Capítulo 2

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                     Noticias.

Salgo de la recamara de Gussy más , bajo las gradas y veo a mis padres sentados en el gran comedor familiar.

Tranquilízate, ellos no saben nada, no reclaman nada. No saben nada, no reclaman nada.•

Tomo asiento, sin saludar, ni nada. No tengo ganas de discutir con ellos.

—Buenos días Sarah —reclama mi madre por no tener la descencia de saludar en la mesa.

¡Ugh!

—Buenos días Madre —digo lo más educada posible.

Ellos odian cuando los tuteo.

—Aunque no son tan buenos hija —interviene mi egocéntrico padre.

¿Porque lo dices Michael? -Oh-Oh lo tutié.

En estas circunstancias, eso no me conviene.

Pero ¿Qué mas dá? Si voy a hacer una pendejada, la haré bien.

—¡Deberías tener mas respeto con migo señorita! —exclama en tono autoritario— ¡Yo soy el que te mantiene viva y bajo este techo con...

Este dicurso me lo sé de memoria.

—Como sea —interrumpo, pongo los ojos en blanco— ¿Por qué no son tan buenos? —insisto.

Dos posibilidades, o lo saben o descubrieron otra de mis babosadas.

Negación. Entra en fase de negación

Fase de negación. Lo tengo.

— ... ¿Qué me dices de eso Wood? —mi padre me llama por mi apellído cuando está molesto.

Ha estado parloteando cosas.

—Perdón no te escuché —estaba desconsertada, no escuché ni media palabra.

—Decía que: ¿Cómo explicas la borrachera que tenias anoche? Arrastraste a tus amigas a esa fiesta que contaba con drogas, alcohol y ¡Sexo! ¡SEXO! —hace enfasis en esa última palabra— Sus padres llamaron hoy a primera hora reclamando por sus hijas, ¿Sabes qué dijeron? No s sentenciaron a sacarte del club ¿Qué vamos a hacer con una hija que no puede ir al circulo? ¿Eh?.

—¡Lo niego todo! —me apresuro a decir.

—¿Lo niegas? ¿Niegas que no las llevaste? ¿Niegas que ahora mismo estas con resaca? —reclama Michael.

¡Agggh! Esas taradas le contaron todo a mi padre. ¿¡Que no saben como es de ético y culturista!?

—Traidoras —mascullo entre dientes.

Tomo aire, me dispongo a darles una explicación para que no fueran por allí cerrando las discotecas.

—En primer lugar, fueron ellas quienes me arrastraron a la discoteca, en segundo lugar, ellas tuviéron la culpa de drogarse demás y acostarse con cualquiera y en tercer lugar, ya estoy lo suficientemente grandecita como para que ustedes se metan en mi vida. ¿Comprenden? —me sorprende que manejé la situación lo mas calmada posible.

—¿Grande? ¿Dices que ya estas grande? ¡Por favor Sarah! Aún eres una niña yo...—Margareth, mi madre, es muy sobre-protectora.

—¡No, ya no! —me apresuro a decir antes de escuchar los parloteos de Margareth.

—¡Por Dios Sarah!, ¿Entregaste tu virginidad? ¿Quién fue? ¡Tenemos que poner una denucia! Una chica embarazada sin casarse en nuestra familia no sería bien visto. ¿Cuántos meses tienens 3...5? —escandaliza como loco Michael— ¡Hay que llevarla al médico!

Chicos de plástico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora