AITOR.
- Por favor, ¿podríais dejar de mirar esas revistas? Me dais vergüenza ajena - les sonreí en forma de burla.
- Vergüenza es la que me das tú. No me puedo creer que no te guste estas revistas en la que hombres orgullosos de sí mismos, plasman imágenes de mujeres hermosas en paños menores para alegrarnos la vista - dijo orgulloso. A lo que yo reí - son hombres que piensan en el bien de otros.
- Eso eso - dijeron Héctor y Marcos, que estaban cada uno a un lado de Fran.
- Pues discúlpenme por no entender el porno - me reí aún más de ellos.
- Cuidado Aitor. Ésto no es porno. Es la belleza humana femenina - sentenció muy seguro de sí mismo.
- Vale, vale. Lo que digáis - alcé la mano arriba para luego rápidamente bajarla de modo que me rindo de esa misma conversación.
Iba a irme cuando oigo la voz de mi superior.
- Aitor - me di la vuelta y él estaba junto los tres de hace unos segundos, mirando a mi dirección.
- Dime.
- Ya hes terminado tu turno, ¿verdad? - Asentí con la cabeza - yo acabo dentro de una hora. Me gustaría que me esperaras. Necesito comentarte algo importante - volví a asentir con la cabeza, y me fui, no sin antes oír cómo el jefe regañaba a los tres tontos de antes por ver revistas de esas, se la quitó, la enrrolló, y le dio en la cabeza a cada uno. Era como en la vieja escuela. Reí por lo bajo y seguí con mi camino a las duchas.
Oh, lo siento. Me olvidé presentarme. Mi nombre es Aitor. Aitor Gutiérrez. Mido 1'98 cm, prácticamente mido dos metros. Soy moreno de piel. Mi cabello es castaño tirando a rubio, y mis ojos son azules con un pequeño comienzo en la pupila en amarillo. Tengo 25 años y soy bombero, así que si alguna mujer está leyendo esto, que me llame cuando esté encendida, que voy encantado y la apago... No, es coña jajajaja. No soy de esos. Bueno. Me gusta mucho los deportes de riesgo. La sensación de adrenalina que genera practicarlos es inmensa... Por algo soy bombero... No soy una persona muy abierta, y en cuanto a relaciones, no necesito ninguna. Estoy perfectamente solo... Y bueno. Ese soy yo... Perdón por las molestias ×_×.
(******)
Salí de los vestuarios, para dirigirme a la sala de descanso para esperar a Jorge, osea al jefe. Pero aún quedaban 35 minutos, y decidí poner la tele para entretenerme, cuando dan la voz de alarma.
Sé perfectamente que mi turno ha acabado, pero al parecer necesitan a todos los que estamos en la estación.
Rápidamente bajé por la barra y me puse el traje encima de mi ropa rápidamente. Cuando terminé, cogí mi casco y me subí en el camión.
Al llegar había mucha gente desquiciada. Miré a mi izquierda y había un edificio envuelto en llamas. Iba a coger la manguera con los demás cuando Jorge me lo impide y me manda la orden de tranquilizar a todos.
Intenté buscar indicios de alguien herido, pero solo estaban asustados, algunos les costaban respirar, pero por lo demás todo bien.
Algunas personas querían entrar en el edificio, pero me antepuse en su camino de manera que no pudieran entrar por la puerta principal. Me quedé un rato más hasta que nadie se atrevió a entrar. Cuando una chica pelirroja muy agitada se acerca a toda velocidad hacia mí.
Intentó saltar por encima de mí pero no se lo permití. Intentaba decir algo, pero estaba tan nerviosa que solo podía gritar palabras sin sentido.
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ME QUEMAS
RomantizmMalditos recuerdos son los fantasmas que me atormentan cada día... Durante la noche, éstos fantasmas me recuerdan mediante los sueños, todos y cada uno de mis peores pesadillas... Las cuales no son pesadillas exactamente... si no más bien, son fragm...