"llegó y se fue"

283 25 6
                                    

Ya han pasado cuatro días desde de Kise le pidió a Kuroko algo más cerio entre ellos esperando poder sanar el corazón del peliceleste y el suyo a la vez y para hacer aquello más fuerte se fue a pasar unos días con el bajo. Llegó a eso del medio día encontrándose con este ya vestido, desde que estaban juntos, de ánimos estaba mucho mejor y volvía a las clases. Que si le dolía cuando veía al pelirrojo? Claro que si, a cualquiera, pero siempre recibía mensajes del rubio que le hacían sonreír levemente si tiendo sus mejillas rosadas al ver su reflejo en la ventana, resantando en su pálida cara.
~~~

Kise tenía al menor entre sus piernas jugando play sentados en la alfombra con cara de concentración en la pantalla.
Kuroko daba cortas y fuertes respiraciones al ver cuando se quedaba unos puestos menos que su pareja y este sonreía satisfactoriamente para dejar un beso sobre su cabeza cada vez que le ganaba.

-ya no quiero jugar más...- dijo alejándose del mando para verlo con odios.
-te enfadaste porque perdiste?-
-no me enojé...- le miente con su voz de robot para luego cerrar sus ojos y lanzarse hacia atrás sobre el pecho de su chico.
-ya tienes sueño? Aún no es la hora de la siesta-
Habían acordado una sierta hora para dormir una siesta hasta la comida de la tarde, según Kise, sueño de belleza, pero Kuroko le seguía el juego para abrazarse a él y descansar.

El rubio lo acomodó entre sus brazos sobre sus piernas para mantenerlo abrazado y mesero.
- no te muevas...me da sueño-
- eres un encanto -
-...callate Kise-kun-/// le dijo cerrando sus ojos con el seño fruncido.

El rubio se acercó al cuello de Kuroko y lo comenzó a oler de un modo algo " desconsertante"? Y el menor lo notó cubriéndolo de inmediato con su mano.

-K-Kise- kun, qué haces?///-
-es que tu olor es...delicioso, crees que podamos jugar un poco más- le devuelve para lamer su oreja recibiendo un manotazo en su mejilla para levantarse de golpe.
- sólo piensas en eso Kise-kun?! Te dije que cuando esté preparado psicológicamente lo haríamos.-
-pero si ya lo hicimos una vez!-
- pero... Quiero hacerlo pensando en ti... Aquella vez no cuenta.- se agarra del brazo recordando como se sentía en aquella ocasión para luego acercarse al rubio y besar sus labios con timidez seguido de irse a su cuarto.

Kise creía comprenderle, pero en verdad quería tenerlo entre sus brazos y marcarlo como suyo por completo y que este también lo sintiera así, pero sabía que sería difícil.

En su cuarto, el peliceleste intentaba dormir un rato sintiendo como la cama a un lado suyo se hundía abriendo sus ojos.

Kise se recostó tras suyo abrazándose de la cintura del bajo para dormir con él y así fue, pero a eso de los 20 minutos el rubio recibió una llamada.
-diga?- respondió a dormilado.-
-ahora?!- siguió hablando asustándose al ver que había suvido la voz para volver a hablar en susurros.
-claro, voy para allá, esperame en la estación. Adiós.-
El rubio se levantó con cuidado poniendo una almohada sobre el cuerpo del menor para que sintiera como si aún estuviera allí y salió con su abrigo en la mano.

A los minutos el menor se volteó para besar a su pareja cuando no siente aquella tibia respiración con olor a menta que le gustaba, abiendo sus ojos despacio.

-kise-kun?- le llamó interrogante buscándolo con la mirada sin respuestas.

Kuroko se asustó y se levantó corriendo por los cuartos de la segunda planta hasta las de la primera, él nunca salía sin dejarle notas ni nada asustado de que algo le hubiera pasado.

Tomó sus zapatillas las llaves y sin nada para abrigarse salió de la cara arreglando su cabello lo más que podía en el camino.
Qué le pudo haber pasado? Se metieron en la casa? Dónde podía estar? Estará bien? No se podía dejar de preguntar tan exageradas cosas, no quería perder de nuevo a alguien tan importante para él, y eso le hizo congelarse, en aquel momento sólo tuvo cabeza para el rubio, tanto se había preocupado que se dio cuenta de que ahora le amaba tanto sólo a él que no le importaba haber salido corriendo a buscarle, haciendo que en su tranquila cara se le formara una sonrisa así de radiante corriendo al lugar más plagado de gente en busca de su amado...pero aquella mirada de felicidad se derrumbó.

Kise estaba de pie pegado a una chica pelirroja de mirada verde y un cuerpo lleno de curvas, ella tenía entre sus manos el rostro del rubio que al parecer no ponía resistencia alguna.

La pelirroja le vio sorprendida para luego dar una sonrisa llena que maldad.
-no me digas que él es el chico- le dijo al oído a Kise en voz baja haciendo que este se volteara al instante.

-Kurokocchi-
- lo siento, me voy a casa- al decir esto en un segundo su mirada se nubló de lágrimas fingiendo que no eran nada. El rubio corrió donde él y le tomó del hombro.
-hablemos-
-no me toques Kise-kun, si tanto querías follarte con alguien no tenías para que ocultarme estas cosas.- le dijo bruscamente quitando la mano de su hombro para caminar a paso moderado. El alto no sabía qué hacer, si se le acercaba lo más probable era que se molestara si le hablaba en ese momento así que le dejó marchar volteando se con ira hacia la chica que al parecer no se arrepentía de nada.

- no me mires así Kise-chan, tú no te me negaste así que no te hagas la santa paloma.-
-Mierda! Cuándo iba a pensar que harías eso? Tienes fuerza en las manos maldita-
-jajaja no subestimes a una mujer, nos vemos-

Había un mal días anunciando lluvia, lo que acompaño a Kuroko en su larga caminata, no se podía identificar sus lágrimas del agua que le caía sobre su cabeza, le veían en la calle sorprendido ya que no hacía nada por cubrirse.

Luego me más de media hora caminando golpeó una puerta despacio estando allí sólo unos segundos parado para ser recibido por Kagami quien le vio sorendido.
-Kagamii!! Quién es??!!!- se oyó una voz desde adentro.
-es kuroko, trae unas toallas!!- gritó de vuelta.

Hizo pasar menor y Kuroko alzó su mirada viendo como Aomine salía del cuarto de baño con unas toallas.

- qué haces aquí?- le preguntó Kagami secando el cabello del bajo con una de las toallas mientras el moreno se sentaba en la entrada mirándole con lástima.

-yo...hic....yo..sniff- sorbió su nariz y se abrazó con fuerza del pelirrojo echándose a llorar sobre este. Aomine acarició la cabeza del menor mientras el otro sovaba su espalda envolviéndolo con la toalla. Estuvieron así por bastante tiempo y la noche cayo.
-Kuroko, quieres beber algo caliente?- le preguntó Kagami con el chico sentado en sus piernas aún ocultando su cara en su pecho, a lo que este negó con la cabeza.

Ya más calmado, el pelirrojo le ayudó con su ropa cambiándola por unos de sus polerones americanos de blanco y lo tapó en su cama viendo como este se acurrucaba para dormir, no dijo nada antes de eso, ni una palabra.

Kagami caminó de vuelta al lado del moreno quien le tomó de la mano sentado en el sofá.
-te contó algo?-
-nada- le respondió deprimido el pelicolor.
-ya...se veía muy mal.-
-si...-

~~~***

Fufufu, dirán nooo! Pero si, aquí llega este capítulo >:3
Soy mala por tardarme en publicar y dejar con suspenso jujuju si lo soy, okno, las quiero mucho <3
Espero que les guste y sigan dejando sus votitos y lindos comentarios. Bechitos!!

&quot;Solo mirame a mi&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora