La vida de una chica cristiana

Capítulo 5.

Capítulo 5

Al siguiente día, me desperté con un grito de mi mejor amiga. Lo peor fue que su voz aguda estaba más aguda que nunca.

— ¡Tina, despierta! Ya casi es hora de irnos.

No le hice mucho caso, sabía que siempre se exagera mucho en las cosas. Mi cabeza solo podía dar vueltas pensando en salir con Sebas. La verdad, no me parecía mala idea; él era un chico guapo. Pero a la vez, era muy mala idea.

— ¡Tina, enfócate! — gritó mi consciencia.

Al despertarme por completo, miré la hora: eran las 9:00. Es decir, tenía media hora para alistarme y otra media hora para llegar y salir con todos los chicos a tiempo. Estaba ansiosa por saber con quién me tocaría de pareja para el campamento. No quería esperar más para averiguarlo. Al poner los pies en el suelo, me di cuenta de que en ese instante, iniciaba mi día...

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Terminé de arreglarme y salí a donde estaban los demás chicos.

— Hola — dije amablemente a Elías.

— Hola — dijo, frío.

¿Qué le pasaba? Ayer estaba de lo más bien; me dijo lo del voleibol. Pero lo más raro es que terminó de hablarme o, por lo menos, saber que existía cuando Sebas me "invitó a salir". Fruncí el ceño.

— Por fin llegas — dijo Sofi abriendo la puerta para salir. — Vamos, ya vamos tarde.

Llegamos al lugar donde nos recogería el autobús para ir al aeropuerto.

— Hola, chicos — dijo una chica bajita de cabello blanco. Yo le ponía unos 25 años, con una remera del instituto. — Entren y pónganse cómodos, los estábamos esperando. No nos iríamos sin ustedes, necesito que me den sus nombres como van entrando.

— Sofía Miller — dijo Sofi con una sonrisa como el gato de Alicia en el país de las maravillas.

— Valentina Thompson. 
— Dennis Well. 
— Mauricio Blooks. 
— Sebastián Castellón. 
— Agustina Pons.

Me gusta el apellido de Sebas; es raro pero lindo... ¡HEY! ¿ESPEREN? ¿ACABAN DE DECIR AGUSTINA PONS? ¡La ex de Elías! NO, NO, NO, NO. Esto no me lo puedo creer. ¿Vino al instituto? Oh, rayos. La verdad, siempre me cayó mal; era la novia de Elías y, a mi parecer, se creía la reina del lugar siempre.

— Elías Britt.

Elías y Agustina se sentaron juntos. ¿Por qué rayos se sientan juntos?

— Oye, linda, ¿tu papá va al campa? — ¿Acaso le dijo "linda"?

— No creo. Dijo que ahora venía a decir si iba, pero creo que podremos pasar todo el rato juntos sin que nos moleste. Aparte, necesita estar con mamá y dejará el campa en manos de Dexi.

— ¿Quién era Dexi? ¿Y quién era el papá para dejar el campamento en manos de Dexi? El rector o qué? Jaja.

En ese momento llegó el director y caminó hacia ella. Oh, rayos, esto no me puede pasar a mí.

— Agus, no voy a ir al campa, pero Dexi se encargará de todo. Y tú, Elías, pórtate bien con ella. Te estaré vigilando, aunque no vaya; te veré siempre — dijo, apuntándolo.

— Sí, claro, señor, por supuesto. Después de todo, Agus y yo solo somos amigos.

Oh bien, solo amigos. Fiuff. ¿Por qué te preocupas tanto? Ni que te gustara Elías. A no, no, para nada; no me gusta... El director se fue dándole un beso a su hija en la frente.

— ¿No crees que deberíamos decirle? — dijo Agus, abrazándose a Elías y haciendo un puchero.

— No sé, la verdad creo que no lo aceptaría, como la vez pasada. El hecho de que tú y yo seamos novios no le gusta para nada — dijo con su brazo alrededor de la chica.

Entonces, sí son novios. OH NO, NO PUEDO CREERLO. ¡Mataré a esa chica! ¿Cómo rayos él pudo fijarse en ella? Admite que te gusta el chico y no puedes dejar de que te den celos... Amm... No lo creo...

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Llegamos al aeropuerto. Me quedé dormida todo el camino; creo que los nervios se me iban subiendo más al no saber con quién me tocaría en la cabaña...

— A ver, chicos — dijo la chica de cabello blanco, que ahora tenía un gafete que decía "Dexi", y ahora todo tiene sentido. — Nombrare las parejas.

Dijo varios nombres, pero no les tomé mucha importancia.

— Mauricio y Dennis — bien, vamos bien, amigo con amigo... 
— Elías y Sebas — la chica le hizo una cara coqueta a Sebas mientras él y Elías se miraban de la forma más mal que podían. Si las miradas mataran, se hubieran despedazado allí. 
— Sofi y Agus — ¿qué rayos? 1) mi mejor amiga no está conmigo y 2) está con la noviecita de Elías. No, este día no puede estar peor.

— Y bueno, con eso damos por terminado.

¿Qué rayos? Inmediatamente fui con Sofi, que en ese momento ya hablaba con Agustina como si fueran mejores amigas, a buscar a la chica de pelo blanco.

— Oye, verás que, emm, por alguna razón NO ESTOY CON NINGUNA PERSONA — dije alterada.

— Ah, lo siento. Es que ya ni hay más habitaciones y tú no sales en la lista. Amm, creo que te pondremos en la habitación de... — dijo señalando la lista. — Mm, Sofi y Agus.

— ¿Qué rayos acaba de decir?