Capitulo XV: El principio del fin.

224 20 18
                                    

Queridos/as lectores/as: Les pido perdón por tardar tanto en actualizar, debido que me encuentro sin internet en casa, solo puedo conectarme desde mi celular y escribir desde ahí es un mierda. Intente muchas veces usar mi celular como router para darle internet a mi computador, pero no funcionaba, hasta hoy, que mágicamente se ha conectado. La magia del 2016(?)

Casi podía sentir como la vida iba abandonando su cuerpo, lenta y dolorosamente, llevándolo a un profundo sueño del que nunca despertaría, se sentía bien, más que bien. Ver al idiota que me había vendido morir lentamente frente a mis ojos, estaba cegada, cegada por la rabia, por la ira, que casi olvido un pequeño detalle.

Sus ojos comenzaban a cerrarse, sus brazos perdían fuerza, ya casi no luchaba... se moría. Podía sentir el golpe de adrenalina recorrer cada mínimo centímetro de mi cuerpo, pero sin duda el golpe que recibí después, fue mucho más duro que el de una simple hormona desplegándose por mi organismo.

De un momento a otro, una fuerza invisible me golpeo. Se sintió como cuando Jake estaba cerca de mí, pero no era él, era Helen.

Por un minuto había olvidado que yo y el ahora casi moribundo ser humano de ojos verdes, poseíamos la misma capacidad –si es que se le puede llamar así a tener un alma vinculada a ti el 100% del tiempo-.

Sentí aquella fuerza invisible empujarme con fuerza contra una de las paredes de la cueva, mi espalda impacto de lleno otra contra la roca húmeda, al igual que mi cabeza. Mi vista se nubló por unos segundos, mis piernas flaquearon haciéndome caer de rodilla a la tierra pero luche por no caer inconsciente.

La fuerza se alejó de mí, dándome el tiempo necesario para levantarme y recuperar el aire que había escapado de mi interior. Pero no alcance a erguirme cuando Helen me asesto otro golpe, aún más brutal que el anterior. Mi cuerpo golpeo la pared rocosa por segunda vez, provocando un ruido sordo que no alcance a oír, todo se tornó negro y silencio en una fracción de segundo.

Y si me concedieran un deseo, desearía que lo que ocurrió después, se borrara por completo de nuestras vidas.



Conexiones peligrosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora