Vampire Life. [Len y Tú]

Capítulo X: Aliméntame

ATENCIÓN: Este capítulo tiene lemon. El peor que se haya hecho en la historia, seguramente (?) Se sugiere discreción. Para quienes no lo quieran leer, yo avisaré cuando empieza a narrarse, mientras lean tranquilas ╮(╯▽╰)╭

Capítulo dedicado a @Rukia789

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_______ POV.

—Hablo en serio.— su mirada, me estaba intimidando desde hacia un buen tiempo. ¡Esta loco! Ni pensarlo le daría mi atuendo. —¿Te quisieras apresurar? No tengo toda la noche...

—Voy a informarte, que no te daré mi ropa. Busca otro método.— me cruce de brazos, dando a entender de que no cedería.

—Bien. Lo supuse... No te quejes.— estaba por darle una respuesta, pero me quede en silencio al ver como se lanzaba sobre mí, sujetándome de los hombros y cayendo al suelo de forma brusca. —Estas jodida.

De allí no iba a poder escapar. ¿Por dónde si fuera el caso? Él es un vampiro, tiene destreza y agilidad, me alcanzaría al metro de ya haber querido correr. Pero aun así, no quería huir, no sentía necesidad de hacerlo; Len tan sólo quería ayudar...

Aparte tímidamente mi mirada de su rostro. Ver tales facciones, hacían que mis mejillas, inconscientemente se tiñieran de un rosa muy molesto. Pero además de su pálida piel, de su sedoso rubio cabello, de sus colmillos afilados, había algo que me gustaba más de su cara... Sus ojos. Son tan hipnotizantes, que es muy difícil salir de ellos luego. Un celeste tan penetrante, que en parte, te hace sentir que con él estas protegida, pero además, existe ese mar de confusión, que precisamente, lo llena de misterio y como a una persona reservada.

—No te muevas.— y no lo hice, ¿Qué más podía hacer? No tenía escapatoria.

Cerré los ojos. Sentía las manos de Len pasarse delicadamente por mi estómago (lo cual me provocaba cosquillas), como si tuviera miedo de romperme.

—Ah ¿por qué soy delicado?— se susurró a sí mismo, pero logré escucharlo. Tenia intriga de por que murmuraba tal cosa, así que sin más vueltas, le pregunté.

—¿A que te refieres con eso?

Len suspiró con pesadez. Oh ya se había molestado. Pero de hecho, era extraño pues nunca se había enfadado conmigo; siempre me trata de una manera linda y adorable.

—¿Conoces una extraña leyenda sobre criaturas, en este caso yo, un vampiro?— negué con la cabeza. —Oh bien, dejame contártela, pues es corta y muy sencilla. Cuando los humanos, caen en el "amor", ellos son efímeros en ello. Pero nosotros no, es todo lo contrario, pues dura para toda la vida...— hizo una pausa larga. Larguísima. Al parecer tenia que decir algo.

—Y... ¿A qué quieres llegar?

—Si no somos correspondidos... Morimos de manera muy lenta y bastante... Bastante dolorosa.— sus ojos estaban perdidos, pero reflejaban tristeza... No entiendo de que esta hablando.

—¿Que pasa con ello?

—¡¿Qué no lo entiendes?!— gruño mostrando sus blancos colmillos. Cerré los ojos y negué, nuevamente. —Que tonta eres...— con la punta de su dedo índice, levanto un poco mi rostro y junto su frente con la mía, provocando un leve sonrojo de mi parte. —Mírame, y es una orden.— abrí mis ojos y me encontré con los celestes suyos, mirándome detenidamente.