capitulo 20

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Durante la llamada...

-Kagami ¿qué ocurrió?.
-yo...no sé...-su voz estaba falta de vida.
-Kagami...
-Quiero irme, quiero irme ahora.
-S-Si bebé, pasaré por ti ahora mismo, pediré un taxi.
-te espero...- y con esto cortó la llamada. Se sentía como un idiota al haber enviado de vuelta a Aomine a su casa y no haber ido con él antes, pero no podía moverse sólo ahora, quizás a donde hubiera ido a parar si salía de casa solo.

Tomó su bolso de entrenamiento y le puso dentro un par de piletas, ropa interior y el cepillo de dientes, no necesitaba nada más, no es que nunca planeara volver, pero así como su padre llegaba, suponía que se iría pronto.

No sabía bien en qué momento la relación se tornó borrosa con su padre, una calamidad. En el fondo creía que no le importaba su ausencia, que no le dolía y todo eso, pero los sentimientos salieron a flote solos en cuanto se defendió, y ahora se sentía desprotegido, había levantado por tanto tiempo esa coraza sobre su corazón que ahora que la mostró, ya nada le quedaba más que sentir, sentir todo lo que le hizo falta en su vida, en su familia.

Ya había formado una nueva vida, con sus amigos, kuroko, Himuro
... Aomine, y si su padre no quería formar parte de ella no le dolería, estaba abierto a que aquello ocurriera.

Pasaron 10 min en que no sabía que hacer, se sentía perdido y su padre no sonaba en el living, creía que ya había marchado, pero cuando fue a ver, allí estaba, como un roble sentado en el sofá donde habían cruzado las últimas palabras.

-Taiga.
-Me iré donde Aomine en unos pocos minutos.
-¿volverás?.
-si sigues acá, no. No puedo quedarme.
-Ya veo...él ocupó él lugar de este viejo ¿verdad?.
-No te podría comparar con él.
-Me alegra que admitas que....
-estoy mejor como él.- interrumpió a su padre antes de subirle los humos a la cabeza.

Una llamada entró al móvil de Kagami, era Aomine que le esperaba a fuera, ya debía irse y ser valiente de una vez.

-Me voy, cierra bien la puerta en cuanto te regreses a tu departamento.

Y no dejó que contestara antes de cerrar la puerta tras de sí e irse rápido.

Vio el vehículo amarillo a las afueras y se llenó de alivio al notar el rostro su moreno por los vidrios.
A penas abrió la puerta se abrazó de su cuello y Daiki tuvo que cerrar la puerta ya que el otro no se despegaba.

El taxi condujo de vuelta a la casa de Aomine y durante el camino, Kagami enterró su cabeza en el cuello de su pareja tratando de calmarse.

-Mi madre llegó a casa antes de lo que pensaba y mi padre fue a una junta de trabajo con sus compañeros.
-Ya...pasaremos de inmediato a tu cuarto ¿verdad?.
-¿No quieres comer?
-Si... Sólo un poco, quiero dormir en realidad, pero te necesito para eso.
-¿Quieres que te arrope y te cante una nana?
-Y si duermes conmigo mucho mejor.
-Eres un caso- sonrió con cariño besando su cabeza.

Una vez que llegaron a casa, la madre de Daiki sonrió al ver  Kagami, no era primera vez que veia al chico.

-¿Qué tal Kagami?- le preguntó la madre acariciando la mejilla del pelirrojo.
-yo...bien creo.
-M- Mamá no preguntes. ¿esta lista la cena?
-¡Si!  Preparé curry.

La cena fue corta ya que no tenían muchas ganas de hablar y la señora lo entendía, Ao tenía buena relación con ella al ser hijo único, no era una madre sobreprotectora pero amor le sobraba para entregarle a su hijo.

-Permiso- se disculpó Kagami para retirarse de la mesa e ir al baño. La madre del moreno se encaramó en la mesa y curiosa vio a su niño.

-Daiki, ¿que ocurrió? Kagami se quedará a dormir ¿verdad?.
-Él...tuvo problemas por mi culpa y no quiere quedarse en su casa.
-¡¿Qué?! ¿Qué hiciste?-
-Es...un poco difícil, pero te prometo que te contaré todo una vez se resuelva.
-Bien... Cuidalo, necesita apoyo, por algo vino a casa.
-Si, gracias.- le soltó una cariñosa sonrisa.

"Solo mirame a mi"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora