestros actos ninguno puso algún alto para detenerlo, pero es imposible no pensar en sus labios, en él, en la manera en que me hace temblar cada vez que lo siento cerca, me siento abrumada no se que había pasado con él, conmigo tenía miles de preguntas rodeando mi cabeza y ninguna de todas esas preguntas podía responder, lo único que sabía es qué necesitaba tenerlo a mi lado, que me diga cuanto me ama, pero Guillermo por un lado es él hombre dulce que tanto amo y por el otro lado alguien frío, indiferente, tenía que aclarar esto con él, de una vez. Todo el tiempo recuerdo ese momento pienso en aquel beso y por una extraña razón me gusto y quiero que aquél momento se vuelva a repetir una y otra vez, se que estoy mal en pensar en esa manera, aún siento sus labios, su aroma en mí, su piel rozando sobre la mía, es una sensación extraña que jamás había sentido ¿por que siento esto? y lo peor de todo con mi propio hermano.

Estaba en el espejo admirando aquel vestido azul entallado algo corto que traía puesto, no tenía  ánimos para ir a esa cena con los amigos de Guillermo tomé mi bolso para salir del departamento antes de que saliera de mi alcoba Samuel me detuvo.

—¿Te he visto extraña estos últimos días, tienes problemas con Guillermo— Dijo Samuel preocupado.

—No, no para nada sólo que nos hemos distanciado un poco ya que cada quién esta metido en sus propios asuntos— dije nerviosa.

—Me miro desconcertado—Se cuando mientes ____, estoy más que seguro que empezaron sus problemas aquella noche que Guillermo discutió con Rubén, por favor_____ díme sólo quiero ayudarte—.

—Sabía que si le decía la verdad a Samuel, Guillermo iba  acabar como un abusador y no lo era porque yo también lo deseaba al igual que él a mí— Samuel te estoy diciendo la verdad, no hagas tus teorías mejor ya hay que bajar que Guillermo nos está esperando, tú ya lo conoces que se desespera fácilmente— dije mientras lo empujaba hacía la puerta.

—Sí, si ya lo conozco siempre está de mal humor, y mas aún desde que tú te mudaste anda más extraño que de costumbre, siempre te esta celando de esa forma obsesiva es la primera vez en tantos años que lo veo comportarse de eso modo—.

—¿¡Hablas en cerio Samuel?! — dije alegrada.

—Me miro confundido— No se que acabo de mencionarte para que te hayas alegrado de esa manera.

—Olvídalo Samuel, mejor ya hay que bajar— dije sonriendo.

Baje del edificio junto con Samuel y como ya lo suponíamos los dos, Guillermo ya estaba más que desesperado, nos subimos al auto todo el camino hacía el restaurante Guillermo no me dirigió la palabra ni siquiera la mirada, que pretendía con esa actitud que el beso se me iba a olvidar por arte de magia, al poco tiempo llegamos al restaurante cuando entramos los tres, ví a Rubén y su amigo Mangel nos sentamos, en realidad era incómodo estar en una cena rodeada de puros hombres no podía parar de mirar a Guillermo tal vez ya se había dado cuenta ya que de ves en cuando volteba discretamente.

Ya había pasado exactamente dos horas de esa aburrida cena todo el tiempo se la pasaban hablando de videojuegos o como iban a hacer sus vídeos, de sus fans me levante de la mesa ya no aguantaba otro minuto más con ellos, salí del restaurante necesitaba aire fresco y al parecer a Guillermo no le había importado que yo me hubiera ido de la cena me senté sobre la acera mientras revisaba mi celular.

—Te vez hermosa en ese vestido— reconocí la voz  de Rubén en mi oído.

—¿Porque no estas cenando con todos los demás?—dije sonrojada mientras revisaba mi celular.

—Me di cuenta que te marchas te de la cena y vine a buscarte, una chica tan linda no puede estar a esta hora de la noche— dijo Rubén acercándose a un acostado mio.

—¿Por qué después de que discutíste y te haya amenazado Guillermo sigues hablandome? Dije extrañada.

—Una simple advertencia de Guillermo no me asusta, para que me aleje de tu lado, sin mí no se que sería de tu vida solitaria a lado de tu hermano— dijo Rubén con aires de grandeza.

—Reí al escuchar decir que no le importaba— Si no te importará, ¿Porque cuando estábamos en la cocina con Guillermo te veías como una niñita asustada? eres un mentiroso Rubén Doblas.

—¿Quieres que te demuestre que no le tengo miedo a Guillermo ?—dijo con un tono seductor.

—¿Y como me lo vas a demostrar?—.

—Se quedo unos segundos pensando— ¡Se me acaba de ocurrir una locura! — dijo triunfante— Tu y yo en el cine viendo una de película de acción, lo sé, no lo esperabas.

—Me quede callada unos segundos jamás se me hubiera ocurrido que Rubén se atreviera a invitarme a salir, ¿era una cita?, o sólo quería desafiar las reglas de Guillermo — ¿Que pretendes Rubén con tu invitación? —.

—Ríe— No pretendo nada malo si es lo que crees, sólo quiero conocer la verdadera _____, no seas amargada como Guillermo.

—Ok pero si es que pretendes jugar con migo Rubén Doblas me conocerás—.

—¿Es una amenaza acaso?—.

—Tomalo como quieras— dije encogiendome de hombres.

—Me gustan las amenazas—dijo mientras se acercaba a mis labios podía apreciar más sus hermosos ojos miel con pequeños toques de verde, su perfume era un vaivén para mis sentidos nuestros labios se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose apoyando apenas su lengua en mis dientes, su aliento va y viene como un perfume embriagador nuestras miradas se cruzaban como si fuera una sola, puedo escuchar su respiración agitada mismamente confundida. Entonces sus manos buscan hundirse más en mi cuerpo sus manos rebuscan bajo mi vestido, el acaricia lentamente mismamente profundizando su boca contra la mía, mientras nos besamos él hace movimientos vivos, de fragancia oscura. Nos mordemos el dolor es dulce, nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor dulce, yo lo siento temblar contra mi cuerpo como si ese beso dependiera de mi vida entera.
Cuando paramos nos quedamos unos instantes mirándonos fijamente, me siento bien con él a su lado, Rubén era todo lo contrario a Guillermo con Rubén era como una clase de juego nada era seguro a su lado, desvíe mi mirada hacia la entrada del restauran vi a Guillermo con los ojos cristianizados nunca lo había visto a sí, mire a Rubén preocupada, creo que Guillermo había visto todo me sentía completamente destrozada y a Rubén no parecía preocuparle si no lo que su cara reflejaba era un estado triunfante por haber besado la hermana de WillyRex.

La hermana de WillyRexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora